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PROYECTOS FINALIZADOS○ Yumeiro Button ○ Tsubakikasa Tricolor PROYECTOS EN EMISION○ Diabolik Lovers Capitulo 1 ○ The Chronicle Of Seven Prologo PROYECTOS EN PROCESO○ Mako to Aki-chan no Koigokoro Capitulo 1 ○ Otogi Taisen Fantasma Capitulo 1 ○ Toushu-Sama Wa Itazura Ga Osuki Capitulo 1 ○ Idol-sama No Onikiri [One Shot] ○ The Chronicle Of Seven Capitulo 1 ○ Diabolik Lovers Capitulo 2
En busca de la... ¿Death Note?
3 participantes
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En busca de la... ¿Death Note?
Cap. 1
Kaden, me aburro
Era una tarde común en Estelaria, otra larga y aburrida tarde en Estelaria para Lírian y Aíma. Los dos jóvenes hermanos ya no podían hacer sus típicas travesuras, ya no podían utilizar la justificación de "solamente somos unos niños". No hacía tantos días que ya habían cumplido los 20 y que, meses atrás, habían derrotado a Shashuke con la ayuda del resto de sus hermanos. Gikuno y Light, de 22 años, no habían cambiado, encerradas en su mundo, en ese mundo donde quien se atreviera a entrar saldría volando con la cola quemada. Shensy y Kaden, de ya 24 años, seguían igual de arrogantes y repelentes, porque "son los mayores". Todas estas excusas dejaban a los hermanos más pequeños indiferentes: igual de fastidiosos e infantiles, siempre desafiando los límites de sus hermanos mayores. Es por todo esto que Lírian y Aíma se encontraban ahí, con una nueva víctima: Kaden.
La puerta sonó, aunque el joven no llegó a oírla por la música. Volvió a sonar una vez más, y otra más. Estaba encerrado en su mundo, tal y como a él le gustaba, hasta que aquel pie pisó una hoja del manga que estaba leyendo.
—¡Me quiere comer! —gritaba Lírian, intentando chafarse de la mano de Kaden, que le agarraba el pie.
—¿¡Quién!? —hizo entrada Aíma, apareciendo en la habitación.
—¡Él! —respondió eufórico, cayendo al suelo.
—Oh, Kaden, no sabía que fueras caníbal —le provocó su hermana, cruzándose de brazos con una sonrisa.
—Creí que venías a ayudarme —se quejó Lírian, arrastrándose por el suelo como podía.
—Tampoco yo sabía que aún no os habíais cansado de joder, después de tantos años —respondió el hermano mayor de mal humor.
Aíma se encogió de hombros, manteniendo la sonrisa— nada ha cambiado —suspiró, tendiendo la mano a Lírian, quien después de estúpidos esfuerzos consiguió ponerse en pie—. Ni supongo que vaya ha cambiar —añadió.
—Yo puedo cambiarlo —respondió él.
—¿Cómo? —preguntó Lírian.
—Matándoos —respondió con una sonrisa pícara.
—Es una suerte que estés de broma —suspiró Aíma—. ¿No...?
—Si seguís así posiblemente sí os mate, así que largaos.
—Solamente veníamos porque nos aburrimos, mal hermano —se quejó Lírian.
—No es mi problema —respondió él de forma desinteresada, regresando la mirada hacia el manga que había dejado a medias.
—Se volvió friki —le susurró Aíma a su hermano.
—Siempre ha sido raro —le respondió Lírian.
—Lo dice el de pelo azul —comentó su hermano mayor.
—¡Eh! ¿Qué tienes en contra de mi pelo? —dijo Lírian acariciando con suavidad su cabello.
—¿Qué tienes tú en contra de dejarme en paz? —contraatacó.
—El que me aburro, y tengo que joder a alguien.
—Tienes 4 hermanos más a quien joder, ¿por qué a mi? —preguntó enfurecido.
—Porque Aíma es quien me acompaña, no es mi enemiga; Light me quema la cola, que por cierto, duele; Gikuno me echa maleficios y Shensy me roba el alma, literalmente —se justificó.
—Y yo te mataré si sigues así, ¿qué prefieres?
—Vamos, Kaden, no seas tan duro —suspiró Aíma, acercándose a él. Luego se agachó, tocó la página del manga y, tras un pequeño destello de luz, salió como nueva—. No es para tanto.
—No es por eso —suspiró él, intentando tranquilizarse.
—Kaden está enfadado, Kaden está enfadado —canturreó Lírian alegremente.
—¡Ahg! ¡Está bien! —se resignó.
Lírian y Aíma esbozaron una sonrisa de oreja a oreja, esperando con impaciencia el plan de su hermano.
—He dejado caer una Death Note en el mundo humano, debéis de encontrarla. Si en un período de una semana no lo lográis, yo gano el juego y me dejáis de joder en lo que me queda de vida.
—¿Y si ganamos nosotros? —preguntó su hermana.
—Os dejaré vivir —respondió.
—¡Eh! ¡Eso es trampa! —protestó.
—¿Te parece poco? Las únicas reglas serán que, una vez que bajéis, no podréis volver, hasta que ganéis o perdáis. Y por supuesto, tenéis que guardar en secreto el mundo de la magia.
—Pero creí que solo los Shinigamis...
—Es falsa —cortó Kaden a su hermana, antes de que continuara—. Pero sin embargo, aguarda el mismo poder.
—¿Cómo...?
—Mientras vosotros perdíais el tiempo en jodernos, el resto de hermanos sí estudiábamos, como en la clase de maleficios. Aunque bueno, para ser justos puse una pista. La Death Note no tiene como dueño un Shinigami, por lo que el humano que la tome no podrá ver a nadie ni hacer el trato del ojo de Shinigami. Todo lo demás, hasta el más mínimo detalle, se mantiene a la idea original.
—¿Y cómo no podemos confundirla con otra Death Note? —preguntó Lírian.
—Porque no hay más Death Notes bagando por el mundo —respondió a su estúpida pregunta—. Y ya podéis marcharos, estáis desperdiciando vuestro valioso tiempo, y el mio.
—¿Adónde vamos? —preguntó Lírian.
—A la cabaña del Oráculo, él nos puede decir dónde se encuentra la Death Note —respondió Aíma, corriendo en su forma lupina.
—¡Pero me da miedo! —se quejó, siguiéndola.
Aíma no se detuvo ni un solo segundo, mantenía la rapidez de su paso, esquivando los árboles con suma agilidad. Lírian empezaba a sacar la lengua, intentando seguir el paso de la loba azabache.
Cuando llegaron a la pequeña cabaña, magullada por el paso de los años, regresaron a su forma humana. Aíma se adelantó a su hermano y abrió la puerta. Fijo sus ojos azul noche en la oscuridad, esperando ver algo o a alguien, pero sus intentos fueron fallidos, así que amarró la mano de Lírian y lo hizo entrar con ella.
—Hola, ¿hay alguien? —preguntó la joven.
—Si hay alguien, no me comas. Soy estúpido, pero no merezco un final tan cruel —decía el peliazul, casi temblando del terror.
—No seas estú... —iba a decir Aíma—, bah, déjalo —suspiró—. Sigamos todo recto, quizá encontremos a alguien —sugirió.
Y así fue, siguieron caminando. No parecía haber nadie, pero Aíma se empeñó en seguir. Solamente se podía escuchar el sonido de los pasos de estos, o sus pies al chocar contra algunos pequeños charcos de agua.
—¡Ahh! ¡Mátala! ¡Mátala! —gritó Lírian del terror, rompiendo el silencio y clavando sus celestinos ojos en una pequeña araña que tejía su nuevo hogar en una esquina.
—¿Qué te ha hecho de malo? —preguntó Aíma, quemándola con un simple movimiento de mano—. Sigamos.
Continuaron por el gran pasadizo de roca, quien poco a poco se iba sumergiendo más bajo tierra, pudiendo apreciar la humedad y las escasas siluetas que estos podían ver y que, de no ser porque eran lobos estelares, ni por asomo podrían apreciar.
—¿Hay alguien? —volvió a preguntar Aíma, con la esperanza de que esta vez alguien respondiera.
—Si hay alguien, no me... —se disponía a repetir Lírian, cuando una voz ronca interrumpió sus palabras.
—Seguidme —dijo.
—Vamos, Lí... —iba a decir Aíma, cuando se dio cuenta de que su hermano no estaba a su lado. Luego soltó una pequeña risita—, ¡espérame fuera! —gritó.
Finalmente encontró a alguien. Era un hombre anciano, no muy alto, de cabellos largos y dorados. Vestía con una larga túnica morada que le cubría desde los hombros hasta los pies. Mantenía la mirada cabizbaja, sin dejar apreciar el color de sus ojos, aunque a Aíma le pareció ver que eran grises, cosa que no le dio mucha importancia.
Lo siguió hasta donde él le indicó, llegando finalmente a un pozo lleno de agua. Fijó la mirada en ella, hasta que poco a poco se fue tornando a diferentes colores, cada vez con más detalle, dejando ver una gran ciudad. Parecía ser de noche, con cientos de personas y luces. ¿Una ciudad grande? Eso no era lo que le preocupaba a Aíma.
—¿Sabes hablar japonés? —le preguntó a su hermano cuando salió.
—No, ¿desde cuando he dejado de ser el tonto de la familia? —le respondió Lírian.
—Pues prepara la maleta, porque nos vamos a Japón —comunicó, sin ningún rasgo en su voz que indicara que era una broma.
—¿¡Qué!?
Kaden, me aburro
Era una tarde común en Estelaria, otra larga y aburrida tarde en Estelaria para Lírian y Aíma. Los dos jóvenes hermanos ya no podían hacer sus típicas travesuras, ya no podían utilizar la justificación de "solamente somos unos niños". No hacía tantos días que ya habían cumplido los 20 y que, meses atrás, habían derrotado a Shashuke con la ayuda del resto de sus hermanos. Gikuno y Light, de 22 años, no habían cambiado, encerradas en su mundo, en ese mundo donde quien se atreviera a entrar saldría volando con la cola quemada. Shensy y Kaden, de ya 24 años, seguían igual de arrogantes y repelentes, porque "son los mayores". Todas estas excusas dejaban a los hermanos más pequeños indiferentes: igual de fastidiosos e infantiles, siempre desafiando los límites de sus hermanos mayores. Es por todo esto que Lírian y Aíma se encontraban ahí, con una nueva víctima: Kaden.
La puerta sonó, aunque el joven no llegó a oírla por la música. Volvió a sonar una vez más, y otra más. Estaba encerrado en su mundo, tal y como a él le gustaba, hasta que aquel pie pisó una hoja del manga que estaba leyendo.
—¡Me quiere comer! —gritaba Lírian, intentando chafarse de la mano de Kaden, que le agarraba el pie.
—¿¡Quién!? —hizo entrada Aíma, apareciendo en la habitación.
—¡Él! —respondió eufórico, cayendo al suelo.
—Oh, Kaden, no sabía que fueras caníbal —le provocó su hermana, cruzándose de brazos con una sonrisa.
—Creí que venías a ayudarme —se quejó Lírian, arrastrándose por el suelo como podía.
—Tampoco yo sabía que aún no os habíais cansado de joder, después de tantos años —respondió el hermano mayor de mal humor.
Aíma se encogió de hombros, manteniendo la sonrisa— nada ha cambiado —suspiró, tendiendo la mano a Lírian, quien después de estúpidos esfuerzos consiguió ponerse en pie—. Ni supongo que vaya ha cambiar —añadió.
—Yo puedo cambiarlo —respondió él.
—¿Cómo? —preguntó Lírian.
—Matándoos —respondió con una sonrisa pícara.
—Es una suerte que estés de broma —suspiró Aíma—. ¿No...?
—Si seguís así posiblemente sí os mate, así que largaos.
—Solamente veníamos porque nos aburrimos, mal hermano —se quejó Lírian.
—No es mi problema —respondió él de forma desinteresada, regresando la mirada hacia el manga que había dejado a medias.
—Se volvió friki —le susurró Aíma a su hermano.
—Siempre ha sido raro —le respondió Lírian.
—Lo dice el de pelo azul —comentó su hermano mayor.
—¡Eh! ¿Qué tienes en contra de mi pelo? —dijo Lírian acariciando con suavidad su cabello.
—¿Qué tienes tú en contra de dejarme en paz? —contraatacó.
—El que me aburro, y tengo que joder a alguien.
—Tienes 4 hermanos más a quien joder, ¿por qué a mi? —preguntó enfurecido.
—Porque Aíma es quien me acompaña, no es mi enemiga; Light me quema la cola, que por cierto, duele; Gikuno me echa maleficios y Shensy me roba el alma, literalmente —se justificó.
—Y yo te mataré si sigues así, ¿qué prefieres?
—Vamos, Kaden, no seas tan duro —suspiró Aíma, acercándose a él. Luego se agachó, tocó la página del manga y, tras un pequeño destello de luz, salió como nueva—. No es para tanto.
—No es por eso —suspiró él, intentando tranquilizarse.
—Kaden está enfadado, Kaden está enfadado —canturreó Lírian alegremente.
—¡Ahg! ¡Está bien! —se resignó.
Lírian y Aíma esbozaron una sonrisa de oreja a oreja, esperando con impaciencia el plan de su hermano.
—He dejado caer una Death Note en el mundo humano, debéis de encontrarla. Si en un período de una semana no lo lográis, yo gano el juego y me dejáis de joder en lo que me queda de vida.
—¿Y si ganamos nosotros? —preguntó su hermana.
—Os dejaré vivir —respondió.
—¡Eh! ¡Eso es trampa! —protestó.
—¿Te parece poco? Las únicas reglas serán que, una vez que bajéis, no podréis volver, hasta que ganéis o perdáis. Y por supuesto, tenéis que guardar en secreto el mundo de la magia.
—Pero creí que solo los Shinigamis...
—Es falsa —cortó Kaden a su hermana, antes de que continuara—. Pero sin embargo, aguarda el mismo poder.
—¿Cómo...?
—Mientras vosotros perdíais el tiempo en jodernos, el resto de hermanos sí estudiábamos, como en la clase de maleficios. Aunque bueno, para ser justos puse una pista. La Death Note no tiene como dueño un Shinigami, por lo que el humano que la tome no podrá ver a nadie ni hacer el trato del ojo de Shinigami. Todo lo demás, hasta el más mínimo detalle, se mantiene a la idea original.
—¿Y cómo no podemos confundirla con otra Death Note? —preguntó Lírian.
—Porque no hay más Death Notes bagando por el mundo —respondió a su estúpida pregunta—. Y ya podéis marcharos, estáis desperdiciando vuestro valioso tiempo, y el mio.
—¿Adónde vamos? —preguntó Lírian.
—A la cabaña del Oráculo, él nos puede decir dónde se encuentra la Death Note —respondió Aíma, corriendo en su forma lupina.
—¡Pero me da miedo! —se quejó, siguiéndola.
Aíma no se detuvo ni un solo segundo, mantenía la rapidez de su paso, esquivando los árboles con suma agilidad. Lírian empezaba a sacar la lengua, intentando seguir el paso de la loba azabache.
Cuando llegaron a la pequeña cabaña, magullada por el paso de los años, regresaron a su forma humana. Aíma se adelantó a su hermano y abrió la puerta. Fijo sus ojos azul noche en la oscuridad, esperando ver algo o a alguien, pero sus intentos fueron fallidos, así que amarró la mano de Lírian y lo hizo entrar con ella.
—Hola, ¿hay alguien? —preguntó la joven.
—Si hay alguien, no me comas. Soy estúpido, pero no merezco un final tan cruel —decía el peliazul, casi temblando del terror.
—No seas estú... —iba a decir Aíma—, bah, déjalo —suspiró—. Sigamos todo recto, quizá encontremos a alguien —sugirió.
Y así fue, siguieron caminando. No parecía haber nadie, pero Aíma se empeñó en seguir. Solamente se podía escuchar el sonido de los pasos de estos, o sus pies al chocar contra algunos pequeños charcos de agua.
—¡Ahh! ¡Mátala! ¡Mátala! —gritó Lírian del terror, rompiendo el silencio y clavando sus celestinos ojos en una pequeña araña que tejía su nuevo hogar en una esquina.
—¿Qué te ha hecho de malo? —preguntó Aíma, quemándola con un simple movimiento de mano—. Sigamos.
Continuaron por el gran pasadizo de roca, quien poco a poco se iba sumergiendo más bajo tierra, pudiendo apreciar la humedad y las escasas siluetas que estos podían ver y que, de no ser porque eran lobos estelares, ni por asomo podrían apreciar.
—¿Hay alguien? —volvió a preguntar Aíma, con la esperanza de que esta vez alguien respondiera.
—Si hay alguien, no me... —se disponía a repetir Lírian, cuando una voz ronca interrumpió sus palabras.
—Seguidme —dijo.
—Vamos, Lí... —iba a decir Aíma, cuando se dio cuenta de que su hermano no estaba a su lado. Luego soltó una pequeña risita—, ¡espérame fuera! —gritó.
Finalmente encontró a alguien. Era un hombre anciano, no muy alto, de cabellos largos y dorados. Vestía con una larga túnica morada que le cubría desde los hombros hasta los pies. Mantenía la mirada cabizbaja, sin dejar apreciar el color de sus ojos, aunque a Aíma le pareció ver que eran grises, cosa que no le dio mucha importancia.
Lo siguió hasta donde él le indicó, llegando finalmente a un pozo lleno de agua. Fijó la mirada en ella, hasta que poco a poco se fue tornando a diferentes colores, cada vez con más detalle, dejando ver una gran ciudad. Parecía ser de noche, con cientos de personas y luces. ¿Una ciudad grande? Eso no era lo que le preocupaba a Aíma.
—¿Sabes hablar japonés? —le preguntó a su hermano cuando salió.
—No, ¿desde cuando he dejado de ser el tonto de la familia? —le respondió Lírian.
—Pues prepara la maleta, porque nos vamos a Japón —comunicó, sin ningún rasgo en su voz que indicara que era una broma.
—¿¡Qué!?
Namida- Novato
- Sexo : Mensajes : 45
Puntos Otakus : Reputacion :
Re: En busca de la... ¿Death Note?
Wow me encanto, tu dorma de relatarto es tan *O* yo no se escribir solo diseñar u.u quiero segundo capi, no podre dormir sin saber que sigue
Bell~- The Perverted Couple
- Sexo : Edad : 30 Mensajes : 79
Puntos Otakus : Reputacion :
Re: En busca de la... ¿Death Note?
:D , me gusta tu fic , solo vi nuevo mensaje , y me encanto tu fic de los 5 mejores de los que eh leido lei , y me encanto tu fic, tu fic es u, bueno tu fic es uno de los 5 mejores que eh leido (solo eh leido 5)
danielpaniagualaraa- Club Vocaloid
- Sexo : Mensajes : 391
Puntos Otakus : Reputacion :
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