Amore mio animaletto

Estaba a punto de explotar debería de haber matado a ese hijo de puta por haberse metido en mis planes, estaba más que seguro que la idea de que el pequeño bovino de fuera a Kanto con su madre era del estupido rubio, deberia de haberle matado cuando tuve la oportunidad y es que le conocía mejor de lo que el pelinegro pero eso ya no era tema por ahora, lo importante era encontrar una oportunidad para salir del pais y dirigirme a donde estaba el objetivo.
Llame a uno de los tantos inutiles que estaba a mi cargo para que apartara los boletos de avion y localice a uno que otro contacto para que me volviera a mandar más armas, esta vez no dejaria a nadie con vida asi fuera lo ultimo que hiciera, porque debia de admitir que este era de los planes a los que más tiempo le habia dedicado.
-A te matare estupido rubio, por tu culpa mis planes se fueron a la mierda-

Ya se había montado en el avión, no tenía las cosas claras, estaba confundido, tenía miedo, pero ingenuamente pensaba que como se iba a otra parte ya no vería más a ese extraño hombre del sombrero ridículo. Su guarda espaldas iba con él, sabía que llevarle con su madre no era lo mejor pero así le salvaría. Debía imaginar, que aquel encuentro en el aeropuerto no sería el último y estaba preparado para eso. Con ellos también iba una muchacha, la única entre 50 del servicio que se quedo con Steve después de la muerte de su padre.

Pasaron largas horas de vuelo hasta llegar al destino, Steve aún lucia igual e incluso un poco peor por que no había logrado dormir mucho.
-Escucha, no es por molestar pero sabes muy bien que tu madre no es muy simpática contigo debes hacerla enojar un poco, confía en mi.- Le dijo su guarda espaldas tomando el equipaje y esperó que Steve comenzara a andar para seguirlo.

Estaba aventando todo a mi alrededor, estaba más que enojado, la estupida a la que habia mandado pro los boletos de avión no había conseguido unos hasta dentro de tres días, lo que le daria mucho tiempo al pequeño bovino y a el estupido rubio, tenía que pensar rápido y en como podría hacer que estos días no se desperdiciaran -Ah en cuanto vea a ese pequeño animalejo le destruyo, y al pequeño bovino le haré pasar los peores días de su vida, como no se imagina- Aventé el escritorio para después levantarme de de la silla estaba decidido a salir a tomar un poco de aire realmente no estaba en mis mejores rachas de suerte y deberia de acabar con todo esto.