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PROYECTOS FINALIZADOS○ Yumeiro Button ○ Tsubakikasa Tricolor PROYECTOS EN EMISION○ Diabolik Lovers Capitulo 1 ○ The Chronicle Of Seven Prologo PROYECTOS EN PROCESO○ Mako to Aki-chan no Koigokoro Capitulo 1 ○ Otogi Taisen Fantasma Capitulo 1 ○ Toushu-Sama Wa Itazura Ga Osuki Capitulo 1 ○ Idol-sama No Onikiri [One Shot] ○ The Chronicle Of Seven Capitulo 1 ○ Diabolik Lovers Capitulo 2
Ongaku chūgakkō(Rol)
5 participantes
FORO OTAKU :: ZONA ROLER :: Rol Libre :: Cementerio
Página 1 de 1.
Ongaku chūgakkō(Rol)
- Historia:
- Ongaku chūgakkō o en español "Escuela de música" es un instituto donde los jóvenes aprender a usar su talento musical. Aquí aprenderán muchas cosas, ya sea como escribir una canción asta como se toco correctamente un instrumento.
Los chicos y chicas se divertirán en esta loca y fantástica escuela.
Primer dia de clases, nadie se conoce y todos los alumnos se dirigen a sus
aulas.
La primera clase que van a tener es con el maestro Yongh, el les enceñara como tocar todos los instrumentos.
- Spoiler:
- -Nombre y apellido: Kwon Yongh
-Ciudad: Corea del sur
-Sexo: Masculino
-Instrumento favorito: La guitarra
-Materia: Enseñansa de los instrumentos
-Historia: Hijo de un hombre de negocios, su padre no queria que el estudiara musica asi que se escapo para cumplir sus sueños. Llego a esta increible escuela de musica, destaco mucho en ella hasta llegar a ser uno de los mejores alumnos. Se combirtio en maestro para enseñar lo que mas le gusta la musica.
-Gustos y disgustos:
-Los gatos
-Los dulces
-La lluvia
-Tocar la guitarra
*Los chicos revoltosos
*Las matematicas
-Imagen:
-Color para rolear: Naranja
-Extras: Actualmente tiene 23 años, no tiene novia pero si un gatito llamado Churi, sino esta tocando su guitarra esta comiendo pastel
Aqui podran encontrar las fichas
https://foro-otaku.activoforo.com/t671-ongaku-chugakkoinscripciones
Recuerden que antes de comentar tienes que poner su ficha en Spoiler
Última edición por I c h i g o el Sáb Dic 24, 2011 1:39 pm, editado 1 vez
Re: Ongaku chūgakkō(Rol)
- Ficha de Scarlet:
- -Nombre y apellido: Scarlet Isbell Lovecraft
-Edad: 17 años
-Ciudad: Londres, Inglaterra
-Sexo: Femenino
-Instrumento favorito: Bajo electrico
-HistoriaEn un antiguo castillo, más allá de las montañas y la maleza, en plena noche de San Juan nació una dulce, pequeña y adorable niña con ojos del color de la aceituna. La pequeña había venido al mundo bajo el manto de una de las familias más nobles del Reino Unido: La familia Lovecraft. Su padre, el duque Neil F. Lovecraft había desposado a una hermosa doncella con cabellos de hilo de plata; hija de un barón rico propietario de muchas tierras y numerosos viñedos. El barón decidió dar en matrimonio, la mano de su más pequeña y agraciada hija ha dicho duque que la pretendía.
Y fue así cuando, un 24 de junio los jóvenes aristócratas contrajeron nupcias, allá, en el Castillo Lovecraft. Aquel baile bajo la luz de la luna gris fue como ninguno. Nobles, aristócratas y la realeza asistieron. Los jardines encantados estaban poblados de miles de lucecitas blancas y amarillas, hadas y elfos revoloteaban entre los arbustos, duendes y trolls se escondían entre las sombras de los árboles del bosque; las criaturas mágicas estaban desatadas, pues; después de todo…era plena noche de San Juan.
Ese noche, o tal vez día, puesto que el crepúsculo comenzaba a abrirle paso al sol, cuando las estrellas doradas regresaban a su hogar más allá de las nubes blancas; antes de que, las puertas mágicas se cerraran por completo, una sombra, alta y fornida pero delicada, observaba con gran devoción la última pieza que danzaba el Duque Lovecraft y su amada esposa: Claro de Luna, de aquel que una vez llevo por nombre Beethoven.
Los ojos malva de la criatura destellaron cuan estrellas centellantes, no apartaban la vista de la bella dama que con gracia se deslizaba sobre la hierba, el vestido blanco que usaba la hacía ver como la más pura hada. El duque, un joven bien parecido estaba totalmente impecable, su cabello largo y ligeramente ondulado flotaba entre el viento mientras las luciérnagas y libélulas se enrollaban en él.
La melodía termino y la magia concluyo. Los ojos azules del duque, miraron con esperanza y delicadeza los ojos verdes de su esposa, ambos, aun tomados de la mano, se sonrieron el uno al otro. La doncella se aferró al pecho de su esposo mientras este le acariciaba sus largos y lacios cabellos albinos. Parecía como si el tiempo estuviera distante, como si los segundos y minutos no avanzaran nunca más, y fue así, como la noche se ocultó otra vez y los rayos del sol inundaron los jardines del castillo. La duquesa Lovecraft recobro la mirada y observo frente a ella, a espaldas de su esposo, una silueta alta, incluso más alta, era un joven, parecía tener la edad de su esposo; era…un joven de cabellos castaños casi tan largos como los suyos. Su piel era tan blanca y pálida, y sus ojos desteñían un extraño brillo color malva, llevaba pantalones finos de seda color negro y una camisa con tres botones también de seda pero de color blanco, tan blanco como el marfil; además, en su costado derecho portaba una filosa espada de platino con mango de oro. Sus cabellos caían como agua de cascada por su rostro, parecía perdido y desorientado.
La duquesa fijo su mirada hacia el extraño y pensó que tal vez era hijo de algún aristócrata que había acudido a la celebración. El duque Lovecraft aparto su mano de la de su esposa y besando tiernamente su mejilla partió por un segundo a despedir a los nobles invitados. La doncella, se aproximó entonces hacia el joven que seguía estático en el mismo lugar, contemplándola; sonrió y con voz melodiosa digna de un ángel exclamo -¿De qué familia eres? ¿Estás perdido?- El chico parpadeo un par de veces y después de un silencio respondió simplemente –No-
Desde aquel día, la duquesa no pudo dejar de pensar en ese chico y no sabía por qué. Desde aquel día, jamás volvió a verlo en los jardines ni el bosque, pero hubo una noche en que tuvo un extraño sueño, y en su sueño, aquel joven le menciono su nombre, Elessar. También le dijo que él no era de esta tierra, que el venia de un lugar muy lejos de aquí, más allá de las cascadas y del bosque negro, más allá de las estrellas. Le conto historias de su gente, de la hermosa ciudad donde vivían, la cual le llamaban Eldamar. Le dijo también que, aquella noche de San Juan había sido atraído hacia ese jardín mágico al escuchar las maravillosas piezas de música tocadas al piano. Fue entonces, cuando mucho tiempo después, la duquesa comenzó a sospechar que no era un humano y entonces, en otro de sus sueños le pregunto -¿Qué eres tú?- el muchacho, después de pensarlo mucho, descubrió por completo su rostro ocultando sus cabellos tras sus oídos; el rostro de Aline se llenó de júbilo y sorpresa, no faltaba explicar con palabras la identidad del joven.
-Eldamar suena un lugar maravilloso- susurro Aline -Quisiera conocerlo algún día- replico -Elessar… ¿Por qué solo puedo verte aquí? ¿Por qué no puedo verte en el bosque, como ese día?- pregunto Aline curiosa -porque solo me permiten venir a este mundo en la Noche de San Juan…-
Pasados ya cinco años de aquel matrimonio, se dio anuncio entre la nobleza de Gran Bretaña que, el duque Lovecraft y su esposa iban a tener un hijo, su primer hijo y heredero de todas las tierras y riquezas de la familia Lovecraft. Aquella noche finalmente llego y entre gritos, lágrimas y alegría nació la heredera. La madre cargo por primera vez entre sus brazos a su pequeña hija, la niña abrió los ojos lentamente, eran verdes aceitunados como los de su madre. El duque estaba que rebosaba de alegría y de inmediato mando a traer a los mejores artesanos para hacer la cuna de la niña.
El conde tomo a su hija en brazos arrullándola tiernamente.
-¿No es curioso?- pregunto a su esposa aun en cama
-¿El qué?-
-24 de junio- respondió el conde aun sosteniendo a su hija -exactamente hace cinco años, esta misma noche… la niña ha nacido el mismo día en que contrajimos matrimonio-
La duquesa desvió la mirada hacia la ventana abierta de la habitación, observo el cielo despejado y el viento que revoloteaba entre las hojas de los árboles, entonces distinguió entre la oscuridad unos hermosos ojos malva.
-¿No es maravilloso?- exclamo el duque
-Claro…- respondió cortante Aline
Una semana había pasado desde el nacimiento de la niña. El duque la lleno de comodidades y cuantas riquezas tuvo, estaba extasiado con su primera hija, pero la pequeña aun no tenía un nombre. Entonces una noche junto al lago, el duque le pregunto a su esposa
-¿Qué nombre te gustaría que llevara nuestra hija?-
La duquesa sostuvo entre sus brazos a la bebe que reía felizmente –No se…- respondió con la mirada perdida en la luna -¿no te gustaría “Luna”?-
El conde perdió la vista de inmediato en la luna, al igual que su esposa, observo, aquel reflejo carmesí que expulsaba el astro hacia el lago, inundándolo todo de un dulce color escarlata -Scarlet…- susurro el duque. Aline sonrió tiernamente hacia su hija -Scarlet suena mágico- suspiro -Scarlet será entonces…- dijo el duque
-El segundo nombre de mi abuelo era Isbell- exclamo la duquesa. El conde sonrió y exhalo -Scarlet Isbell Lovecraft- dijo en voz alta -¡ese es tu nombre!- exclamo acariciando la mejilla derecha de su hija.
Había pasado ya un año desde el nacimiento de Scarlet I. Lovecraft.
La niña estaba creciendo en una familia amorosa, con su padre y su madre, nada le faltaba. Las primeras hileras de cabello comenzaban a poblar su cabeza. Tenía el cabello de su padre, rojizo hasta tirarle al color escarlata; pero lacio y sedoso como el de su madre al igual que sus ojos verdes, pero su piel era tan blanca y fina como la de su padre. La niña era realmente agraciada.
Era otro 24 de junio, un año había pasado ya. El duque había desertado todos los preparativos para la fiesta de su hija, puesto que su esposa así se lo había indicado, ya que por alguna razón no quería gente en el castillo.
El duque Lovecraft tomo en brazos a su hija y la elevo hasta la altura de su rostro, Scarlet sonreía mientras tocaba las mejillas de su padre, entonces, Aline salió al corredor y observo de nuevo la misma luna que veía cada Noche de San Juan. Cierto grado de melancolía se reflejó en su rostro, el duque soltó a su hija y se entorno hacia su esposa.
-Saldré por un rato a caminar- Aline le susurro a su esposo -iré con la niña- le dijo mientras tomaba a la pequeña Scarlet en sus brazos. El rostro del duque se tornó sorpresivo y confundido a la vez mientras veía como su esposa y su hija se alejaban entre la maleza del bosque.
La oscuridad se hacía cada vez más patente a medida que Aline se iba internando en el bosque. Sentia aquella extraña sensación que había sentido cada noche de San Juan. Las luciérnagas inundaban los pasillos escondidos del bosque y Scarlet sonreía soñadora al ver las luces doradas que volaban junto a ella. Entonces Aline se recargo en un viejo roble y soltó de la mano a Scarlet, suspiro tristemente y se dijo “¿Por qué no puedo ir?”.
Entonces una voz surgió entre las penumbras y respondió “tal vez esta noche si puedas ir”. Una sombra negra fue tomando forma y aquel elfo de ojos malvas apareció físicamente frente a Aline, esta sonrió como nunca antes lo había hecho en mucho tiempo. El elfo entorno la vista hacia la niña que jugaba entre las luciérnagas, se acercó tranquilamente y la tomo con dulzura entre sus brazos. –Tu hija…- susurro sonriendo, Aline asintió. –Tiene tus mismos ojos- exclamo -Déjame hacerle un regalo- replico –Scarlet es su nombre ¿cierto?-
-Así es- respondió Aline.
El elfo saco de entre sus bolsillos un pequeño dije de plata, uno que tenía la forma de una libélula, tomo una delgada estaca de madera del suelo y escribió delicadamente “Scarlet” en el cuerpo de la libélula. Tomo unas hojas verdes y las entrelazo haciendo la forma de una cadena, la empuño fuertemente en su mano derecha y al ver las abrir los dedos, las hojas se habían transformado en una hermosa cadena de plata; fundió el dije a la cadena y se la mostro a Aline.
-Es hermosa- exclamo la duquesa
El elfo entonces, coloco la cadena entre el cuello de la niña. –Crecerás siendo una joven agraciada- susurro
-¿Podemos ir?- pregunto Aline -¿podemos ir a Eldamar?-
-Solo por esta noche- le dijo el elfo soltando a Scarlet. Aline tomo a su hija de la mano y sonriendo se dirigió al elfo -¡Vamos!- exclamo
El elfo entonces negó con la cabeza -Solo me es permitido llevar a un humano- dijo viendo a la niña. –No puedo dejarla- exclamo Aline -Entonces hasta el próximo año, o el próximo, o el próximo…-
Aline bajo la mirada –está bien, ella se queda- Exclamo soltando a Scarlet y dejándola caer entre la hierba -Espera- dijo el elfo -Hare algo para protegerla- Entonces, el elfo se aproximó ante la pequeña y la encerró en un círculo de luz blanca -mientras ella este dentro del círculo, de la luz, ninguna entidad oscura podrá tocarla-
El elfo extendió la mano a Aline y ambos se aproximaron hacia la luz dorada que cubria un extraño portal formado de ramas de viejos cipreses secos; hasta que, se fueron fundiendo entre tan exquisita luminosidad.
Habían pasado alrededor de tres horas y Scarlet ya había quedado dormida en un profundo sueño. El circulo de luz blanquecina aun rodeaba su pequeña silueta mientras las luciérnagas alumbraban su alrededor. Era una escena realmente dulce, la niña con toda su inocencia dormía plácidamente sobre la hierba entre unos arbustos con pequeños frutos rojos.
El duque Lovecraft comenzaba a preocuparse por la ausencia de su esposa, puesto que, el crepúsculo ya había caído completamente y sabía que en el bosque no había iluminación alguna, entonces, llamo a un par de criados y los tres salieron en la búsqueda de su esposa y su pequeña hija. Se internaron en el bosque, no llevaban antorchas ni ningún tipo de fuente de luz, sin embargo, aquellas luciérnagas juguetonas alumbraban su camino y entonces el duque recordó, esa noche hace seis años, la noche de sus nupcias; recordó como su esposa y el bailaban entre las luciérnagas al paso del sonido dulce del piano.
-¡Aline!- replico varias veces el duque llamando a su esposa, pero ella nunca respondió.
El duque y sus sirvientes seguían infaustos buscando a la duquesa, ahora, el duque Lovecraft estaba realmente alarmado, ya habían pasado varias horas desde que salieron a la búsqueda y no las encontraban, a pesar de que, ya se habían internado completamente en el bosque, parecía como si estuvieran dando vueltas en círculos porque varias veces pasaron por un viejo roble que tenía labradas en el tronco una inscripciones en una lengua extraña.
Un tiempo después, uno de los sirvientes se dirigió hacia el duque alarmado.
-Señor, hemos encontrado a su hija- El rostro del duque se llenó de alegría -Dime- exclamo –Dime donde esta- El sirviente más joven señalo con la mano derecha un par de arbustos que no estaban muy lejos de ellos, el duque Lovecraft corrió enseguida con gran devoción y aparto de inmediato los arbustos de su vista y contemplo aliviado a su pequeña hija durmiendo tranquilamente sobre la hierba, rodeada de un sinfín de luciérnagas que alumbraban su pequeño contorno. Se puso de rodillas y acaricio las mejillas de la niña, parecía un ángel, un limpio y puro ángel durmiendo, la tomo con delicadeza entre ambos brazos y la cubrió entre su pecho; se puso de pie y volvió con calma hacia donde estaban los criados.
-Mi esposa no estaba con ella- menciono el joven conde con melancolía
-Es mejor volver por el momento, señor- le dijo uno de los criados
-Mañana saldré a buscarla, no me explico que habrá pasado; mi hija está bien, nadie le ha hecho daño- dijo el duque
-No cree usted que…- murmuro tajantemente el sirviente de mayor estatura
-¿Qué me haya dejado…?- continuo el duque con la oración anterior –No lo sé- respondió
El duque miro blandamente a su hija y noto entonces aquel nuevo collar que llevaba colgando de su frágil pecho, lo palpo y observo extrañado las pequeñas chispas plateadas que desteñían de la joya -¿Una libélula?- pensó al ver el dije colgando -Scarlet- musito en voz baja al leer las inscripciones del pecho de la libélula.
Y así pasaron dieciséis años desde que la madre de Scarlet desapareció de la tierra mortal. El conde Lovecraft jamás volvió a contraer matrimonio con alguna otra mujer. Scarlet ahora tiene 17 años, creció siendo una niña agraciada pero sin el amor de una madre, algo que a ella no le afecto en nada, pues con su padre tiene todo lo que necesita y lo que quiere. Scarlet es incluso más bella que su madre, sus cabellos son tan largos que le llegan a la cintura, tan lacios que parecen hilazas de seda y son principalmente tan rojizos como los de su padre. Su silueta es delgada y delicada y su piel es tersa, tanto como los pétalos de las rosas rojas, pero eran sus ojos, sus ojos aceitunados los que se robaban la atención de su padre. Scarlet no era para nada parecida a su madre, ni físicamente ni espiritualmente.
Cada año, el 24 de junio, el duque lovecraft y su hija cenaban juntos en el comedor principal del castillo, el duque le prohibía salir esa noche a su hija porque, tenía el temor de que desapareciera al igual que esa misma noche, hace 16 años desapareció su madre. Sin embargo, el Duque jamás le explico a Scarlet el porqué de la ausencia de una madre, y ella nunca pregunto.
Fue una noche cuando, Scarlet se encontraba sentada junto al piano, sin producir melodía alguna, si padre entro al estudio y se sentó a su lado. El duque comenzó a tocar “La primavera” de Vivaldi, sus dedos se deslizaban rápidamente sobre las teclas del piano mientras Scarlet solo veía antipáticamente. Entonces, el duque ceso la melodía dando un ruidoso estruendo con las teclas del piano de cola, entorno sus ojos azules hacia su hija y la tomo de la mano –Tu madre quería que aprendieras a tocar el piano- murmuro el conde sin darse cuenta -¿mi madre?- replico Scarlet un tanto furiosa –¡No he sabido nada de mi madre por 17 años y ahora tú la mencionas de la nada!, no me gusta el piano- concluyo soltando la mano de su padre, se puso de pie y se encamino hacia la puerta de madera -Yo tampoco sé que paso con tu madre- dijo el duque en voz baja, Scarlet se dio la media vuelta y salió rápidamente del estudio cerrando la puerta estrepitosamente.
Scarlet había crecido alejada de toda civilización, su padre, la había protegido en el castillo, apenas la dejaba salir a los jardines y jamás la trataba con extraños; recibía educación privada en el castillo y nunca había conocido a alguien que no fuese de la familia. El único amigo fiel que tenía era un gato persa blanco que su padre le regalo cuando cumplió diez años, al cual puso por nombre Clyde, Scarlet amaba a su gato. Era una chica un tanto melancólica y solitaria, solía estar siempre leyendo o escribiendo poesía, además, disfrutaba también escuchar música clásica y un poco de rock, principalmente de bandas británicas como Sex pistols, The Who, The Clash, The cure, Led Zeppelin, The Rolling Stones y Black Sabath. Scarlet también era una chica que amaba leer escritores que formaban parte de la corriente romántica, Poe era su favorito. Su padre le regalaba toda clase de libros y de discos de la música que ella adoraba. Desde aquella vez que Scarlet replico que odiaba el piano, su padre dejo de insistirle sobre el instrumento, pero ella no quería un piano, o un violín, Scarlet estaba siendo atraída por aquel instrumento que parecía una guitarra pero su sonido era mucho más grueso: Scarlet quería un bajo eléctrico.
Su padre entonces le regalo de inmediato un Violonchelo, pues él quería que Scarlet tocara algún instrumento clásico, Scarlet lo acepto de inmediato pues sabía que primero tenía que aprender con lo que fuera, pues de todos modos, la manera de tocar el chelo no es tan diferente de tocar el bajo. Por meses y varios años, Scarlet tuvo clases privadas de chelo hasta que se volvió una experta en la materia. Sentía la música, sentía la música fluyendo a través de sus venas, de sus arterias y de su corazón, disfrutaba tocar melodías de Zeppelin y lo Rolling Stones en el chelo, Scarlet era verdaderamente buena con el instrumento, pero ella ahora lo que quería era un bajo eléctrico pero sabía que su padre nunca le regalaría uno.
Scarlet amaba el color scarlata, casi como el violeta, amaba usar vestidos de colores oscuros, algo que reflejaba su personalidad de niña solitaria y aislada, su padre nunca la dejo usar pantalones porque decía que eso era solo para chicos, pero a Scarlet realmente le agradaba usar vestidos. Continuamente llevaba el cabello suelto y siempre colgaba de su cuello un collar plateado con un dije de forma de libélula y su nombre escrito en ella, Scarlet nunca se quitaba el collar y siempre pensó que su padre se lo había dado y fue por eso que, nunca dudo en preguntar sobre el origen de la cadena, además que con ella puesta sentía una infinita paz en su alma.
Scarlet Isbell Lovecraft era una chica muy tranquila, pura, su corazón aun no conocía la maldad, amaba la naturaleza y por eso pintaba paisajes al óleo que colgaba después en su habitación, de la cual, el papel tapiz estaba cuidadosamente pintado con paisajes de bosques, hadas, duendes y sirenas. Además que odiaba los gritos y las peleas y era extremadamente sensible, tanto que, un hermoso amanecer podía hacerla romper en llanto.Gustos y disgustos:Scarlet ama la literatura, escribir y la poesia, tambien la naturaleza y le encanta ver el anochecer, ademas tambien le gusta mucho tocar el violonchelo pero lo que realmente quiere es tener un bajo electrico (el cual no varia mucho del chelo). Tambien le gustan mucho los gatos, ella tiene un gato persa blanco de nombre Clyde, le gusta tambien escuchar musica clasica y rock; pero en cambio, odia cualquier cosa que se interponga entre la paz, como las peleas y los gritos, aquellos que maltratan a los animales y que acaban con la naturaleza, a todos aquellos que piensan que la literatura es una basura, pero en especial se porta de manera muy apatica cuando alguien menciona a su madre, ya que ella no vivio con Scarlet por lo que realmente no le importa nada sobre su madre. Ademas tambien le gusta que todo este en orden y es extremadamente limpia, le gusta tambien la quimica y las matematicas. No odia muchas cosas porque ella piensa que el mundo es un lugar bello en el cual si no existieran los hombres seria un lugar mejor, ya que es el humano el que destruye el planeta.-Color para rolear:Violeta-Extras:Es vegetariana, odia comer carne y ver todo tipo de maltrato hacia los animales. Ademas tambien siempre lleva con ella un collar con un dije de libelula que tiene en el grabado su nombre. Casi nunca se amarra el cabello y siempre usa vestidos de colores oscuros. Otro dato curioso es que nacio el mismo dia en que sus padres contrajeron matrimonio pero cinco años despues, Scarlet llego al mundo en plena Noche de San Juan. Ademas siempre se ha sentido atraida por las criaturas magicas como Hadas, Elfos, Duendes, Sirenas, Ondinas y toda clase de criaturas de ese tipo, ella en realidad cree que existen; ella piensa esto porque ha leido libros que hablan sobre este tipo de criaturas pues libros con esta tematica son sus favoritos. Como ama escribir, tiene un diario del tamaño de una libreta estandar, la portada es verde decorada con naturaleza muerta, las hojas son ecologicas y casi todas las noches suele escribir pequeños fragmentos de poemas, todo lo que hace en la vida, sus sueños y aspiraciones. Otra cosa es que como su nombre es un poco largo "Scarlet Isbell Lovecraft", ella suele escribir unicamente "Scarlet I. Lovecraft".
Aun no lograba entender cual era el proposito de mi padre al enviarme a una escuela de musica. El siempre decia "Scarlet, tocas muy bien el chelo pero debes afinar tus habilidades musicales aprendiendo a dominar los demas instrumentos"... y es ahi donde venia a mi mente la imagen repugnante de un piano; aquella charla siempre terminaba en gritos y desesperacion, siempre salia del estudio a paso rapido cerrando la puerta de un golpe.
"No necesito otros instrumentos" le repetia siempre a mi padre, "Estoy bien con mi chelo, ademas padre, lo que si realmente quiero es un bajo...un bajo electrico", volteaba a ver la alfombra de mi habitacion pues no me atrevia a encarar a mi padre, entonces el me decia siempre lo mismo "Scarlet...hija mia, no eres como cualquier chica, tienes la elegancia de una rosa, eres tan fina como este candelabro de 30,000 euros, eres de una familia noble, no dejare que toques instrumentos de los plebeyos..."
"¿De los plebeyos?, ¿de los plebeyos?...¿Acaso Jimi Hendrix era un plebeyo... bueno talvez si lo era"
Pero ya estoy aqui, y ahora ya ni llorar es bueno. Al parecer esta escuela es muy prestigiosa, no se si es pagada, solo se que estoy aqui, los pasillos son muy amplios y el olor a limpia-pisos esta empezando a molestar mi nariz, me dirijo al salon no. 7, una amable empleada me dijo que si seguia caminando derecho encontraria una puerta de metal con el numero 7 en ella.
Y asi fue. Me detuve por un momento frente al portal, aspire delicadamente una ultima vez aquel olor a pinos y cipreses del limpia-pisos pues me recordaba a mi hojar y empuñe mi mano derecha en el pomulo de metal de la puerta, sostuve en mi hombro derecho la bolsa carmesi en donde llevaba un par de libretas, lapiceros de colores, lapices, en fin... utiles escolares, pero tambien llevaba aquella libreta en la que escribia todas las noches, llevaba... mi diario.
Me sorprendio mucho que no habia mas alma en el salo que la mia, al parecer ni el profesor habia llegado aun, pense que ya era tarde, o talvez yo sali muy temprano porque siempre tenia la costumbre de adelantar mi reloj 20 minutos para llegar a tiempo. Entonces me relaje y camine con total libertad por la estancia, el salon era bastante amplio y los pupitres eran todos blancos, al igual que la pared, al igual que la pizarra.
Junto al escritorio del profesor habian varios instrumentos, un par de guitarras acusticas, y un violin, pero me emocione totalmente al contemplar un bajo electrico, ahi, solito casi a tres metros de las guitarras, me acerque y pase mis manos sobre el, toque sus cuatro cuerdas y observe muy bien cada detalle. Entonces gire a mis espaldas y al fondo del salon observe una bateria, era la primera vez que veia una en vivo, pero... junto a ella, en el otro rincon habia... habia un piano de cola. Me gire de nuevo un poco frustrada fingiendo buscar un lugar en donde sentarme, bueno, en realidad fue asi.
Camine hasta el primer pupitre de la primera fila, estaba casi pegada al escritorio del profesor, pero habia escojido ese asiento porque estaba pegado a la pared, y junto a ella habia una ventana. Deje mi bolsa sobre mi pequeña mesita cuadrangular y tome asiento finalmente, observe entonces a travez de la ventana, el jardin, el jardin del instituto, no era mas hermoso que el jardin que tenia en el castillo, pero era realmente de admirar.
"No necesito otros instrumentos" le repetia siempre a mi padre, "Estoy bien con mi chelo, ademas padre, lo que si realmente quiero es un bajo...un bajo electrico", volteaba a ver la alfombra de mi habitacion pues no me atrevia a encarar a mi padre, entonces el me decia siempre lo mismo "Scarlet...hija mia, no eres como cualquier chica, tienes la elegancia de una rosa, eres tan fina como este candelabro de 30,000 euros, eres de una familia noble, no dejare que toques instrumentos de los plebeyos..."
"¿De los plebeyos?, ¿de los plebeyos?...¿Acaso Jimi Hendrix era un plebeyo... bueno talvez si lo era"
Pero ya estoy aqui, y ahora ya ni llorar es bueno. Al parecer esta escuela es muy prestigiosa, no se si es pagada, solo se que estoy aqui, los pasillos son muy amplios y el olor a limpia-pisos esta empezando a molestar mi nariz, me dirijo al salon no. 7, una amable empleada me dijo que si seguia caminando derecho encontraria una puerta de metal con el numero 7 en ella.
Y asi fue. Me detuve por un momento frente al portal, aspire delicadamente una ultima vez aquel olor a pinos y cipreses del limpia-pisos pues me recordaba a mi hojar y empuñe mi mano derecha en el pomulo de metal de la puerta, sostuve en mi hombro derecho la bolsa carmesi en donde llevaba un par de libretas, lapiceros de colores, lapices, en fin... utiles escolares, pero tambien llevaba aquella libreta en la que escribia todas las noches, llevaba... mi diario.
Me sorprendio mucho que no habia mas alma en el salo que la mia, al parecer ni el profesor habia llegado aun, pense que ya era tarde, o talvez yo sali muy temprano porque siempre tenia la costumbre de adelantar mi reloj 20 minutos para llegar a tiempo. Entonces me relaje y camine con total libertad por la estancia, el salon era bastante amplio y los pupitres eran todos blancos, al igual que la pared, al igual que la pizarra.
Junto al escritorio del profesor habian varios instrumentos, un par de guitarras acusticas, y un violin, pero me emocione totalmente al contemplar un bajo electrico, ahi, solito casi a tres metros de las guitarras, me acerque y pase mis manos sobre el, toque sus cuatro cuerdas y observe muy bien cada detalle. Entonces gire a mis espaldas y al fondo del salon observe una bateria, era la primera vez que veia una en vivo, pero... junto a ella, en el otro rincon habia... habia un piano de cola. Me gire de nuevo un poco frustrada fingiendo buscar un lugar en donde sentarme, bueno, en realidad fue asi.
Camine hasta el primer pupitre de la primera fila, estaba casi pegada al escritorio del profesor, pero habia escojido ese asiento porque estaba pegado a la pared, y junto a ella habia una ventana. Deje mi bolsa sobre mi pequeña mesita cuadrangular y tome asiento finalmente, observe entonces a travez de la ventana, el jardin, el jardin del instituto, no era mas hermoso que el jardin que tenia en el castillo, pero era realmente de admirar.
Última edición por Scarlet el Sáb Dic 24, 2011 3:54 pm, editado 5 veces
Re: Ongaku chūgakkō(Rol)
- Spoiler:
- -Nombre y apellido: Kwon Yongh
-Ciudad: Corea del sur
-Sexo: Masculino
-Instrumento favorito: La guitarra
-Materia: Enseñansa de los instrumentos
-Historia: Hijo de un hombre de negocios, su padre no queria que el estudiara musica asi que se escapo para cumplir sus sueños. Llego a esta increible escuela de musica, destaco mucho en ella hasta llegar a ser uno de los mejores alumnos. Se combirtio en maestro para enseñar lo que mas le gusta la musica.
-Gustos y disgustos:
-Los gatos
-Los dulces
-La lluvia
-Tocar la guitarra
*Los chicos revoltosos
*Las matematicas
-Imagen:
-Color para rolear: Naranja
-Extras: Actualmente tiene 23 años, no tiene novia pero si un gatito llamado Churi, sino esta tocando su guitarra esta comiendo pastel
Era temprano, el despertador sonaba al maximo, tenia que levantarme ya que era el dia de dar clases. No tenia muchas ganas de ir, pero si no hiba me corrian. Soy un flojonaso asi que es normal que no me levante temprano pero ese dia no se porque lo hice.
Apague el despertador y me fui a dar una ducha, revise la contestado "Usted no tiene nuevos mensajes" tipico, me puse la camisa y me serbi una taza de cafe.
Hagarre mi maleta y me fui. Estaba esperando un taxi, es muy vergonzoso que un profesor no tenga un veiculo, me subi a taxi y espere a que me llevara a la escuela, estaba un poco lejos de mi departamento, pero en fi, llegue y me dirigi a la sala de maestros para ver mi horario de clases y desafortunadamente me tocaba dar la primera hora.
-Lo que me faltaba- mientras me dirigia a mi aula.
hiba caminando por el pasillo y vi que una chica estraba al aula, parace ser una alumna, espera a que entrara, camine un poco lento y llegue a la puerta, puse mi mano en el cerrojo y la abri.
Me dirige a mi lugar y vi a la chica.
-Parece que son los unicos que han llegado- les dije mientras acentaba mi maleta en mi mesa.
Última edición por I c h i g o el Sáb Dic 24, 2011 2:06 pm, editado 1 vez
Re: Ongaku chūgakkō(Rol)
- Spoiler:
-Avatar(240x240):
-Nombre y apellido: Harry Brandom
-Ciudad: Seattle-Estados Unidos
-Sexo: Masculino
-Instrumento favorito: Batería
-Historia:
Harry nació en una familia algo disfuncional, sus padres nunca se dirigían la palabra y cuando lo hacían era solo para pelear e insultarse. El no sabía que lado tomar y trataba por todos los medios de llevarse bien con los dos pero estos lo condicionaban a elegir de que lado estaba. Al final sus padres se divorciaron y su madre se llevo a Harry, después de esto la relación con su padre ya no fue igual pues el creía que ahora Harry era el espía de su madre.
Harry creció con el trauma de tratar siempre de agradarle a sus padres y con el paso del tiempo esto llego a limites de desear agradarle a todo el mundo. Decidió aprender a tocar la batería desde que un amigo le dijo que eso lo ayudaba a sacar su furia y frustración.
-Gustos y disgustos:
+Los animales son su debilidad, en especial los cachorros.
+La comida
+Música
+Que le digan que es agradable (?)
-Gritos, insultos y demás.
-Ser rechazado
-Gente engreída
-Alcohol
-Imagen:
Harry
Harry
-Color para rolear: #C19A6B
-Extras:
*Es algo despistado y en ocasiones olvida las cosas, causándole muchos problemas
*Suele ponerse muy nervioso cuando escucha gritos.
Las clases al fin habían comenzado, me hacía mucha ilusión conocer nuevas personas y esperaba tener muchos amigos en esta nueva escuela. Yo no era el típico chico popular, es mas, ni siquiera lograba llamar la atención pero me esforzaría como todos los años anteriores en las otras escuelas. Muchos podrían pensar que ninguno de mis antiguos compañeros fue mi amigo... realmente yo solo parecía el sirviente o el payaso del grupo pero eso me bastaba, era mejor que estar solo y ser molestado constantemente por ellos.
Mi madre me sacudió un poco al llegar a la escuela, como siempre me había perdido en mis pensamientos, me disculpe con ella para recibir una sonrisa de su parte, hace muchos años atrás había descubierto que a mamá le gustaba mucho que la gente le pidiera perdón, tal vez por eso no soportaba a papá. Deje estos pensamientos de lado y me despedí de ella de una forma normal, sin pasarme de empalagoso y molesto, mamá odiaba esto, otra razón por la cual siempre le estaba gritando a papá.
Al bajar del auto mire la escuela con una sonrisa dibujada en mi rostro, era bastante linda y presentía que me la pasaría muy bien en este lugar. Empece a caminar decidido a saludar amistosa mente a cualquier persona que se cruzara por mi camino. Para mi mala suerte en todo el trayecto al salón no vi ni siquiera un alma.
-Que extraño.. creo que llegue muy temprano-murmure mientras entraba al salón.
Me quede boquiabierto al ver una chica dentro del salón, y al mismo tiempo me sentí como un tonto, esperaba que no hubiera escuchado aquello, me acerque a ella lentamente y cuando al fin estuve a una distancia prudente decidí hablar.
-Buenos días, mi nombre es Harry-le dije mientras me sentaba justo en el asiento que se encontraba junto a ella.
Parecía una chica rica o al menos esa pinta tenía, no importaba, yo no solía juzgar a la gente por su apariencia aunque muchas veces me habían contado que los chicos ricos no tenían muy buen humor, esperaba que eso solo fueran rumores. Mantuve mi sonrisa esperando a que la chica contestara a mi saludo.
De pronto sentí una extraña presencia (?), gire la cabeza con lentitud para descubrir que el maestro ya se encontraba en el salón, casi pegaba un brinco, lo mire algo apenado y tratando de buscar las palabras adecuadas para disculparme por mi mala educación.
-Lo siento maestro, no me había dado cuenta de su presencia, buenos días-solté algo nervioso.
Solo esperaba agradarle, no quería que pensara que yo era un chico raro o algo así, mire a otro lado aun con las mejillas rojas por el incidente.
Off: Me hicieron editar dos veces ;o;
Ellison- Ecchi Club
- Sexo : Edad : 29 Mensajes : 1800
Puntos Otakus : Reputacion :
Re: Ongaku chūgakkō(Rol)
- Spoiler:
-Nombre y apellido: Nozomu Itoshiki
-Ciudad: Tokio.
-Sexo: MasculinoLOL
-Instrumento favorito: Violín
-Materia(esto solo se aplica si son maestros): [---]
-Historia: Nozumu es un joven de 17 años, aunque asemeje menor edad, sus cabellos son de color semejante a un azul fuerte, con toques de un azul más claro, sus ojos, también son azules, usa ropa bastante elegante, usualmente siempre esta en silencio, prefiere decir las cosas directamente y sin rodeos, no le importa nadie más que él mismo, es egoísta, egolatría, y muchas veces narcisista, no suele relacionarse mucho con la gente, aunque su amor por la música es grande, debido a que en su infancia oía tocar a su hermano mayor, el cuál desapareció un día sin dejar rastros, su padre y su madre murieron en un accidente automovilístico, quedando el al cuidado de su tía, cuando cumplio 15 años, tomo la decisión de seguir el camino de la música.
-Gustos y disgustos: Sus gustos... que le dejen en paz, oir música, y poder caminar bajo la lluvia, le disgustan muchas cosas, entre ellas las multitudes.
-Imagen: (me da lalala ponerla)
-Color para rolear: Cyan~
-Extras: Cuando su apellido y nombre se escriben horizontalmente, se asemeja a Zetsubō (絶望 Desesperación)[hug ame ese anime (?)], tiene una facinación por las cosas dulces, aunque no suele demostrarlo~
Me levante como todos los días, con algo de pereza, no tenía muchas ganar de ir a la escuela, por el simple hecho de que había demasiado sol, en esos días mis ganas por ir a algún lugar eran practicamente nulas. Pero igual me levante, tome una camisa blanca y sobre ella coloque un saco de terciopelo color azul, junto con ello me puse unos pantalones cortos del mismo color y material. Me acomode un poco el cabello, y tome el instrumento que estaba ensima de una repisa, pase la cinta por mi hombro, y salí del cuarto, observando por última vez una foto que descanzaba en la mesa de noche.
Camine a la cocina, encontrandome con mi tía, la cuál preparaba ya el desayuno, le observe por unos minutos, dando una mirada melancolica enserio que me sorprendia que esa mujer aun no sé hubiera casado, puesto que era realmente bella, lo que más me gustaba era su cabello rubio y risado, sus ojos eran mieles, tan opuesto a mi y a mi madre, ella sintio al parecer mi presencia, puesto que voltio la mirada y me dedico una cálida sonrisa a lo cúal sólo respondi con un gesto minimo de alegria.
-Que tengas buen día Ito-chan-
-No me gusta que me digas así tía-
-Vamos, no te enojes-
-Como sea, nos vemos, me voy-
No dije más y salí de la casa, en camino a la escuela, mire por todos lados, esperando que no me encontrara con algún conocido, suspire, y segui. Esperaba no tener que involucrarme mucho con alguna de esas extrañas multitudes que solian formarse en los salones. Pasaron algunos segundos antes de que llegara a mi destino, me di cuenta de que era una gran edificación, más grande de lo que esperaba. Entre y porque no admitirlo estaba algo nervioso, había pasado tiempo desde que había ido a una escuela; puesto que mi educación estuvo a cargo de mi tía en casa. Saque el mapa que me dieron el día de mi inscripción. Eche un vistazo, y le guarde.
En los pasillos no via mucha gente, al menos eso me alegraba un poco, me fije en los numeros para encontrar mi salon. Al momento de entrar vi a dos alumnos, una chica y un chico, les mire fijamente, quite la vista bruptamente para después ver al maestro. Ah! Era todo un vago, pero en fin.
-Buenos días, supongo- Me pase de largo y me sente en algún lugar alejado, dejando el instrumento a un lado.
Re: Ongaku chūgakkō(Rol)
- Spoiler:
- •Raven Skillrose
•Helsinki, Finlandia
•Femenino
•Piano
•Nacida en Helsinki, Finlandia, "Lintu" como esta chica se hace llamar, es hija única de una Artista & un Arqueólogo muy adinerados, a quienes no ve muy seguido ya que prácticamente desde que nació la enviaron a su residencia en Tokio, herencia que le dejaron a la chica sus abuelos, bajo los cuidados de su Mayordomo Hendrick. Aunque muchos a primera vista asuman que ella se inclina más por instrumentos referentes a música Rock & demas, e totalmente lo contrario, su pasion es el Piano, aunque no deja de lado instrumentos como el bajo & la guitarra elécticos. Ella se mantiene bajo auto-superación constante se pone metas así misma, como acostumbra siempre, la música es su vida, por eso decidio ir por su propia cuenta a esta Escuela de Música, prefiere ir a un lugar donde se pueda dedicar a algo que en serio le gusta & no sentirse encerrada en una Masión que lo tiene todo pero que la mismo tiempo la hace sentir vacía. En personalidad es muy vanguardista, directa, fria, calculadora, cruda, sarcástica pero muy educada & repetuosa, le cuesta mucho relacionarse con los demás, es muy apartada & prefiere hacer las cosas sola, detesta las personas hiperactivas & controladoras, es de mente muy abierta pero a la vez muy soñadora, nunca sabes lo que tiene en mente, es muy espontanea & amigable, pero le es muy dificil mostrar su lado amable, tienes que ganarte su confianza ya que siempre esta a la defensiva & atenta, cuando la conoces llega a ser muy comprensiva & entiende muy bien los sentimientos de los demas, se preocupa mas por otros que por ella misma.
•Gustos:
-El piano
-Los días oscuros & Atardeceres
-Leer, cantar
-Origami, las Rosas
-Dibujar, jugar con "Hechizo"
-Chocolate Amargo
•Disgustos:
-Personas Hiperactivas
-Mala educación
-El sol, la carne
-Que le digan que hacer
-Llorar o que la vean llorando
-Que la tachen de rara
•Extras: Su meta en la Escuela de Música es aprender a tocar todos los instrumentos posibles & ser la destacada de la clase, pero al mismo tiempo la que tenga muchos amigos, sabe que le tomara tiempo pero está dispuesta a lograrlo. Tiene como mascota a un cachorro de Siberian Huskee llamado "Hechizo" que jamás se separa de ella, e intenta ocultar todas la travesuras que este puede llegar a hacer, probablemente el único hiperactivo al que se aguante [Nadie sabe que exista un Huskee en el Instituto], algo que odia es que la fastidien, cuando eso sucede, nada mas se coloca sus audífonos & ve como el otro mueve sus labios nada mas, lo considera divertido, como es la chica rockera siempre la veras con sus cinturones alusivos a su estilo mechones de colores en el cabello & su vestimenta negra, pero odia que le queden mirando "¿soy o me parezco?" "¿Tengo monitos en la cara?" es lo que usualmente responde & cuando la interrumpes si esta a solas dice "¡Callate que escucho el silencio!" "¡Multiplícate por 0!" o cosas así, le gusta Catar vinos & los Capuccinos, sabe tocar Cello. Siempre lleva una Rosa de diferente color en una especie de colgante enredado en sus cadenas & sus cosas siempre huelen a dichas flores ya que si no tiene Rosas, no es "Lintu"
Al fin iba a la Escuela de Música, Hendrick se puso mas raro de lo normal con eso de "cuidese señorita" "recuerde sus modales" & toda esa palabrería, aunque de una u otra manera lo entendía, Japón no era algo nuevo para mi pero nunca había salido de esas cuatro paredes & nunca había interactuado mas que con Hechizo en mi tiempo libre. Estabamos por llegar, no me daba cuenta aún porque tenía mis audífonos a full, -Señorita..Hemos llegado- pero no le puse atenación alguna, ya que ni le escuchaba, solo veía que su boca se movía *Hahaha que Gracioso...Pfff!!* entonces sentí que algo salía de mi mochila & me lamía el cuello, era Hechizo...-¿Eh? ¿Llegamos? ¡Hechizo que haces acá! E-entra en la mochila lobito bobo...- decía en voz baja, entonces bajé de el auto & cerré la puerta de golpe -Nos vemos Hendrick avisa a mi Padre & a mi Madre ¿si?- paré en seco en frente del instituto, era enorme *Vaya me imaginaba algo diferente* fui entrando mientras caminaba vagamente hacia el Salón, giré el picaporte & entré cuidadosamente miré hacia los lados...No había casi nadie -Creo que madrugué mas de lo normal- dije entre dientes, en voz muy baja -Muy buenos días- sonreí -Mi nombre es Raven Skillrose, un Gusto- dije dirigiendome a todos, sin mas preámbulo tomé asiento adelante en la fila de en medio, para tener mejor panorama *¡Ufff! Que cansancio, creo que tomaré esté lugar* tiré mi mochila al suelo, sin recordar que ahí estaba mi "lobo feroz" nada mas se escuchó un pequeño "wan" rompiendo el silencio -Ups! Lo siento...- le dije agachandome para sacar lápiz & papel, miré al sensei a ver si lo había notado pero tenía más cara de flojo que otra cosa así que no me preocupé *Qué entusiasmo..*, dije sarcástica esperando que llegara más gente, mientras, me entretuve dibujando.
Re: Ongaku chūgakkō(Rol)
- Ficha de Scarlet:
- -Nombre y apellido: Scarlet Isbell Lovecraft
-Edad: 17 años
-Ciudad: Londres, Inglaterra
-Sexo: Femenino
-Instrumento favorito: Bajo electrico
-HistoriaEn un antiguo castillo, más allá de las montañas y la maleza, en plena noche de San Juan nació una dulce, pequeña y adorable niña con ojos del color de la aceituna. La pequeña había venido al mundo bajo el manto de una de las familias más nobles del Reino Unido: La familia Lovecraft. Su padre, el duque Neil F. Lovecraft había desposado a una hermosa doncella con cabellos de hilo de plata; hija de un barón rico propietario de muchas tierras y numerosos viñedos. El barón decidió dar en matrimonio, la mano de su más pequeña y agraciada hija ha dicho duque que la pretendía.
Y fue así cuando, un 24 de junio los jóvenes aristócratas contrajeron nupcias, allá, en el Castillo Lovecraft. Aquel baile bajo la luz de la luna gris fue como ninguno. Nobles, aristócratas y la realeza asistieron. Los jardines encantados estaban poblados de miles de lucecitas blancas y amarillas, hadas y elfos revoloteaban entre los arbustos, duendes y trolls se escondían entre las sombras de los árboles del bosque; las criaturas mágicas estaban desatadas, pues; después de todo…era plena noche de San Juan.
Ese noche, o tal vez día, puesto que el crepúsculo comenzaba a abrirle paso al sol, cuando las estrellas doradas regresaban a su hogar más allá de las nubes blancas; antes de que, las puertas mágicas se cerraran por completo, una sombra, alta y fornida pero delicada, observaba con gran devoción la última pieza que danzaba el Duque Lovecraft y su amada esposa: Claro de Luna, de aquel que una vez llevo por nombre Beethoven.
Los ojos malva de la criatura destellaron cuan estrellas centellantes, no apartaban la vista de la bella dama que con gracia se deslizaba sobre la hierba, el vestido blanco que usaba la hacía ver como la más pura hada. El duque, un joven bien parecido estaba totalmente impecable, su cabello largo y ligeramente ondulado flotaba entre el viento mientras las luciérnagas y libélulas se enrollaban en él.
La melodía termino y la magia concluyo. Los ojos azules del duque, miraron con esperanza y delicadeza los ojos verdes de su esposa, ambos, aun tomados de la mano, se sonrieron el uno al otro. La doncella se aferró al pecho de su esposo mientras este le acariciaba sus largos y lacios cabellos albinos. Parecía como si el tiempo estuviera distante, como si los segundos y minutos no avanzaran nunca más, y fue así, como la noche se ocultó otra vez y los rayos del sol inundaron los jardines del castillo. La duquesa Lovecraft recobro la mirada y observo frente a ella, a espaldas de su esposo, una silueta alta, incluso más alta, era un joven, parecía tener la edad de su esposo; era…un joven de cabellos castaños casi tan largos como los suyos. Su piel era tan blanca y pálida, y sus ojos desteñían un extraño brillo color malva, llevaba pantalones finos de seda color negro y una camisa con tres botones también de seda pero de color blanco, tan blanco como el marfil; además, en su costado derecho portaba una filosa espada de platino con mango de oro. Sus cabellos caían como agua de cascada por su rostro, parecía perdido y desorientado.
La duquesa fijo su mirada hacia el extraño y pensó que tal vez era hijo de algún aristócrata que había acudido a la celebración. El duque Lovecraft aparto su mano de la de su esposa y besando tiernamente su mejilla partió por un segundo a despedir a los nobles invitados. La doncella, se aproximó entonces hacia el joven que seguía estático en el mismo lugar, contemplándola; sonrió y con voz melodiosa digna de un ángel exclamo -¿De qué familia eres? ¿Estás perdido?- El chico parpadeo un par de veces y después de un silencio respondió simplemente –No-
Desde aquel día, la duquesa no pudo dejar de pensar en ese chico y no sabía por qué. Desde aquel día, jamás volvió a verlo en los jardines ni el bosque, pero hubo una noche en que tuvo un extraño sueño, y en su sueño, aquel joven le menciono su nombre, Elessar. También le dijo que él no era de esta tierra, que el venia de un lugar muy lejos de aquí, más allá de las cascadas y del bosque negro, más allá de las estrellas. Le conto historias de su gente, de la hermosa ciudad donde vivían, la cual le llamaban Eldamar. Le dijo también que, aquella noche de San Juan había sido atraído hacia ese jardín mágico al escuchar las maravillosas piezas de música tocadas al piano. Fue entonces, cuando mucho tiempo después, la duquesa comenzó a sospechar que no era un humano y entonces, en otro de sus sueños le pregunto -¿Qué eres tú?- el muchacho, después de pensarlo mucho, descubrió por completo su rostro ocultando sus cabellos tras sus oídos; el rostro de Aline se llenó de júbilo y sorpresa, no faltaba explicar con palabras la identidad del joven.
-Eldamar suena un lugar maravilloso- susurro Aline -Quisiera conocerlo algún día- replico -Elessar… ¿Por qué solo puedo verte aquí? ¿Por qué no puedo verte en el bosque, como ese día?- pregunto Aline curiosa -porque solo me permiten venir a este mundo en la Noche de San Juan…-
Pasados ya cinco años de aquel matrimonio, se dio anuncio entre la nobleza de Gran Bretaña que, el duque Lovecraft y su esposa iban a tener un hijo, su primer hijo y heredero de todas las tierras y riquezas de la familia Lovecraft. Aquella noche finalmente llego y entre gritos, lágrimas y alegría nació la heredera. La madre cargo por primera vez entre sus brazos a su pequeña hija, la niña abrió los ojos lentamente, eran verdes aceitunados como los de su madre. El duque estaba que rebosaba de alegría y de inmediato mando a traer a los mejores artesanos para hacer la cuna de la niña.
El conde tomo a su hija en brazos arrullándola tiernamente.
-¿No es curioso?- pregunto a su esposa aun en cama
-¿El qué?-
-24 de junio- respondió el conde aun sosteniendo a su hija -exactamente hace cinco años, esta misma noche… la niña ha nacido el mismo día en que contrajimos matrimonio-
La duquesa desvió la mirada hacia la ventana abierta de la habitación, observo el cielo despejado y el viento que revoloteaba entre las hojas de los árboles, entonces distinguió entre la oscuridad unos hermosos ojos malva.
-¿No es maravilloso?- exclamo el duque
-Claro…- respondió cortante Aline
Una semana había pasado desde el nacimiento de la niña. El duque la lleno de comodidades y cuantas riquezas tuvo, estaba extasiado con su primera hija, pero la pequeña aun no tenía un nombre. Entonces una noche junto al lago, el duque le pregunto a su esposa
-¿Qué nombre te gustaría que llevara nuestra hija?-
La duquesa sostuvo entre sus brazos a la bebe que reía felizmente –No se…- respondió con la mirada perdida en la luna -¿no te gustaría “Luna”?-
El conde perdió la vista de inmediato en la luna, al igual que su esposa, observo, aquel reflejo carmesí que expulsaba el astro hacia el lago, inundándolo todo de un dulce color escarlata -Scarlet…- susurro el duque. Aline sonrió tiernamente hacia su hija -Scarlet suena mágico- suspiro -Scarlet será entonces…- dijo el duque
-El segundo nombre de mi abuelo era Isbell- exclamo la duquesa. El conde sonrió y exhalo -Scarlet Isbell Lovecraft- dijo en voz alta -¡ese es tu nombre!- exclamo acariciando la mejilla derecha de su hija.
Había pasado ya un año desde el nacimiento de Scarlet I. Lovecraft.
La niña estaba creciendo en una familia amorosa, con su padre y su madre, nada le faltaba. Las primeras hileras de cabello comenzaban a poblar su cabeza. Tenía el cabello de su padre, rojizo hasta tirarle al color escarlata; pero lacio y sedoso como el de su madre al igual que sus ojos verdes, pero su piel era tan blanca y fina como la de su padre. La niña era realmente agraciada.
Era otro 24 de junio, un año había pasado ya. El duque había desertado todos los preparativos para la fiesta de su hija, puesto que su esposa así se lo había indicado, ya que por alguna razón no quería gente en el castillo.
El duque Lovecraft tomo en brazos a su hija y la elevo hasta la altura de su rostro, Scarlet sonreía mientras tocaba las mejillas de su padre, entonces, Aline salió al corredor y observo de nuevo la misma luna que veía cada Noche de San Juan. Cierto grado de melancolía se reflejó en su rostro, el duque soltó a su hija y se entorno hacia su esposa.
-Saldré por un rato a caminar- Aline le susurro a su esposo -iré con la niña- le dijo mientras tomaba a la pequeña Scarlet en sus brazos. El rostro del duque se tornó sorpresivo y confundido a la vez mientras veía como su esposa y su hija se alejaban entre la maleza del bosque.
La oscuridad se hacía cada vez más patente a medida que Aline se iba internando en el bosque. Sentia aquella extraña sensación que había sentido cada noche de San Juan. Las luciérnagas inundaban los pasillos escondidos del bosque y Scarlet sonreía soñadora al ver las luces doradas que volaban junto a ella. Entonces Aline se recargo en un viejo roble y soltó de la mano a Scarlet, suspiro tristemente y se dijo “¿Por qué no puedo ir?”.
Entonces una voz surgió entre las penumbras y respondió “tal vez esta noche si puedas ir”. Una sombra negra fue tomando forma y aquel elfo de ojos malvas apareció físicamente frente a Aline, esta sonrió como nunca antes lo había hecho en mucho tiempo. El elfo entorno la vista hacia la niña que jugaba entre las luciérnagas, se acercó tranquilamente y la tomo con dulzura entre sus brazos. –Tu hija…- susurro sonriendo, Aline asintió. –Tiene tus mismos ojos- exclamo -Déjame hacerle un regalo- replico –Scarlet es su nombre ¿cierto?-
-Así es- respondió Aline.
El elfo saco de entre sus bolsillos un pequeño dije de plata, uno que tenía la forma de una libélula, tomo una delgada estaca de madera del suelo y escribió delicadamente “Scarlet” en el cuerpo de la libélula. Tomo unas hojas verdes y las entrelazo haciendo la forma de una cadena, la empuño fuertemente en su mano derecha y al ver las abrir los dedos, las hojas se habían transformado en una hermosa cadena de plata; fundió el dije a la cadena y se la mostro a Aline.
-Es hermosa- exclamo la duquesa
El elfo entonces, coloco la cadena entre el cuello de la niña. –Crecerás siendo una joven agraciada- susurro
-¿Podemos ir?- pregunto Aline -¿podemos ir a Eldamar?-
-Solo por esta noche- le dijo el elfo soltando a Scarlet. Aline tomo a su hija de la mano y sonriendo se dirigió al elfo -¡Vamos!- exclamo
El elfo entonces negó con la cabeza -Solo me es permitido llevar a un humano- dijo viendo a la niña. –No puedo dejarla- exclamo Aline -Entonces hasta el próximo año, o el próximo, o el próximo…-
Aline bajo la mirada –está bien, ella se queda- Exclamo soltando a Scarlet y dejándola caer entre la hierba -Espera- dijo el elfo -Hare algo para protegerla- Entonces, el elfo se aproximó ante la pequeña y la encerró en un círculo de luz blanca -mientras ella este dentro del círculo, de la luz, ninguna entidad oscura podrá tocarla-
El elfo extendió la mano a Aline y ambos se aproximaron hacia la luz dorada que cubria un extraño portal formado de ramas de viejos cipreses secos; hasta que, se fueron fundiendo entre tan exquisita luminosidad.
Habían pasado alrededor de tres horas y Scarlet ya había quedado dormida en un profundo sueño. El circulo de luz blanquecina aun rodeaba su pequeña silueta mientras las luciérnagas alumbraban su alrededor. Era una escena realmente dulce, la niña con toda su inocencia dormía plácidamente sobre la hierba entre unos arbustos con pequeños frutos rojos.
El duque Lovecraft comenzaba a preocuparse por la ausencia de su esposa, puesto que, el crepúsculo ya había caído completamente y sabía que en el bosque no había iluminación alguna, entonces, llamo a un par de criados y los tres salieron en la búsqueda de su esposa y su pequeña hija. Se internaron en el bosque, no llevaban antorchas ni ningún tipo de fuente de luz, sin embargo, aquellas luciérnagas juguetonas alumbraban su camino y entonces el duque recordó, esa noche hace seis años, la noche de sus nupcias; recordó como su esposa y el bailaban entre las luciérnagas al paso del sonido dulce del piano.
-¡Aline!- replico varias veces el duque llamando a su esposa, pero ella nunca respondió.
El duque y sus sirvientes seguían infaustos buscando a la duquesa, ahora, el duque Lovecraft estaba realmente alarmado, ya habían pasado varias horas desde que salieron a la búsqueda y no las encontraban, a pesar de que, ya se habían internado completamente en el bosque, parecía como si estuvieran dando vueltas en círculos porque varias veces pasaron por un viejo roble que tenía labradas en el tronco una inscripciones en una lengua extraña.
Un tiempo después, uno de los sirvientes se dirigió hacia el duque alarmado.
-Señor, hemos encontrado a su hija- El rostro del duque se llenó de alegría -Dime- exclamo –Dime donde esta- El sirviente más joven señalo con la mano derecha un par de arbustos que no estaban muy lejos de ellos, el duque Lovecraft corrió enseguida con gran devoción y aparto de inmediato los arbustos de su vista y contemplo aliviado a su pequeña hija durmiendo tranquilamente sobre la hierba, rodeada de un sinfín de luciérnagas que alumbraban su pequeño contorno. Se puso de rodillas y acaricio las mejillas de la niña, parecía un ángel, un limpio y puro ángel durmiendo, la tomo con delicadeza entre ambos brazos y la cubrió entre su pecho; se puso de pie y volvió con calma hacia donde estaban los criados.
-Mi esposa no estaba con ella- menciono el joven conde con melancolía
-Es mejor volver por el momento, señor- le dijo uno de los criados
-Mañana saldré a buscarla, no me explico que habrá pasado; mi hija está bien, nadie le ha hecho daño- dijo el duque
-No cree usted que…- murmuro tajantemente el sirviente de mayor estatura
-¿Qué me haya dejado…?- continuo el duque con la oración anterior –No lo sé- respondió
El duque miro blandamente a su hija y noto entonces aquel nuevo collar que llevaba colgando de su frágil pecho, lo palpo y observo extrañado las pequeñas chispas plateadas que desteñían de la joya -¿Una libélula?- pensó al ver el dije colgando -Scarlet- musito en voz baja al leer las inscripciones del pecho de la libélula.
Y así pasaron dieciséis años desde que la madre de Scarlet desapareció de la tierra mortal. El conde Lovecraft jamás volvió a contraer matrimonio con alguna otra mujer. Scarlet ahora tiene 17 años, creció siendo una niña agraciada pero sin el amor de una madre, algo que a ella no le afecto en nada, pues con su padre tiene todo lo que necesita y lo que quiere. Scarlet es incluso más bella que su madre, sus cabellos son tan largos que le llegan a la cintura, tan lacios que parecen hilazas de seda y son principalmente tan rojizos como los de su padre. Su silueta es delgada y delicada y su piel es tersa, tanto como los pétalos de las rosas rojas, pero eran sus ojos, sus ojos aceitunados los que se robaban la atención de su padre. Scarlet no era para nada parecida a su madre, ni físicamente ni espiritualmente.
Cada año, el 24 de junio, el duque lovecraft y su hija cenaban juntos en el comedor principal del castillo, el duque le prohibía salir esa noche a su hija porque, tenía el temor de que desapareciera al igual que esa misma noche, hace 16 años desapareció su madre. Sin embargo, el Duque jamás le explico a Scarlet el porqué de la ausencia de una madre, y ella nunca pregunto.
Fue una noche cuando, Scarlet se encontraba sentada junto al piano, sin producir melodía alguna, si padre entro al estudio y se sentó a su lado. El duque comenzó a tocar “La primavera” de Vivaldi, sus dedos se deslizaban rápidamente sobre las teclas del piano mientras Scarlet solo veía antipáticamente. Entonces, el duque ceso la melodía dando un ruidoso estruendo con las teclas del piano de cola, entorno sus ojos azules hacia su hija y la tomo de la mano –Tu madre quería que aprendieras a tocar el piano- murmuro el conde sin darse cuenta -¿mi madre?- replico Scarlet un tanto furiosa –¡No he sabido nada de mi madre por 17 años y ahora tú la mencionas de la nada!, no me gusta el piano- concluyo soltando la mano de su padre, se puso de pie y se encamino hacia la puerta de madera -Yo tampoco sé que paso con tu madre- dijo el duque en voz baja, Scarlet se dio la media vuelta y salió rápidamente del estudio cerrando la puerta estrepitosamente.
Scarlet había crecido alejada de toda civilización, su padre, la había protegido en el castillo, apenas la dejaba salir a los jardines y jamás la trataba con extraños; recibía educación privada en el castillo y nunca había conocido a alguien que no fuese de la familia. El único amigo fiel que tenía era un gato persa blanco que su padre le regalo cuando cumplió diez años, al cual puso por nombre Clyde, Scarlet amaba a su gato. Era una chica un tanto melancólica y solitaria, solía estar siempre leyendo o escribiendo poesía, además, disfrutaba también escuchar música clásica y un poco de rock, principalmente de bandas británicas como Sex pistols, The Who, The Clash, The cure, Led Zeppelin, The Rolling Stones y Black Sabath. Scarlet también era una chica que amaba leer escritores que formaban parte de la corriente romántica, Poe era su favorito. Su padre le regalaba toda clase de libros y de discos de la música que ella adoraba. Desde aquella vez que Scarlet replico que odiaba el piano, su padre dejo de insistirle sobre el instrumento, pero ella no quería un piano, o un violín, Scarlet estaba siendo atraída por aquel instrumento que parecía una guitarra pero su sonido era mucho más grueso: Scarlet quería un bajo eléctrico.
Su padre entonces le regalo de inmediato un Violonchelo, pues él quería que Scarlet tocara algún instrumento clásico, Scarlet lo acepto de inmediato pues sabía que primero tenía que aprender con lo que fuera, pues de todos modos, la manera de tocar el chelo no es tan diferente de tocar el bajo. Por meses y varios años, Scarlet tuvo clases privadas de chelo hasta que se volvió una experta en la materia. Sentía la música, sentía la música fluyendo a través de sus venas, de sus arterias y de su corazón, disfrutaba tocar melodías de Zeppelin y lo Rolling Stones en el chelo, Scarlet era verdaderamente buena con el instrumento, pero ella ahora lo que quería era un bajo eléctrico pero sabía que su padre nunca le regalaría uno.
Scarlet amaba el color scarlata, casi como el violeta, amaba usar vestidos de colores oscuros, algo que reflejaba su personalidad de niña solitaria y aislada, su padre nunca la dejo usar pantalones porque decía que eso era solo para chicos, pero a Scarlet realmente le agradaba usar vestidos. Continuamente llevaba el cabello suelto y siempre colgaba de su cuello un collar plateado con un dije de forma de libélula y su nombre escrito en ella, Scarlet nunca se quitaba el collar y siempre pensó que su padre se lo había dado y fue por eso que, nunca dudo en preguntar sobre el origen de la cadena, además que con ella puesta sentía una infinita paz en su alma.
Scarlet Isbell Lovecraft era una chica muy tranquila, pura, su corazón aun no conocía la maldad, amaba la naturaleza y por eso pintaba paisajes al óleo que colgaba después en su habitación, de la cual, el papel tapiz estaba cuidadosamente pintado con paisajes de bosques, hadas, duendes y sirenas. Además que odiaba los gritos y las peleas y era extremadamente sensible, tanto que, un hermoso amanecer podía hacerla romper en llanto.Gustos y disgustos:Scarlet ama la literatura, escribir y la poesia, tambien la naturaleza y le encanta ver el anochecer, ademas tambien le gusta mucho tocar el violonchelo pero lo que realmente quiere es tener un bajo electrico (el cual no varia mucho del chelo). Tambien le gustan mucho los gatos, ella tiene un gato persa blanco de nombre Clyde, le gusta tambien escuchar musica clasica y rock; pero en cambio, odia cualquier cosa que se interponga entre la paz, como las peleas y los gritos, aquellos que maltratan a los animales y que acaban con la naturaleza, a todos aquellos que piensan que la literatura es una basura, pero en especial se porta de manera muy apatica cuando alguien menciona a su madre, ya que ella no vivio con Scarlet por lo que realmente no le importa nada sobre su madre. Ademas tambien le gusta que todo este en orden y es extremadamente limpia, le gusta tambien la quimica y las matematicas. No odia muchas cosas porque ella piensa que el mundo es un lugar bello en el cual si no existieran los hombres seria un lugar mejor, ya que es el humano el que destruye el planeta.-Color para rolear:Violeta-Extras:Es vegetariana, odia comer carne y ver todo tipo de maltrato hacia los animales. Ademas tambien siempre lleva con ella un collar con un dije de libelula que tiene en el grabado su nombre. Casi nunca se amarra el cabello y siempre usa vestidos de colores oscuros. Otro dato curioso es que nacio el mismo dia en que sus padres contrajeron matrimonio pero cinco años despues, Scarlet llego al mundo en plena Noche de San Juan. Ademas siempre se ha sentido atraida por las criaturas magicas como Hadas, Elfos, Duendes, Sirenas, Ondinas y toda clase de criaturas de ese tipo, ella en realidad cree que existen; ella piensa esto porque ha leido libros que hablan sobre este tipo de criaturas pues libros con esta tematica son sus favoritos. Como ama escribir, tiene un diario del tamaño de una libreta estandar, la portada es verde decorada con naturaleza muerta, las hojas son ecologicas y casi todas las noches suele escribir pequeños fragmentos de poemas, todo lo que hace en la vida, sus sueños y aspiraciones. Otra cosa es que como su nombre es un poco largo "Scarlet Isbell Lovecraft", ella suele escribir unicamente "Scarlet I. Lovecraft".
No pase mucho tiempo a solas cuando senti un extraño perfume inundar el aura. Aunque me negue a voltear y avandonar la vista que me proporcionaba el pintoresco jardin encantado, no pude evitar votear a ver al joven maestro, pues frente a mi estaba su escritorio, su aura emenaba expresion de flojedad... "Creo que yo tengo mas entusiasmo que el", me dije a mi misma mientras arreglaba mi vestido y me acomodaba en el pupitre como toda una señorita, digna de la familia Lovecraft, la familia mas aristocratica de Inglaterra. Entonces, sin embargo, no le dedique ningun saludo, una simple mueca fue la que se apodero de mi rostro para enseguida volver a contemplar entusiasmada el jardin, "¿Sera posible que viva algun pequeño trasgo por ahi?", me pregunte mientras inspeccionaba de reojo algunos arbustos.
Entonces escuche nuevamente pasos. Un chico rubio habia ingresado al aula. De nuevo mi expresion fue de indiferencia ya que como no estaba acostumbrada a establecer relaciones con las personas, pues no me importaba en absoluto. Eso se lo debo a mi padre, por privarme del mundo exterior y mantenerme encerrada, en cautiverio en el castillo.
Fue cuando aquel chico rubio se aproximo hacia mi y tomo el pupitre que estaba al lado mio, dejo sus cosas sobre su mesa y note que inspeccionaba mi vestimenta, de la cual, yo me sentia realmente orgullosa, pues esos vestidos fueron hechos exclusivamente para la realiza y aristocracia inglesa, son tan costosos que ni el sueldo de una vida de este profesor de musica podria pagarlos. Su voz rompio el silencio... "Buenos dias, mi nombre en Henry" me dijo, entonces, entorne la vista hacia el algo apenada porque era la primera vez que un extraño me hablaba, y como era de esperarme no sabia que hacer, asi que esta vez tampoco pronuncie palabra alguna, en lugar de eso, incline levemente la cabeza en señal de saludo mientras trataba de sonreir levemente.
El chico parecia extrañado, seguro pensaba que me habian sacado de una pelicula de la edad media, pero entonces note como escudriñaba con la vista el colgante plateado que llevaba en el cuello, y entonces sus labios pronunciaron muy en silencio "Scarlet...", tal y como pregonaba el dije de libelula plateada.
Entonces, me senti algo inquieta al establecer contacto con las personas, pues en 17 años no habia hablado con nadie mas que no fuera de la familia, y por lo mismo la mayoria del tiempo estaba sola, en mi recamara, o en el jardin, dibujando, pintando, soñando... Saque entonces de mi bolsa aquella libreta que decia mi nombre en la pasta, abri la primera hoja y note que estaba en blanco, mi padre seguramente me habia puesto un nuevo diario. Tome un boligrafo de tinta negra, siempre acostumbraba a usar tinta negra, tome aquel que tenia gravado mi nombre "Scarlet I. Lovecraft" decia al costado y comenze a escribir la fecha en primer plano, para despues serguir con... "Querido Diario...", parecia una tonta escribiendo mi diario en plena luz del dia pero senti la necesidad de escribir, de expresarme, de ser libre.
Tiempo despues, un chico bajito que parecia tener unos 12 años talvez entro al aula con señal de indiferencia... y entonces pense "¡vaya!, esto parece un circo, no sabia que los seres humanos fueran tan cambiantes", la pequeña criatura no regalo ni un segundo de su mirada al aula y se aislo de todos nosotros hasta el ultimo rincon del aula.
Y aun de reojo, logre percatarme de la existencia de una chica, aunque no queria ser curiosa, me mataba la curiosidad por observar a todos mis compañeros, porque por primera vez me estaba "relacionando" con los "otros", por eso fingia no verlos, aunque si los escudriñaba a cada uno discretamente.
Sin embargo, note que a cada persona que entraba, tenia que escudriñarlos especificamente, me fijaba en todo, que vestian, la expresion de su rostro, de que clase social eran, solo con eso podia darme una idea de que tipo de persona eran, pero sabia que no debia jusgarlos tanto porque quiza ellos piensen que "solo soy una chiquilla rica", pero esa no era la palabra, porque yo solo soy... "una chica aristocratica".
Sin embargo recuerdo muy bien que mi padre me dijo que no estableciera mucho contacto con las personas que me rodeaban, que en esta nueva aventura iba a haber de todo, personas buenas, personas no tan buenas, pero yo en realidad no entendi nada de lo que estaba diciendo, porque yo jamaz en mi vida habia tratado con ese tipo de seres humanos.
Off: ¿Es necesario que en todos nuestros post se ponga la ficha del personaje?, es que como mi ficha es larga, es bastante molesto porque a veces no sale bien y hay que estar modificando a cada rato. Yo sugiero que hay que abrir un apartado donde diga "Fichas del rol" o algo asi, donde cada participante pueda postear un tema con el nombre de su personaje, por ejemplo, el mio seria "Ficha de Scarlet I. Lovecraft".
Yo solo digo...
Yo solo digo...
Re: Ongaku chūgakkō(Rol)
- Spoiler:
•Raven Skillrose
•Helsinki, Finlandia
•Femenino
•Piano
•Nacida en Helsinki, Finlandia, "Lintu" como esta chica se hace llamar, es hija única de una Artista & un Arqueólogo muy adinerados, a quienes no ve muy seguido ya que prácticamente desde que nació la enviaron a su residencia en Tokio, herencia que le dejaron a la chica sus abuelos, bajo los cuidados de su Mayordomo Hendrick. Aunque muchos a primera vista asuman que ella se inclina más por instrumentos referentes a música Rock & demas, e totalmente lo contrario, su pasion es el Piano, aunque no deja de lado instrumentos como el bajo & la guitarra elécticos. Ella se mantiene bajo auto-superación constante se pone metas así misma, como acostumbra siempre, la música es su vida, por eso decidio ir por su propia cuenta a esta Escuela de Música, prefiere ir a un lugar donde se pueda dedicar a algo que en serio le gusta & no sentirse encerrada en una Masión que lo tiene todo pero que la mismo tiempo la hace sentir vacía. En personalidad es muy vanguardista, directa, fria, calculadora, cruda, sarcástica pero muy educada & repetuosa, le cuesta mucho relacionarse con los demás, es muy apartada & prefiere hacer las cosas sola, detesta las personas hiperactivas & controladoras, es de mente muy abierta pero a la vez muy soñadora, nunca sabes lo que tiene en mente, es muy espontanea & amigable, pero le es muy dificil mostrar su lado amable, tienes que ganarte su confianza ya que siempre esta a la defensiva & atenta, cuando la conoces llega a ser muy comprensiva & entiende muy bien los sentimientos de los demas, se preocupa mas por otros que por ella misma.
•Gustos:
-El piano
-Los días oscuros & Atardeceres
-Leer, cantar
-Origami, las Rosas
-Dibujar, jugar con "Hechizo"
-Chocolate Amargo
•Disgustos:
-Personas Hiperactivas
-Mala educación
-El sol, la carne
-Que le digan que hacer
-Llorar o que la vean llorando
-Que la tachen de rara
•Extras: Su meta en la Escuela de Música es aprender a tocar todos los instrumentos posibles & ser la destacada de la clase, pero al mismo tiempo la que tenga muchos amigos, sabe que le tomara tiempo pero está dispuesta a lograrlo. Tiene como mascota a un cachorro de Siberian Huskee llamado "Hechizo" que jamás se separa de ella, e intenta ocultar todas la travesuras que este puede llegar a hacer, probablemente el único hiperactivo al que se aguante [Nadie sabe que exista un Huskee en el Instituto], algo que odia es que la fastidien, cuando eso sucede, nada mas se coloca sus audífonos & ve como el otro mueve sus labios nada mas, lo considera divertido, como es la chica rockera siempre la veras con sus cinturones alusivos a su estilo mechones de colores en el cabello & su vestimenta negra, pero odia que le queden mirando "¿soy o me parezco?" "¿Tengo monitos en la cara?" es lo que usualmente responde & cuando la interrumpes si esta a solas dice "¡Callate que escucho el silencio!" "¡Multiplícate por 0!" o cosas así, le gusta Catar vinos & los Capuccinos, sabe tocar Cello. Siempre lleva una Rosa de diferente color en una especie de colgante enredado en sus cadenas & sus cosas siempre huelen a dichas flores ya que si no tiene Rosas, no es "Lintu"
Todos eran tan diferentes, una chica en la primera fila en el frente, a leguas se notaba que era Aristócrata, otro chico por ahí, era algo despistado, ni notó que el sensei estaba ahí, un chico de personalidad cortante que nisiquiera saludó de manera correcta *Mal educado!* pensé, no soportaba a la gente así, no me molesto ni en verlo a los ojos.Ademas tampoco es que me importara lo que el sensei hiciera o dejara de hacer pero..-¿Las clases qué?- dije en tono muy bajo, total & era muy aburrido hacer nada & era igual de "interesante" ver como los demás miran hacia el piso muertos del miedo *Excepto la Aristócrata, por lo menos ve hacia la ventana* Como estaba tan "entretenida" decidí ver que le pasaba a mi lobito bobo, se estaba ahogando en la mochila, -¡Hechizo!- dije, rapidamente tapé mi boca, lo había dicho muy alto -Lo siento amiguito, dejare esto estreabierto para que respires- le dije graciosamente, agachandome & en voz baja -Luego de las Clases jugamos ¿sí?- le dije todo cariño, volví a lo mio, que sinceramente no era nada, entonces saqué mis cosas, que emanaban un agradable olor a Rosas *Ahhh! Que bien huele* era un olor que invadía todo el lugar, e incluso sacaba de sus pesamientos a cualquiera, pero me agradaba...& lo necesitaba, o si no...Este iba a pasar a ser el dia mas aburrido de la historia, comenzaba a chocar mis cadenas contra sí, cada vez que lo hacia, la fragancia de esas flores aumenteba en complemento al sutíl sonido que se oia, que se comparaba a una pequeña campana.
Re: Ongaku chūgakkō(Rol)
- Ficha de Scarlet:
- -Nombre y apellido: Scarlet Isbell Lovecraft
-Edad: 17 años
-Ciudad: Londres, Inglaterra
-Sexo: Femenino
-Instrumento favorito: Bajo electrico
-HistoriaEn un antiguo castillo, más allá de las montañas y la maleza, en plena noche de San Juan nació una dulce, pequeña y adorable niña con ojos del color de la aceituna. La pequeña había venido al mundo bajo el manto de una de las familias más nobles del Reino Unido: La familia Lovecraft. Su padre, el duque Neil F. Lovecraft había desposado a una hermosa doncella con cabellos de hilo de plata; hija de un barón rico propietario de muchas tierras y numerosos viñedos. El barón decidió dar en matrimonio, la mano de su más pequeña y agraciada hija ha dicho duque que la pretendía.Gustos y disgustos:
Y fue así cuando, un 24 de junio los jóvenes aristócratas contrajeron nupcias, allá, en el Castillo Lovecraft. Aquel baile bajo la luz de la luna gris fue como ninguno. Nobles, aristócratas y la realeza asistieron. Los jardines encantados estaban poblados de miles de lucecitas blancas y amarillas, hadas y elfos revoloteaban entre los arbustos, duendes y trolls se escondían entre las sombras de los árboles del bosque; las criaturas mágicas estaban desatadas, pues; después de todo…era plena noche de San Juan.
Ese noche, o tal vez día, puesto que el crepúsculo comenzaba a abrirle paso al sol, cuando las estrellas doradas regresaban a su hogar más allá de las nubes blancas; antes de que, las puertas mágicas se cerraran por completo, una sombra, alta y fornida pero delicada, observaba con gran devoción la última pieza que danzaba el Duque Lovecraft y su amada esposa: Claro de Luna, de aquel que una vez llevo por nombre Beethoven.
Los ojos malva de la criatura destellaron cuan estrellas centellantes, no apartaban la vista de la bella dama que con gracia se deslizaba sobre la hierba, el vestido blanco que usaba la hacía ver como la más pura hada. El duque, un joven bien parecido estaba totalmente impecable, su cabello largo y ligeramente ondulado flotaba entre el viento mientras las luciérnagas y libélulas se enrollaban en él.
La melodía termino y la magia concluyo. Los ojos azules del duque, miraron con esperanza y delicadeza los ojos verdes de su esposa, ambos, aun tomados de la mano, se sonrieron el uno al otro. La doncella se aferró al pecho de su esposo mientras este le acariciaba sus largos y lacios cabellos albinos. Parecía como si el tiempo estuviera distante, como si los segundos y minutos no avanzaran nunca más, y fue así, como la noche se ocultó otra vez y los rayos del sol inundaron los jardines del castillo. La duquesa Lovecraft recobro la mirada y observo frente a ella, a espaldas de su esposo, una silueta alta, incluso más alta, era un joven, parecía tener la edad de su esposo; era…un joven de cabellos castaños casi tan largos como los suyos. Su piel era tan blanca y pálida, y sus ojos desteñían un extraño brillo color malva, llevaba pantalones finos de seda color negro y una camisa con tres botones también de seda pero de color blanco, tan blanco como el marfil; además, en su costado derecho portaba una filosa espada de platino con mango de oro. Sus cabellos caían como agua de cascada por su rostro, parecía perdido y desorientado.
La duquesa fijo su mirada hacia el extraño y pensó que tal vez era hijo de algún aristócrata que había acudido a la celebración. El duque Lovecraft aparto su mano de la de su esposa y besando tiernamente su mejilla partió por un segundo a despedir a los nobles invitados. La doncella, se aproximó entonces hacia el joven que seguía estático en el mismo lugar, contemplándola; sonrió y con voz melodiosa digna de un ángel exclamo -¿De qué familia eres? ¿Estás perdido?- El chico parpadeo un par de veces y después de un silencio respondió simplemente –No-
Desde aquel día, la duquesa no pudo dejar de pensar en ese chico y no sabía por qué. Desde aquel día, jamás volvió a verlo en los jardines ni el bosque, pero hubo una noche en que tuvo un extraño sueño, y en su sueño, aquel joven le menciono su nombre, Elessar. También le dijo que él no era de esta tierra, que el venia de un lugar muy lejos de aquí, más allá de las cascadas y del bosque negro, más allá de las estrellas. Le conto historias de su gente, de la hermosa ciudad donde vivían, la cual le llamaban Eldamar. Le dijo también que, aquella noche de San Juan había sido atraído hacia ese jardín mágico al escuchar las maravillosas piezas de música tocadas al piano. Fue entonces, cuando mucho tiempo después, la duquesa comenzó a sospechar que no era un humano y entonces, en otro de sus sueños le pregunto -¿Qué eres tú?- el muchacho, después de pensarlo mucho, descubrió por completo su rostro ocultando sus cabellos tras sus oídos; el rostro de Aline se llenó de júbilo y sorpresa, no faltaba explicar con palabras la identidad del joven.
-Eldamar suena un lugar maravilloso- susurro Aline -Quisiera conocerlo algún día- replico -Elessar… ¿Por qué solo puedo verte aquí? ¿Por qué no puedo verte en el bosque, como ese día?- pregunto Aline curiosa -porque solo me permiten venir a este mundo en la Noche de San Juan…-
Pasados ya cinco años de aquel matrimonio, se dio anuncio entre la nobleza de Gran Bretaña que, el duque Lovecraft y su esposa iban a tener un hijo, su primer hijo y heredero de todas las tierras y riquezas de la familia Lovecraft. Aquella noche finalmente llego y entre gritos, lágrimas y alegría nació la heredera. La madre cargo por primera vez entre sus brazos a su pequeña hija, la niña abrió los ojos lentamente, eran verdes aceitunados como los de su madre. El duque estaba que rebosaba de alegría y de inmediato mando a traer a los mejores artesanos para hacer la cuna de la niña.
El conde tomo a su hija en brazos arrullándola tiernamente.
-¿No es curioso?- pregunto a su esposa aun en cama
-¿El qué?-
-24 de junio- respondió el conde aun sosteniendo a su hija -exactamente hace cinco años, esta misma noche… la niña ha nacido el mismo día en que contrajimos matrimonio-
La duquesa desvió la mirada hacia la ventana abierta de la habitación, observo el cielo despejado y el viento que revoloteaba entre las hojas de los árboles, entonces distinguió entre la oscuridad unos hermosos ojos malva.
-¿No es maravilloso?- exclamo el duque
-Claro…- respondió cortante Aline
Una semana había pasado desde el nacimiento de la niña. El duque la lleno de comodidades y cuantas riquezas tuvo, estaba extasiado con su primera hija, pero la pequeña aun no tenía un nombre. Entonces una noche junto al lago, el duque le pregunto a su esposa
-¿Qué nombre te gustaría que llevara nuestra hija?-
La duquesa sostuvo entre sus brazos a la bebe que reía felizmente –No se…- respondió con la mirada perdida en la luna -¿no te gustaría “Luna”?-
El conde perdió la vista de inmediato en la luna, al igual que su esposa, observo, aquel reflejo carmesí que expulsaba el astro hacia el lago, inundándolo todo de un dulce color escarlata -Scarlet…- susurro el duque. Aline sonrió tiernamente hacia su hija -Scarlet suena mágico- suspiro -Scarlet será entonces…- dijo el duque
-El segundo nombre de mi abuelo era Isbell- exclamo la duquesa. El conde sonrió y exhalo -Scarlet Isbell Lovecraft- dijo en voz alta -¡ese es tu nombre!- exclamo acariciando la mejilla derecha de su hija.
Había pasado ya un año desde el nacimiento de Scarlet I. Lovecraft.
La niña estaba creciendo en una familia amorosa, con su padre y su madre, nada le faltaba. Las primeras hileras de cabello comenzaban a poblar su cabeza. Tenía el cabello de su padre, rojizo hasta tirarle al color escarlata; pero lacio y sedoso como el de su madre al igual que sus ojos verdes, pero su piel era tan blanca y fina como la de su padre. La niña era realmente agraciada.
Era otro 24 de junio, un año había pasado ya. El duque había desertado todos los preparativos para la fiesta de su hija, puesto que su esposa así se lo había indicado, ya que por alguna razón no quería gente en el castillo.
El duque Lovecraft tomo en brazos a su hija y la elevo hasta la altura de su rostro, Scarlet sonreía mientras tocaba las mejillas de su padre, entonces, Aline salió al corredor y observo de nuevo la misma luna que veía cada Noche de San Juan. Cierto grado de melancolía se reflejó en su rostro, el duque soltó a su hija y se entorno hacia su esposa.
-Saldré por un rato a caminar- Aline le susurro a su esposo -iré con la niña- le dijo mientras tomaba a la pequeña Scarlet en sus brazos. El rostro del duque se tornó sorpresivo y confundido a la vez mientras veía como su esposa y su hija se alejaban entre la maleza del bosque.
La oscuridad se hacía cada vez más patente a medida que Aline se iba internando en el bosque. Sentia aquella extraña sensación que había sentido cada noche de San Juan. Las luciérnagas inundaban los pasillos escondidos del bosque y Scarlet sonreía soñadora al ver las luces doradas que volaban junto a ella. Entonces Aline se recargo en un viejo roble y soltó de la mano a Scarlet, suspiro tristemente y se dijo “¿Por qué no puedo ir?”.
Entonces una voz surgió entre las penumbras y respondió “tal vez esta noche si puedas ir”. Una sombra negra fue tomando forma y aquel elfo de ojos malvas apareció físicamente frente a Aline, esta sonrió como nunca antes lo había hecho en mucho tiempo. El elfo entorno la vista hacia la niña que jugaba entre las luciérnagas, se acercó tranquilamente y la tomo con dulzura entre sus brazos. –Tu hija…- susurro sonriendo, Aline asintió. –Tiene tus mismos ojos- exclamo -Déjame hacerle un regalo- replico –Scarlet es su nombre ¿cierto?-
-Así es- respondió Aline.
El elfo saco de entre sus bolsillos un pequeño dije de plata, uno que tenía la forma de una libélula, tomo una delgada estaca de madera del suelo y escribió delicadamente “Scarlet” en el cuerpo de la libélula. Tomo unas hojas verdes y las entrelazo haciendo la forma de una cadena, la empuño fuertemente en su mano derecha y al ver las abrir los dedos, las hojas se habían transformado en una hermosa cadena de plata; fundió el dije a la cadena y se la mostro a Aline.
-Es hermosa- exclamo la duquesa
El elfo entonces, coloco la cadena entre el cuello de la niña. –Crecerás siendo una joven agraciada- susurro
-¿Podemos ir?- pregunto Aline -¿podemos ir a Eldamar?-
-Solo por esta noche- le dijo el elfo soltando a Scarlet. Aline tomo a su hija de la mano y sonriendo se dirigió al elfo -¡Vamos!- exclamo
El elfo entonces negó con la cabeza -Solo me es permitido llevar a un humano- dijo viendo a la niña. –No puedo dejarla- exclamo Aline -Entonces hasta el próximo año, o el próximo, o el próximo…-
Aline bajo la mirada –está bien, ella se queda- Exclamo soltando a Scarlet y dejándola caer entre la hierba -Espera- dijo el elfo -Hare algo para protegerla- Entonces, el elfo se aproximó ante la pequeña y la encerró en un círculo de luz blanca -mientras ella este dentro del círculo, de la luz, ninguna entidad oscura podrá tocarla-
El elfo extendió la mano a Aline y ambos se aproximaron hacia la luz dorada que cubria un extraño portal formado de ramas de viejos cipreses secos; hasta que, se fueron fundiendo entre tan exquisita luminosidad.
Habían pasado alrededor de tres horas y Scarlet ya había quedado dormida en un profundo sueño. El circulo de luz blanquecina aun rodeaba su pequeña silueta mientras las luciérnagas alumbraban su alrededor. Era una escena realmente dulce, la niña con toda su inocencia dormía plácidamente sobre la hierba entre unos arbustos con pequeños frutos rojos.
El duque Lovecraft comenzaba a preocuparse por la ausencia de su esposa, puesto que, el crepúsculo ya había caído completamente y sabía que en el bosque no había iluminación alguna, entonces, llamo a un par de criados y los tres salieron en la búsqueda de su esposa y su pequeña hija. Se internaron en el bosque, no llevaban antorchas ni ningún tipo de fuente de luz, sin embargo, aquellas luciérnagas juguetonas alumbraban su camino y entonces el duque recordó, esa noche hace seis años, la noche de sus nupcias; recordó como su esposa y el bailaban entre las luciérnagas al paso del sonido dulce del piano.
-¡Aline!- replico varias veces el duque llamando a su esposa, pero ella nunca respondió.
El duque y sus sirvientes seguían infaustos buscando a la duquesa, ahora, el duque Lovecraft estaba realmente alarmado, ya habían pasado varias horas desde que salieron a la búsqueda y no las encontraban, a pesar de que, ya se habían internado completamente en el bosque, parecía como si estuvieran dando vueltas en círculos porque varias veces pasaron por un viejo roble que tenía labradas en el tronco una inscripciones en una lengua extraña.
Un tiempo después, uno de los sirvientes se dirigió hacia el duque alarmado.
-Señor, hemos encontrado a su hija- El rostro del duque se llenó de alegría -Dime- exclamo –Dime donde esta- El sirviente más joven señalo con la mano derecha un par de arbustos que no estaban muy lejos de ellos, el duque Lovecraft corrió enseguida con gran devoción y aparto de inmediato los arbustos de su vista y contemplo aliviado a su pequeña hija durmiendo tranquilamente sobre la hierba, rodeada de un sinfín de luciérnagas que alumbraban su pequeño contorno. Se puso de rodillas y acaricio las mejillas de la niña, parecía un ángel, un limpio y puro ángel durmiendo, la tomo con delicadeza entre ambos brazos y la cubrió entre su pecho; se puso de pie y volvió con calma hacia donde estaban los criados.
-Mi esposa no estaba con ella- menciono el joven conde con melancolía
-Es mejor volver por el momento, señor- le dijo uno de los criados
-Mañana saldré a buscarla, no me explico que habrá pasado; mi hija está bien, nadie le ha hecho daño- dijo el duque
-No cree usted que…- murmuro tajantemente el sirviente de mayor estatura
-¿Qué me haya dejado…?- continuo el duque con la oración anterior –No lo sé- respondió
El duque miro blandamente a su hija y noto entonces aquel nuevo collar que llevaba colgando de su frágil pecho, lo palpo y observo extrañado las pequeñas chispas plateadas que desteñían de la joya -¿Una libélula?- pensó al ver el dije colgando -Scarlet- musito en voz baja al leer las inscripciones del pecho de la libélula.
Y así pasaron dieciséis años desde que la madre de Scarlet desapareció de la tierra mortal. El conde Lovecraft jamás volvió a contraer matrimonio con alguna otra mujer. Scarlet ahora tiene 17 años, creció siendo una niña agraciada pero sin el amor de una madre, algo que a ella no le afecto en nada, pues con su padre tiene todo lo que necesita y lo que quiere. Scarlet es incluso más bella que su madre, sus cabellos son tan largos que le llegan a la cintura, tan lacios que parecen hilazas de seda y son principalmente tan rojizos como los de su padre. Su silueta es delgada y delicada y su piel es tersa, tanto como los pétalos de las rosas rojas, pero eran sus ojos, sus ojos aceitunados los que se robaban la atención de su padre. Scarlet no era para nada parecida a su madre, ni físicamente ni espiritualmente.
Cada año, el 24 de junio, el duque lovecraft y su hija cenaban juntos en el comedor principal del castillo, el duque le prohibía salir esa noche a su hija porque, tenía el temor de que desapareciera al igual que esa misma noche, hace 16 años desapareció su madre. Sin embargo, el Duque jamás le explico a Scarlet el porqué de la ausencia de una madre, y ella nunca pregunto.
Fue una noche cuando, Scarlet se encontraba sentada junto al piano, sin producir melodía alguna, si padre entro al estudio y se sentó a su lado. El duque comenzó a tocar “La primavera” de Vivaldi, sus dedos se deslizaban rápidamente sobre las teclas del piano mientras Scarlet solo veía antipáticamente. Entonces, el duque ceso la melodía dando un ruidoso estruendo con las teclas del piano de cola, entorno sus ojos azules hacia su hija y la tomo de la mano –Tu madre quería que aprendieras a tocar el piano- murmuro el conde sin darse cuenta -¿mi madre?- replico Scarlet un tanto furiosa –¡No he sabido nada de mi madre por 17 años y ahora tú la mencionas de la nada!, no me gusta el piano- concluyo soltando la mano de su padre, se puso de pie y se encamino hacia la puerta de madera -Yo tampoco sé que paso con tu madre- dijo el duque en voz baja, Scarlet se dio la media vuelta y salió rápidamente del estudio cerrando la puerta estrepitosamente.
Scarlet había crecido alejada de toda civilización, su padre, la había protegido en el castillo, apenas la dejaba salir a los jardines y jamás la trataba con extraños; recibía educación privada en el castillo y nunca había conocido a alguien que no fuese de la familia. El único amigo fiel que tenía era un gato persa blanco que su padre le regalo cuando cumplió diez años, al cual puso por nombre Clyde, Scarlet amaba a su gato. Era una chica un tanto melancólica y solitaria, solía estar siempre leyendo o escribiendo poesía, además, disfrutaba también escuchar música clásica y un poco de rock, principalmente de bandas británicas como Sex pistols, The Who, The Clash, The cure, Led Zeppelin, The Rolling Stones y Black Sabath. Scarlet también era una chica que amaba leer escritores que formaban parte de la corriente romántica, Poe era su favorito. Su padre le regalaba toda clase de libros y de discos de la música que ella adoraba. Desde aquella vez que Scarlet replico que odiaba el piano, su padre dejo de insistirle sobre el instrumento, pero ella no quería un piano, o un violín, Scarlet estaba siendo atraída por aquel instrumento que parecía una guitarra pero su sonido era mucho más grueso: Scarlet quería un bajo eléctrico.
Su padre entonces le regalo de inmediato un Violonchelo, pues él quería que Scarlet tocara algún instrumento clásico, Scarlet lo acepto de inmediato pues sabía que primero tenía que aprender con lo que fuera, pues de todos modos, la manera de tocar el chelo no es tan diferente de tocar el bajo. Por meses y varios años, Scarlet tuvo clases privadas de chelo hasta que se volvió una experta en la materia. Sentía la música, sentía la música fluyendo a través de sus venas, de sus arterias y de su corazón, disfrutaba tocar melodías de Zeppelin y lo Rolling Stones en el chelo, Scarlet era verdaderamente buena con el instrumento, pero ella ahora lo que quería era un bajo eléctrico pero sabía que su padre nunca le regalaría uno.
Scarlet amaba el color scarlata, casi como el violeta, amaba usar vestidos de colores oscuros, algo que reflejaba su personalidad de niña solitaria y aislada, su padre nunca la dejo usar pantalones porque decía que eso era solo para chicos, pero a Scarlet realmente le agradaba usar vestidos. Continuamente llevaba el cabello suelto y siempre colgaba de su cuello un collar plateado con un dije de forma de libélula y su nombre escrito en ella, Scarlet nunca se quitaba el collar y siempre pensó que su padre se lo había dado y fue por eso que, nunca dudo en preguntar sobre el origen de la cadena, además que con ella puesta sentía una infinita paz en su alma.
Scarlet Isbell Lovecraft era una chica muy tranquila, pura, su corazón aun no conocía la maldad, amaba la naturaleza y por eso pintaba paisajes al óleo que colgaba después en su habitación, de la cual, el papel tapiz estaba cuidadosamente pintado con paisajes de bosques, hadas, duendes y sirenas. Además que odiaba los gritos y las peleas y era extremadamente sensible, tanto que, un hermoso amanecer podía hacerla romper en llanto.
Scarlet ama la literatura, escribir y la poesia, tambien la naturaleza y le encanta ver el anochecer, ademas tambien le gusta mucho tocar el violonchelo pero lo que realmente quiere es tener un bajo electrico (el cual no varia mucho del chelo). Tambien le gustan mucho los gatos, ella tiene un gato persa blanco de nombre Clyde, le gusta tambien escuchar musica clasica y rock; pero en cambio, odia cualquier cosa que se interponga entre la paz, como las peleas y los gritos, aquellos que maltratan a los animales y que acaban con la naturaleza, a todos aquellos que piensan que la literatura es una basura, pero en especial se porta de manera muy apatica cuando alguien menciona a su madre, ya que ella no vivio con Scarlet por lo que realmente no le importa nada sobre su madre. Ademas tambien le gusta que todo este en orden y es extremadamente limpia, le gusta tambien la quimica y las matematicas. No odia muchas cosas porque ella piensa que el mundo es un lugar bello en el cual si no existieran los hombres seria un lugar mejor, ya que es el humano el que destruye el planeta.-Color para rolear:Violeta
-Extras:Es vegetariana, odia comer carne y ver todo tipo de maltrato hacia los animales. Ademas tambien siempre lleva con ella un collar con un dije de libelula que tiene en el grabado su nombre. Casi nunca se amarra el cabello y siempre usa vestidos de colores oscuros. Otro dato curioso es que nacio el mismo dia en que sus padres contrajeron matrimonio pero cinco años despues, Scarlet llego al mundo en plena Noche de San Juan. Ademas siempre se ha sentido atraida por las criaturas magicas como Hadas, Elfos, Duendes, Sirenas, Ondinas y toda clase de criaturas de ese tipo, ella en realidad cree que existen; ella piensa esto porque ha leido libros que hablan sobre este tipo de criaturas pues libros con esta tematica son sus favoritos. Como ama escribir, tiene un diario del tamaño de una libreta estandar, la portada es verde decorada con naturaleza muerta, las hojas son ecologicas y casi todas las noches suele escribir pequeños fragmentos de poemas, todo lo que hace en la vida, sus sueños y aspiraciones. Otra cosa es que como su nombre es un poco largo "Scarlet Isbell Lovecraft", ella suele escribir unicamente "Scarlet I. Lovecraft".
Hacia un rato que llevabamos en el salon de clases, a mi comenzo a parecerme una eternidad. El profesor parecia estar distraido, completamente ajeno a lo que lo rodeaba. Entonces tome mi bolso y rebusque mi relog de bolsillo que me habia regalado el mayordomo de mi padre una vez cuando cumpli los doce años. Era un reloj ciertamente antiguo, las soldaduras eran de oro puro y las manecillas eran tan finas como la plata. Tome entre mis dedos la cadena de oro florentino y contemple con reselo la hora -9:30 am- suspire. Me parecio que llevaba un poco mas de una hora inmovil en mi pupitre, la sala parecia no estar llena aun, o es que los alumnos eran pocos, quien sabe.
Entonces se sientio un aroma a rosas por toda la sala, mis sentidos de inmediato se abrieron para abrirle paso a tan exquisito aroma, el cual me recordaba a esa habitacion, la habitacion que siempre permanecia cerrada en el castillo, aquella habitacion en la unicamente una vez logre cruzar tan extravagante umbral. Tenia solamente unos cuatro años de edad, no recuerdo muy bien lo que habia dentro, pero seguramente era algo tan maravilloso, tan hermoso, mis sentidos y mi alma aun anelan regresar tiempo atras para poder aspirar el dulce perfume que emanaba de la rendija de las ventanas y de la puerta de madera barroca; tiempo despues, aquella parte del castillo, me refiero a la torre del sur y a esa habitacion que estaba junto a ella, fueron demolidas, para luego reconstruir magnificamente la bella torre del sur, ocupando todo el espacio de la recamara, la recamara que nunca supe a quien pertenecio.
¡Ah! lo que diera mi alma por ver de nuevo la antigua torre del sur del Castillo Lovecraft, aquella torre que habia sido mi compañia, mi amiga, mi amante... aquella torre que me vio nacer, donde solia jugar con los pajarillos las noches veraniegas, donde solia danzar y revolcarme en el pequeño puente que me ayudaba a cruzar hacia el tercer jardin... ¡recuerdos!, ¡son unicamente recuerdos!, recuedos alegregres, recuerdos vivavez... porque... en mi corazon abundan unicamente añoranzas buenas, recuerdos hermosos, en mi alma, en mi ser no hayo mancha alguna de desdicha, de recuerdos negros y falsas espereanzas, soy feliz, soy unica, soy el centro de la vida de mi padre, soy la heredera de todas las riquezas de la Noble Familia Lovecraft... pero aun asi... ¡algo me falta!.
¡Es el cariño de una madre!, el amor de una mujer en mi vida, que me cuidara y me besara la frente todas las noches antes de ir a la cama, que me arrullara entre sus brazos y me cantara viejas canciones de cuna...
Pero no era asi, el resentimiento que le tenia a esa mujer que lo abandono todo, su familia, a mi padre, y a mi finalmente, aquella mujer no era merecedora de mi cariño, de mi amor, es por eso, que, ahora me trago todas estas palabras y decido no mirar hacia atras. Pero, aquel piano, aquel piano que recien he encontrado en esta estancia esta corrompiendo mi alma...
Entonces escuche carraspear al profesor lo que interrumpio mis escritos y mi meditacion, gire la vista para encontrarme con los ojos de aquel que seria nuestro instructor, este se puso de pie y arrastro los pies hasta el centro, se asuguro de que los pocos alumnos que habian en la sala le pusieran atencion, carraspeo un par de veces empuñando su mano derecha junto a su boca, entonces abrio los labios y...
-Querido Diario- redacte en perfecta caligrafia.
-Esto es todo por ahora, parece que el profesor se ha decidido al fin a comenzar con la clase, en otro momento continuare con mi historia-
Y sobre el lado inferior derecho escribi con mayusculas -Scarlet I. Lovecraft-
Enseguida guarde mi pequeño y adorado cuaderno en mi bolso, acomode el boligrafo en la mesa y me dispuse a poner atencion al instructor.
Entonces se sientio un aroma a rosas por toda la sala, mis sentidos de inmediato se abrieron para abrirle paso a tan exquisito aroma, el cual me recordaba a esa habitacion, la habitacion que siempre permanecia cerrada en el castillo, aquella habitacion en la unicamente una vez logre cruzar tan extravagante umbral. Tenia solamente unos cuatro años de edad, no recuerdo muy bien lo que habia dentro, pero seguramente era algo tan maravilloso, tan hermoso, mis sentidos y mi alma aun anelan regresar tiempo atras para poder aspirar el dulce perfume que emanaba de la rendija de las ventanas y de la puerta de madera barroca; tiempo despues, aquella parte del castillo, me refiero a la torre del sur y a esa habitacion que estaba junto a ella, fueron demolidas, para luego reconstruir magnificamente la bella torre del sur, ocupando todo el espacio de la recamara, la recamara que nunca supe a quien pertenecio.
¡Ah! lo que diera mi alma por ver de nuevo la antigua torre del sur del Castillo Lovecraft, aquella torre que habia sido mi compañia, mi amiga, mi amante... aquella torre que me vio nacer, donde solia jugar con los pajarillos las noches veraniegas, donde solia danzar y revolcarme en el pequeño puente que me ayudaba a cruzar hacia el tercer jardin... ¡recuerdos!, ¡son unicamente recuerdos!, recuedos alegregres, recuerdos vivavez... porque... en mi corazon abundan unicamente añoranzas buenas, recuerdos hermosos, en mi alma, en mi ser no hayo mancha alguna de desdicha, de recuerdos negros y falsas espereanzas, soy feliz, soy unica, soy el centro de la vida de mi padre, soy la heredera de todas las riquezas de la Noble Familia Lovecraft... pero aun asi... ¡algo me falta!.
¡Es el cariño de una madre!, el amor de una mujer en mi vida, que me cuidara y me besara la frente todas las noches antes de ir a la cama, que me arrullara entre sus brazos y me cantara viejas canciones de cuna...
Pero no era asi, el resentimiento que le tenia a esa mujer que lo abandono todo, su familia, a mi padre, y a mi finalmente, aquella mujer no era merecedora de mi cariño, de mi amor, es por eso, que, ahora me trago todas estas palabras y decido no mirar hacia atras. Pero, aquel piano, aquel piano que recien he encontrado en esta estancia esta corrompiendo mi alma...
Entonces escuche carraspear al profesor lo que interrumpio mis escritos y mi meditacion, gire la vista para encontrarme con los ojos de aquel que seria nuestro instructor, este se puso de pie y arrastro los pies hasta el centro, se asuguro de que los pocos alumnos que habian en la sala le pusieran atencion, carraspeo un par de veces empuñando su mano derecha junto a su boca, entonces abrio los labios y...
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-Esto es todo por ahora, parece que el profesor se ha decidido al fin a comenzar con la clase, en otro momento continuare con mi historia-
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Re: Ongaku chūgakkō(Rol)
Se cierra el rol por inactividad.
Cuando la organizadora quiera reanudarlo mandarme un mp por favor.
ATTE. ENCARGADA
Scarlet
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