Shinobi Sensu: Afiliación Normal

Después de la Cuarta Guerra Ninja, la caída de Akatsuki y sus aliados, las disputas entre naciones y la derrota de unos cuantos, el mundo shinobi pareció caer en una monotonía formidable. El poder quedó resguardado en las manos de aquellos que sabían hacer buen uso de él; el reinado de terror de las capas negras se relegó completamente al olvido como algo que debía apartarse de la vista a toda costa para poder avanzar. Los civiles, sin importar el estandarte que les daba refugio, siguieron con sus vidas y, algunos, decidieron servir a su país, inspirados por los shinobis y kunoichis que dieron la vida por el orden y la paz.

Así, lentamente, las filas de cada nación se conformaron y crearon una defensa implacable, donde convergían guerreros de las Cinco Grandes y sus adyacentes. "Danmaku" o "La Cortina de Fuego", fue creada por Uzumaki Naruto, máximo defensor de la Gran Alianza Shinobi, y el último gran lugarteniente que tuvo Konoha antes de la partida de éste a tierras circundantes, siendo considerado el Sexto Hokage aún estando Tsunade con vida. Su rostro no fue esculpido en la ladera del Monumento Hokage, pero el recuerdo de sus hazañas y la leyenda que esconde su apellido, aún se transmite de padres a hijos como una historia épica digna de admiración.

Pero cuando la tranquilidad recién se asentaba en el mundo shinobi a veinte años del final de la Cuarta Guerra, una nueva amenaza acechaba los alrededores y se infiltraba cada vez más, infectando la defensa y generando sospechas entre aliados. Un pequeño rumor de desacato y rebelión por parte de los adeptos a la alianza generó un creciente malestar entre los regentes, quienes comenzaron a echarse la culpa entre ellos hasta el punto de irse a las manos durante una reunión. La última reunión que mantendrían hasta pasados varios lustros.

La Historia habría contado que fueron las tropas las que iniciaron el conflicto, enemistando países con un fin muy superior a las ambiciones de la población toda, incluyendo a las autoridades. Sin embargo, seducidos por la promesa de un poder inconmensurable y aparentemente inalcanzable, los señores feudales iniciaron una campaña donde el "todos contra todos" era la regla, sin importar si la integridad de las familias que solían defender era puesta en peligro. La gravedad de las batallas fue tal que, lejos de ser consideradas parte de una Quinta Guerra, cabía destacar que aquello era un auténtico genocidio.

Un simple malentendido. El efecto del teléfono descompuesto había desatado la potente ofensiva de cada Nación, dejando un saldo de bajas más que considerable, desestabilizando la confianza y dejando la moral a la altura de un felpudo. Todos intervinieron por igual en aquella masacre, dejándose llevar por el miedo a repetir una historia que creyeron muy remota a sus días. Las heridas de la última gran guerra no habían cicatrizado, y permanecían latentes en todo momento por encima de cualquier lazo amistoso que pudiera existir. Se dieron cuenta de que ellos mismos eran el peligro al relacionarse tan estrechamente, pudiendo llegar a generar una reacción en cadena que les costaría caro a largo plazo.

Y ése fue el día en que, horrorizados todos, se deslindaron de la alianza y Danmaku se desbandó.

La tensión duró pocos años más hasta que, hoy por hoy y aprovechando la supuesta debilidad de cada país, Akatsuki, más fuerte que nunca y con un nuevo líder, renace de la sangre derramada para reclutar las mentes criminales más buscadas y poder ganar la siguiente ronda. Pero muy a su pesar, se encontrará luchando contra una nueva era de ninjas que superarán con creces a sus maestros y mentores, igualando el combate sin dar el brazo a torcer.

La historia ya es historia, por lo que no puede volver a repetirse. Que corran ríos de tinta y que se escriban las nuevas crónicas.

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Condiciones actuales:

- Sólo treinta años han pasado desde la Cuarta Guerra Ninja.

- Konohagakure no Sato, Iwagakure no Sato, Kirigakure no Sato, Kumogakure no Sato y Sunagakure no Sato ya no son aliadas como antes, pero eso no significa que no puedan brindarse asistencia unas a otras. La misión de cada shinobi de estas aldeas es intentar recuperar la confianza de sus pares, para evitar ser derrotados por Akatsuki una vez que el enfrentamiento sea inevitable. La unión hace la fuerza.

- Por su parte, Otogakure no Sato y el País del Hierro permanecen neutrales y no intervinieron en la matanza, siendo que la primera ha logrado reivindicar su nombre ante los integrantes de la ex-Gran Alianza Shinobi.

- Los señores feudales ya no tienen el mismo poder que antes, y permanecen encarcelados en sus respectivas mazmorras. A pesar de considerárseles culpables del genocidio, sus partidarios aún siguen entre la población y es probable que quieran liberarles para enviarlos al poder nuevamente. He aquí una misión secundaria para las fuerzas ninja: evitar el ascenso al poder de los antiguos señores feudales hasta la elección de nuevos mandatarios.

- Uzumaki Naruto es considerado una leyenda viviente desaparecida, dada su ausencia desde antes de la matanza, mientras que:

El Séptimo Hokage, Konohamaru, fue nombrado como tal después del suceso anteriormente mencionado, abdicando poco antes de la actual línea temporal por problemas de salud.

Uchiha Sasuke sigue vivo como preso político en Konoha, de donde tiene prohibida la salida y el contacto con otras Naciones. Nadie, además del actual Hokage, el Consejo y los shinobis de la misma generación que Naruto, sabe de su existencia. Los cuatro países restantes lo dan por muerto.

Haruno Sakura se dice que desapareció en la misma época que Naruto, jurando volver luego de una importante investigación con fines académicos.

Sai es el máximo representante de las fuerzas especiales ANBU de las Cinco Grandes Naciones, y actualmente se encuentra recorriendo los países más pequeños para proveerles de la formación que necesitan para contar con un destacamento como tal.

Tsunade, la última de los Sannin, sigue viva como civil pero igual de poderosa. Su vuelta a la batalla depende de las circunstancias.

Hatake Kakashi y Maito Gai son los últimos dos grandes Jounnins legendarios que quedan, y se los ha visto entrenando a la nueva generación de instructores que trabaja en todas las Academias del mundo shinobi.

Cabe destacar que ninguna de estas personalidades y las que no se han nombrado, quedan exentas de reproche alguno por no haber podido evitar el genocidio. El suceso debía pasar.

- Akatsuki es la única organización terrorista existente, actualmente débil por falta de seguidores. Será cuestión de tiempo antes de los primeros enfrentamientos contra ellos y sus nuevos planes. Todos los antiguos miembros de ésta están muertos o desaparecidos -véase Hidan-, por lo que la antigua cara de la organización ya no existe.

Actualmente, la historia se ha desarrollado, Akatsuki acaba de destruir Konoha y ha asesinado al Hokage, mientras que el ejército de Otogakure marcha contra Kirigakure, para reclamar su lugar como una de las grandes aldeas ninja.