"Perdido"

Años de soledad pasaban, yo continuaba mi camino en busca de felicidad, o algo porque vivir, mi estado actual no era bueno, estaba perdido en un mundo que seguía su camino y me dejaba atrás...
En eso una persona me encontró, una chica de pelo rubio que me dijo...
- No te preocupes, estarás bien.
Pensé que me cuidaría, me trataría, me ayudaría, alguien que se preocuparía por mí...
Pero no, nada de lo que pensaba se haría realidad, me iban a usar, estaba en una habitación extraña con miedo.
No sabía lo que iba a pasar, pero todavía tenía esperanzas de que me ayudaran o me dejaran tranquilo.
En eso sentí algo que me adormeció, fije la vista rápidamente que era, era una especie de aguja y algo arriba, se me nubló la vista y no pude ver nada más... Y en eso me dormí.
Pasó tiempo cuando desperté. Estaba en un lugar diferente, habrá sido un sueño me pregunté, y que es este lugar, veo paredes a mis costados..
Me levanté de ese lugar, parecía estar en un callejón, y yo tirado, parecía un vago descansando entre la mugre. Creo que yo era la mugre, no tenía ningún sentido seguir viviendo...
No tenía familia, amigos, ni nadie que me ayudara, hasta que salí desde ese callejón y vi una ciudad diferente, donde existía la felicidad, donde la gente rondaba de un lugar a otro, parecían una de esas ferias, y decidí pasar por ahí, en el camino me mire por un vidrio de un comercio, mi ropa estaba desgastada, quién me mirara pensaría que fuera un chico de la calle, y no lo niego, no tengo hogar.
Todos me miraban, pero no porque fuera importante, sino por saber lo que era yo, una desgracia más, un chico de la pobreza, otra miseria del país, esos que no estudiaban y quedaban en el desastre, yo era un buen ejemplo de ello para esas personas.
Algunos se reían de mí, con un "mira la ropa de ese chico" o un "esas personas arruinan nuestro país", pero no me molestaba en lo mínimo, seguí mi camino.
Vi una pareja muy feliz, tampoco supe lo que es el amor, nunca lo había experimentado, además de no saber nada de mi pasado.
Seguí avanzando, para mí ellos eran las peores personas del país, que no tienen lastima por nadie, ni piedad, hasta que terminé el paso de la feria, no vi nada interesante, además no tenía dinero, tampoco iría a robar, creo que ahí sí me delataría como una miseria más.
Avancé sin rumbo, y alguien me frena.
- Oye chico, que te pasó?
No sé como explicarlo debe ser una persona de cien que le preocupa un chico de la calle, pero no estaba seguro como actuaría así que le respondí.
- Nada, No se preocupe...
Lo dije para ver si era real su preocupación, si me ayudaría o no.
- Como no preocuparme, un joven con toda la ropa rota, todo sucio sin ofender pero, tienes un hogar?
- Mi hogar es éste, lo dije con una risa entristecida, delataba lo triste que estaba...
- No chico, te vas a enfermar así, ven conmigo...
Bueno me ayudó, no tenía más nada que hacer, era un extraño que me ayudaba, pero ya no tenía mas nadie en que confiar, igual nunca lo tuve...
Me llevó hasta su casa, de ahí alguien nos recibe, una señora de estatura baja, y de pelo negro.
La señora rápidamente me dice:
- Entra niño, vamos que te vas a enfermar, siéntate como en tu casa.
Y entré, pedí permiso, estaba confundido, pero me sentí alegre porque alguien me dió una esperanza más de vida, tampoco me iría a enfermar enseguida pero, igual me dieron el lujo de ir a bañarme, creo que sería lo mejor para todos que yo me diera un baño.
Ingresé al baño me saqué la ropa y me metí a la ducha, el señor me dejó otra muda de ropa, que era de mi talle, puede que ya tuvieran un hijo y fue lo mejor, pensar que si tuvieran una hija, me hubieran dado ropa de chica, No jamás!, solo pensarlo fue aterrador.
Empecé a bañarme, y reflexionar cosas, que solo las definí como "cosas", ya que mezclaba asuntos distintos.
Después de bañarme me cambié y salí. Mi actitud cambió de un momento a otro, ahora estaba muy contento, aunque no lo demostraba.
Cuando salí vi 4 personas. El señor y la señora que me ayudaron y 1 chico y 1 chica que enseguida
me preguntaron:
-Te sientes mejor?
Noté que era una familia increíble, todos se preocupaban por mí.
-Sí, ahora estoy mejor.
El señor que me ayudó empezó a presentarme a su familia.
-Chico me llamó Geremi, te presento a mi esposa Lizbeth, a mi hijo Maik y a mi hija Nikki.
Que raros nombres, no son muy conocidos, pero eso hace que sean únicos y más por su amabilidad.
-Un gusto conocerlos y muchas gracias por la ayuda.
-El gusto es de nosotros, pero todavía no sé como te llamas.
Ni yo lo sé tampoco, no recuerdo nada, así que le respondí.
-No lo sé, perdí la memoria.
El señor me ve y me dice:
-No recuerdas a tus padres, que edad tienes, si eres de por aquí o algo de que nos informes?
-No, nada.
-Está bien chico, de ahora vivirás aquí, hay un cuarto disponible arriba y era para las visitas, pero puedes usarlo, ya veremos que nombre ponerte o el que tú quieras.
Enseguida mi cara se volteó a la felicidad, rápidamente respondí con un "¡Gracias, Gracias!" muy feliz.
Pero... que pasaría conmigo de ahora en adelante?, que sucedió con aquellos que experimentaban conmigo?, era solo un sueño, o me habrían cambiado en algo, me habrían ayudado?, pues ahora solo les digo gracias a ellos también, ya que me dejaron en buen lugar...
Continuará.