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PROYECTOS FINALIZADOS○ Yumeiro Button ○ Tsubakikasa Tricolor PROYECTOS EN EMISION○ Diabolik Lovers Capitulo 1 ○ The Chronicle Of Seven Prologo PROYECTOS EN PROCESO○ Mako to Aki-chan no Koigokoro Capitulo 1 ○ Otogi Taisen Fantasma Capitulo 1 ○ Toushu-Sama Wa Itazura Ga Osuki Capitulo 1 ○ Idol-sama No Onikiri [One Shot] ○ The Chronicle Of Seven Capitulo 1 ○ Diabolik Lovers Capitulo 2
~Octavius~
5 participantes
FORO OTAKU :: ZONA ROLER :: Rol Libre :: Roles
Página 1 de 1.
~Octavius~
~Se Inicia el Rol Octavius~
Posteen tranquilamente como los peores mafiosos. Diviértanse mucho en esta aventura.
~Vico~
- Spoiler:
- Avatar
Nombre: Vico
Familia: -
Edad: -
Físico: Cabello castaño corto, figura delgada, músculos ágiles, piel pálida, ojos castaños, posee una cicatriz en la espalda la cual cubrió con un enorme tatuaje. Viste trajes formales o ropa de entrenamiento.
Personalidad: Serenidad es su palabra clave, sabe dominar sus tormentas interiores. Es difícil catalogar su personalidad, puede ser alguien tranquilo, apasionado, calculador, alegre, estoico, melancólico, salvaje, etc. Esto se debe a que tiene distintos trastornos mentales y físicos a los cuales, aprendiendo a controlarlos, ha logrado sacarles partido para su “trabajo”, además de la influencia de oscuros acontecimientos en su pasado. No comprende mucho sobre las normas sociales, así que su comportamiento es algo fuera de lo común. Es una persona honesta. Su mayor defecto es el orgullo. Valora la lealtad de sus camaradas. Le gusta mantener una media sonrisa en su rostro. Le gusta andar por als calles y respirar el aroma del crimen.
Habilidades: Manejo de armas blancas y de fuego. Capacidad de absorber la energía. Excepcionales habilidades de caza como los sentidos muy agudos y extrema agilidad corporal.
Extras: No pertenece como tal a ninguna de las familias, sus raíces son inciertas. Es la persona más cercana al Grande Fratello, mantienen una relación de admiración-desprecio. Suele identificar a sus presas como escorias inferiores a animales. Se queda con los hijos de sus víctimas y les trata como suyos. La organización Octavius es una entidad incuestionable (como un Dios y su sacerdote).
Color de roleo: Rojo oscuro
Área del negocio en el que se especializan: Tráfico, tortura, cacería, proxenetismo, etc. En fin… hace el trabajo sucio.
El cielo se contrajo en las nubes grisáceas del Vaticano, el viento se sumergía como un insulto en el silencio de los pasillos; este sería nuestro peor invierno, y pensé en los múltiples cargamentos que dejé salir a puerto la noche anterior. Apagué el cigarro en la baranda del balcón mientras volteaba a mirar a Aldo, recientemente no se puede fumar en paz porque a todos les ha dado por aparecerse con sorpresas apenas sacas el encendedor. Hoy era la primera reunión en Basilica Papale di San Pietro después de la traición del albanés Karfici, omertà…
-Dime, Aldo, ¿están listos para iniciar? –le pregunté en voz baja.
-No, señor, sé que han estado rondando por alrededor de la Basilica, pero no se han asomado por las instalaciones subterráneas. –dijo con su usual pereza.
-Que malditos, y yo que madrugué… -dicho aquello me adentré al edificio, apretando el cuello de mi abrigo.Caminé parsimoniosamente, justo como me gusta, rozando con mis dedos fríos las paredes lisas, saboreando el momento. Sonreí oscuramente. Saqué mi arma y besé el cañón.
-¿Recuerdas esa canción, Aldo? Immigrant Song. La pusieron en el parqueadero cuando hicimos nuestra primera entrega, y aniquilamos a aquellos irlandeses, los que eran terroristas. Que bellos tiempos… –me volví hacia él, sé que mi expresión lindaba entre lo salvaje y lo etéreo… así suele describirme Grande Fratello. Empecé a moverme con gracia felina, chasqueando los dedos de mano libre.
Regresé la vista al frente, me dirigía a paso resuelto a las escaleras, introduciéndome en las entrañas de mi adorado Octavius, hasta ahora mi única pasión, la única que hacía que las vendas en torno a mi cuerpo no pesaran. Pronto decidiríamos el destino de 24 albaneses incapaces de mantener la boca cerrada, si por mí fuera, a esos sapos los haría comer su propia mierda, porque además del tropel que armaron, me cagaron un trato con los brujos del este de Siberia, ya hablaré ese detalle con la Karamazov, ella no se ha enterado del tema, sin embargo me deberá auxiliar con la logística; no puedo perder semejante cargamento que incluía a parte de 500 putas y 40 toneladas de cocaína, una prueba del jodido elixir de la juventud, el cual sinceramente no creo que exista, pero si Grande Fratello lo busca con tanto ahínco por algo será…
-Aldo, perdí cuarenta de la blanca… tengo que recuperarla.-sé que él me seguía sigiloso.
El salón principal permanecía iluminado por una singular lámpara, creo que se la robamos a al rey de Inglaterra, el viejo William, recuerdo con humor la indignación de Wright-Berkoff al enterarse de la travesura. Quitándome el abrigo, me senté en mi lugar de siempre, la cabecera de la gran mesa. Fratello decía que como herederos de las familias, somos como niños jugando con pistolas de plástico; bueno, nuestras cicatrices refutan tal burlona sentencia, nos tocó la década de los negocios inescrutables en los que traficábamos en esencia desde lo más grotesco e inimaginable, y las consecuencias dejaban pequeñas dosis para una malformación moral que cada día nos corre en las venas como si fuera “normal”.
Otro punto a discutir hoy serían las nuevas reglas. El Estado como tal no se le permite desparecer por completo, si ello sucediese nosotros no sobreviviríamos bajo la ley del hampa, sería el darwinismo en su máxima expresión: sobrevive el más fuerte; los unos a los oros nos devoraríamos en una guerra estúpida, o significaría demasiado aburrimiento sin no hay nada que trasgredir. Es universalmente conocido por todos que se trata de un lazo de simbiosis con la política, si se elimina la autoridad gubernamental el negocio ilegal no tendría valor, aunque es ésta la situación que vivimos, no podemos darnos el lujo de perpetuar por entero el anarquismo, muy a pesar de que ése es mi más penetrante deseo (dada mi verdadera naturaleza), no es lo más conveniente para Octavius, mi “hogar”. ¿A quiénes extorsionaríamos, secuestraríamos, bombardearíamos? Es una siniestra paradoja: hay un orden en el caos, claro, entonces, no es un caos absoluto. Ni hablar de las sospechas que la sociedad tiene de la cosa mutante que se está propagando gracias a los químicos que se desecharon en la pasada experimentación de los insumos que pretendía a base de narcóticos sacados de una cloaca, vamos, que la tecnología actual era permisiva, se extraen deliciosas minas de oro de unas cuantas bacterias.
Observé un poco más los hologramas que se erigía en el centro de la mesa, explayando detalles de las recientes misiones de las Familias. Me hundí en el asiento, girando un poco hacia el umbral, acariciando mi arma, y cuando sentí la mirada de Aldo en mi nuca, la guardé.
-Aldo, lárgate ya. Desde hoy ni siquiera los guardaespaldas deben estar aquí.-le despedí con una oleada de mi mano y media sonrisa ladeada.–Traigan a los prisioneros albaneses. Y díganles a los herederos que Fratello les dejó “regalos” junto a La Tombo di San Pietro, que los recojan y de inmediato vengan aquí. - ordené a los guardias que le abrían la puerta a Aldo.
Última edición por Rooney el Vie Nov 09, 2012 8:22 am, editado 2 veces
Re: ~Octavius~
- ficha:
- Nombre: Alexandrinne.
Familia: Scarmaccio.
Edad: 20.
Físico: Bastante alta, piel nívea, ojos violáceos, cabello lacio & oscuro a la luz, un tanto violeta, delgada & cuvilínea.
Personalidad: Es alguien bastante fría, calculadora & doble cara, no es nada modesta en cuanto a sus atributos & habilidades se refiere & si para lograr sus objetivos debe tomar medidas drásticas puede llegar a ser la persona más insensible, despreocupada & cínica que exista; ya que en un mundo presidido en su mayoría por hombres no podría hacerse por menos, tiene mucha facha de lider. Las razones por las que esta mujer que expele morbo en todo su esplendor se gana el pan de cada día haciendo esto se desconocen, algunos dicen que ha sido el conejillo de Indias del jefe de la familia y por eso tiene "talentos especiales", otros dicen que es su mismísima familiar...Lo cierto es que odia que la interroguen & aún más que le preguntes cosas referentes a ese tema. "Lex" se ganó el lugar de mente maestra en este negocio por su misma actitud imponente, altanera & desafiante, un muy buen & cotizado partido para los de esta misma estirpe. Experta en ver sin ser vista & escuchar sin ser escuchada.
Habilidades:
•Electroignición Psiónica: Provocar dolor con sólo mirar.
•Empatía: Capta sentimientos & manipula acciones através del contacto de cualquier tipo.
•Veritaserum: Capacidad de saber cuando alguien miente.
Extras: Muy buena en el disparo certero, a veces suele mostrar una literal sed de sangre, cuando esta preocupada suele mordisquearse el labio inferior al grado de lastimárselo. Le repudia que le hablen con rodeos o descaradamente, es agil para encontrar vías de escape, se podría decir que sabe Parkour.
Color de Roleo: Carmesí
Área del negocio en la que se especializa: Interrogación, Tortura.
¿Por qué no sólo me decían lo que les cuestionaba? ¿Es que acaso la sociedad de hoy es masoquista? Era eso o realmente el mundo estaba más que perdido, debía decirme nada más si se había robado la maldita droga & si dejó huir a una esquinera menor de edad "porque sí" ¡Nada le costaba! & que se quedara callado sin duda me ponía de mal humor, por culpa de eso otro estorbo se quedó sin ver la luz del día...El jefe era cruel conmigo por enviarme sólo a los idiotas, miedosos, dóciles, manipulables & para variar, retardados que sólo me quedaban viendo; & es que era inútil que persistieran si yo de una manera u otra sabría si mienten. Por eso es que la mayoría queda agonizando hasta cuando sienten que respiran sus últimas oportunidades, sólo así lo dicen...& luego lo molesto es desaparecer el cuerpo. De la manera más sarcástica digo: ¡Genial por este imbécil tendido aquí en el suelo! Si tan sólo hubiera colaborado tal vez acabaría sólo con alguna neurosis, no más.
-¡Rápido, desháganse de este!- grité, levantándome de mi asiento dando un golpe a la mesa de madera fina.
Entró al lugar un grupo de hombres con sobreros de ala ancha & trajes enteros, cabizbajos diciendo al unísono un ‹‹Buonasera, signorina›› maquinalmente se dirigieron al cuerpo inerte, tomándolo de brazos & piernas, zigzagueando al retirarlo de la sala, yo me limité a despedirlos con la mano, apoyando mi mentón en mis manos entrelazadas con los codos en la mesa & cruzada de piernas. Tomé una bocanada de aire, era algo agotador, pero este era el último de la noche, al menos me tomaría un corto descanso antes de que volvieran a solicitarme, intuyendo que eso pasaría me quedé jugueteando con unas Esferas de Newton, mientras asomaba una esquina de mi ojo a la ventana viendo como aquél felino azabache se colaba por ahí & merodeaba por el lugar hasta llegar a situarse entre mis piernas. Me enderecé de golpe recordando que debía informar que fue de mi víctima, pero como no tenía ganas de levantarme...Sólo grité de nuevo, de cualquier modo estas cuatro amplias paredes tenían oídos.
-¡Avisen al pelioscuro que dentro de media hora lo espero para dar el informe!- vociferé a brazos cruzados, exaltando a mi gatuno compañero.
-& tráiganme un café cargado ¡Ora!- inmediatamente escuché algunos pasos apresurados.
Vaya que los tenía bien alertas, me gustaba la eficiencia. A juzgar por la hora que era ya, media hora para Vico no tenía el mismo significado que yo conocía. Tenía un aire haragán. Pero siempre era más que un honor, un deber...No estaba para criticarle nada en éstos momentos, yo era la única en esta zona que podía obtener información en un dos por tres, él me soportaba & yo a él, había cierto balance. En ese momento entró uno de mis hombres con la taza humeante de café, la dejó en mi escritorio, dio media vuelta & se fue. Reí levemente & asentí con la cabeza...Restaba esperar la grata presencia de cierta persona.
-¡Rápido, desháganse de este!- grité, levantándome de mi asiento dando un golpe a la mesa de madera fina.
Entró al lugar un grupo de hombres con sobreros de ala ancha & trajes enteros, cabizbajos diciendo al unísono un ‹‹Buonasera, signorina›› maquinalmente se dirigieron al cuerpo inerte, tomándolo de brazos & piernas, zigzagueando al retirarlo de la sala, yo me limité a despedirlos con la mano, apoyando mi mentón en mis manos entrelazadas con los codos en la mesa & cruzada de piernas. Tomé una bocanada de aire, era algo agotador, pero este era el último de la noche, al menos me tomaría un corto descanso antes de que volvieran a solicitarme, intuyendo que eso pasaría me quedé jugueteando con unas Esferas de Newton, mientras asomaba una esquina de mi ojo a la ventana viendo como aquél felino azabache se colaba por ahí & merodeaba por el lugar hasta llegar a situarse entre mis piernas. Me enderecé de golpe recordando que debía informar que fue de mi víctima, pero como no tenía ganas de levantarme...Sólo grité de nuevo, de cualquier modo estas cuatro amplias paredes tenían oídos.
-¡Avisen al pelioscuro que dentro de media hora lo espero para dar el informe!- vociferé a brazos cruzados, exaltando a mi gatuno compañero.
-& tráiganme un café cargado ¡Ora!- inmediatamente escuché algunos pasos apresurados.
Vaya que los tenía bien alertas, me gustaba la eficiencia. A juzgar por la hora que era ya, media hora para Vico no tenía el mismo significado que yo conocía. Tenía un aire haragán. Pero siempre era más que un honor, un deber...No estaba para criticarle nada en éstos momentos, yo era la única en esta zona que podía obtener información en un dos por tres, él me soportaba & yo a él, había cierto balance. En ese momento entró uno de mis hombres con la taza humeante de café, la dejó en mi escritorio, dio media vuelta & se fue. Reí levemente & asentí con la cabeza...Restaba esperar la grata presencia de cierta persona.
Última edición por Raven el Vie Nov 02, 2012 9:48 pm, editado 2 veces
Re: ~Octavius~
- Ficha:
- • Nombre: D.L. Wright-Berkoff [Nombre completo: Darlene Limberwood Wright-Berkoff]
• Familia: Wright-Berkoff
• Edad: 19 años
• Físico: Su estatura es la de una chica promedio, alrededor de 1.67 metros. Piel blanca y ojos aceitunados. Es rubia, su cabello tambien es ondulado en las puntas. Cuando se hace pasar por chico, que es la mayor parte del tiempo lleva el cabello recogido hacia atras en una cola de caballo, pero cuando esta en su casa, con su familia fuera de los negocios familiares es una chica normal usando unicamente de ropa vestidos elegantes y el cabello amarrado en dos colas con listones de seda. Es muy raro verla con vestidos puesto que solo su madre y su padre saben que ella es una chica, todos los demas sirvientes y conocidos saben que ella es un chico pues siempre se viste asi, pero es mas que nada para proteger su identidad y poder llegar al poder en la familia ya que siendo una chica debil y delicada la han excluido. Entonces por consiguiente suele usar pantalones oscuros y elegantes, a veces usa algun sombrero que cubra su cabello. En general su aspecto es muy androgeno para las personas del exterior.
• Personalidad: Por lo mismo que se viste como un varon, suele hablar muy poco, puesto que tiene la voz un tanto aguda y solo habla cuando es necesario, por eso es muy callada y reservada; guarda sus sentimientos para ella misma. No es para nada ruidosa, es muy sigilosa en todo lo que hace y por ende tiene habilidades para el espionaje. Es sensible, siempre trata de hacer las cosas con mucho cuidado, sin derramar una gota de dolor o de sangre, por lo que trata de portar lo menos posible armas de fuego, pero cuando es necesario tiene que hacerlo aunque antes para ello libre una batalla interna con su moral.
• Habilidades: Tiene habilidad para el espionaje puesto que sus padres la entrenaron para ello. Inicio desde que era muy pequeña mientras se hacia amiga de las hijas de varias familias adineradas solia espiar lo que los mayores hablaban para despues comunicarles a sus padres como si fuera una blanca palomita. Tambien sabe manejar armas de fuego, aunque eso no le gusta, maneja muy bien las espadas, algo anticuado pero su familia le enseño a venerar las tradiciones del pasado.
• Extras: Todo el tiempo suele vestirse como chico porque en su familia se acostumbraba a que eran los varones los que manejaban el negocio familiar, fue por ello que de 6 años para abajo vivio en una casa de campo bajo la personalidad de una prima lejana de la familia para luego posteriormente a los 7 años trasladarse a la metropolis bajo el disfraz de un lindo y recatado niño, y aunque dejo crecer su cabello siempre lo llevaba amarrado. Como varon ha aprendido ha manejar muy bien armas que una chica "segun su familia" jamaz debe de utilizar, mas sin embargo fueron sus padres quienes la entrenaron en secreto para ello. Actualmente se hace pasar por un joven de 19 años cuyas iniciales son unicamente D.L portando posteriormente el apellido de la familia. Nadie sabe que es una chica en realidad, oculta muy bien sus atributos bajo una sarta de chaquetas oscuras que suele usar.
• Color de roleo: pink
• Área del negocio en el que se especializan: Comercio internacional, Diplomacia, habla con mucha diplomacia, digno de un caballero de la realeza, respeta las opiniones de los demas y deja en cambio que nadie sepa la suya. Ella es la que se encarga de los negocios familiares puesto que sus padres desde hace 5 años estan retirados en una isla protegiendose de quienes quieran asesinarlos.
Dio un golpe en falso a la almohadilla que estaba en uno de los asientos de avion en el que se encontraba al recordar aquel robo que paso a la historia, cuando uno de los lideres robo una magnifica, hermosa y costosa lampara al Rey de Inglaterra -Valgame Dios- exclamo con una voz suave sin denotar ira en sus ojos aunque sus mejillas ardian, se llevo las manos a la cabeza -Fue un tonto- como pude dejar que lo hiciera, ¿fue una broma acaso? Pues no fue gracioso- Tomo una liga para hacerse una coleta y luego rio con discrecion, como si fuera una psicopata -pero si eso es lo que mejor saben hacer ¡robar! Mientras pensaba en toda esa escena dos años atras se coloco unos pantalones de mezclilla de esos que acostumbran a usar los jovenes de los Estados Unidos, luego una camiseta negra dejando colgar libremente el collar de plata que llevaba en el cuello, cubrio su torso con una chaqueta marron un poco voluminosa de adelante para cubrir sus atributos y entonces exclamo -Soy una tonta- dio un puntapie a la maleta que yacia sobre el suelo; despues se acerco al espejo para observar su aspecto, no parecia una chica pero tampoco era un chico -Genial- dijo -se sorprenderan mucho cuando me vean- pues bien sabia que a esas reuniones ella acostumbraba a lucir trajes muy elegantes, siempre era la mejor vestida de todos pues era muy formal y ahora se habia arreglado para ser todo lo contrario.
Salio del avion privado en el que viajaba no sin antes colocar un par de navajas muy afiladas entra sus bolsillos pues odiaba portar armas de fuego y era bastante ágil con estas pequeñas armas. Cuando llego a la ciudad era temprano, en realidad habia salido de Inglaterra a las 3 de la madrugada para llegar a tiempo, pero aun asi se perdio entre la multitud, sin guardaespaldas ni nada por el estilo, lo unico que queria era no poner sospechas de quien realmente era y a donde se dirigia. Se detuvo un par de veces en algunos locales comerciales, especialmente de ropa, miro por fuera un par de vestidos que le parecieron hermosos, cosa extraña pues la empledas no sabian porque un muchacho tan bien parecido observaba vestidos -Le quedara muy bien a mi hermana- mintio dandose cuenta que una de las empleadas habia salido y estaba junto a ella esperando a que le dijera algo con respecto a la ropa -¡Ah pero espere!- grito -Ya es tarde- mintio de nuevo mirando su reloj sobre su mano derecha -pasare a verlo en otra ocasion- exclamo y a paso rapido camino hasta el gran edificio que aparentemente no era nada por fuera y no parecia haber mucha vigilancia ademas.
Se escurrio, como era digno de ella, entro por la puerta principal sin que nadie se diera cuenta pues era lo que mejor sabia hacer y en lo que se especializaba, y llego a la puerta descrita en menos de 4 minutos, puso su oido sobre ella para escuchar mejor las voces que yacian dentro y con un movimiento agil logro abrir la puerta sin hacer ruido alguno. Dio un paso hacia adelante a medida que la charla del interior se apagaba. Sonrio levemente conocia muy bien a todos los presentes -Muy buenos dias- dijo en una voz de tono normal despues de haber tomado asiento a tres sillas el lider, observo como las miradas estaban sobre el. Un sirviente se acerco y le tencio una bandeja con varios cigarros de diferentes clases -Gusta uno, señor- le dijo, pero Wright-Berkoff nego con la cabeza -No muchas, gracias. No consumo- el sirviente se alejo de inmediato, alguien por ahi lanzo una risa algo descontrolada a medida que D.L dijo esta ultima frase.
Sostuvo la mirada a Vico, soltanto una sonrisa un poco sarcastica pues ambos sabian a que se referian si D.L desde que habia entrado a la sala no podia dejar de ver la lujosa lampara que colgaba sobre la mesa, entonces ella extendio la mano y dejo rodar uno de los diamantes en forma tetraedrica que era de la lampara, aquella pieza fina de joyeria llego a manos de Vico, este sonrio sarcasticamente -Tomalo como un recuerdo de tu ultimo viaje a Inglaterra- dijo silenciosamente D.L . Obviamente ninguno de los presentes se habia dado cuenta como era que D.L habia arrancado uno de los diamantes de la lampara que colgaba a 6 metros sobre ellos, pero D.L se las habia arreglado, pues era en lo que se especializaba.
-1...2...3- susurro Wright-Berkoff con mucha calma y en cuanto llego al numero tres penso -Ahora- y entonces con un delgado hilo transparente que tenia una circunferencia menos a la de la tela de araña, hizo jalar la lampara de diamantes y esta se desplomo esparciendose las joyas en toda la sala, saltando de un lado a otro. Wright-Berkoff no reia pero sonreia dulce y tiernamente, los demas estaban consternados -Recuerdos de Inglaterra para todos- exclamo inocentemente -Tomenlos señores, hay mas de 100,000 millones de euros bajo sus pies- Al fin su forma de venganza un tanto bizarra se habia completado, odió que tal reliquia se desperdiciara asi, pero no queria verla colgar en esa blanquecino techo. Suspiro y escondio las manos entre las bolsas de su pantalon, esperaba que Vico no se hubiera enfadado con ella por hacer aquello pues queria trabajar bien en equipo con aquel grupo de personas.
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OFF: Rooney cambie mi color de roleo porque me parecio que era muy similar al de Raven-chan. ¿Esta bien?
Última edición por Scarlet el Lun Nov 05, 2012 8:58 pm, editado 1 vez
Re: ~Octavius~
- Spoiler:
Nombre: Yomileto
Familia: Bellucci
Edad: 23
Físico: Es de gran altura, con rasgos un tanto femeninos pero no exageradamente, usualmente lleva puestos lentes porque según el se ven bastante bien en su bella cara, siempre esta vestido con un traje, nunca se le ve desarreglado porque ama su apariencia, su cabello es demasiado rebelde así que nunca esta realmente peinado, sus ojos son de color verde amatista.
Personalidad: Amable pero hipócrita muchas veces, se molesta con facilidad, tiene el carácter de un crió, suele molestar a las personas, se envicia con facilidad y sólo es serio cuando el momento lo amerita, mientras tanto es flojo.
Habilidades: Tiene una gran capacidad física, domina diferentes tipos de artes marciales, desde milenarias hasta recientes, debido a que se le entreno para aprender todas y cada una de las artes marciales que hay en el mundo.
Extras: Nunca habla de su familia de hecho el lleva a cabo la caza cuando alguien rompe omerta. Así que la cantidad de gente que ha matado la lleva contada en un pequeño cuaderno. Tiende a perderse en sus pensamientos con frecuencia, nunca se despega de una espada que nombro de la misma manera en la que se llama él.
Color de roleo: Blanco ~
Área del negocio en el que se especializan: Asesinato por rompimiento de omerta
Estaba demasiado aburrido para mi propio bien los viajes en avión eran demasiado molestos y yo estaba en el punto donde cualquier cosa haría que me perdiese en medio de mis sueños pero vamos, si me dormía cuando despertara estaría de mal humor y eso sería malo, era consciente de que poseía un mal despertar. Comencé a tararear una canción y mirar por ventana... como si las nubes fueran muy interesantes... tal vez lo eran, les mire con recelo.
-Tengo hambre, sueño, pereza, quiero ir a mi casa y pasar el tiempo como todos los días...
-No puede señor, primero tiene que ir a la reunión.- Oí la voz del hombre que toda la vida había estado a mi lado, poseía 56 años y más bien era como mi padre, le mire con una sonrisa.
-Quiero ir a mi casa~
-Señor, vamos, no sea infantil, le prometo que en cuanto vaya a aquella reunión y haga lo que se espera de su posición volveremos a casa.
-Ok... pero es una promesa. Despiertame en cuanto lleguemos, hazlo de la mejor manera antes de que me de por destruir algo en el avión~ Luego tengo que hacer demasiado papeleo y es molesto.
Me rendí ante mi sueño, soñé a todas aquellas personas que en algún momento cometieron la estupidez de romper la omerta. Sus familias sus risas, sus llantos, sus plegarias. Oí mi nombre en una voz vieja.
Abría los ojos con lentitud y observe a Joe.
-Señor, parece que ya llegamos.
Le miré y después observe que todos los guardaespaldas que iban conmigo estaban esperando a que me levantara. Bostecé, me levante y todos los demás lo hicieron, baje del avión. Joe Valachi, era el anciano que toda la vida me cuido, su voz tendía a relajarme probablemente le agradecía que nunca me mirara de la misma manera en la que todos los demás lo hacían, como si fuera inhumano. Alguna vez alguien dijo que olía a sangre por todos lados, pero... no era mi culpa, culpa era de aquello que decidieron que se heredara la tradición de muerte a mi familia, era un tanto cruel que se le heredaran los pecados a una sola familia pero no estaba del todo mal que una persona cargara con la sangre de este mundo subterráneo. Era una forma de protegernos...
En realidad no tenía ni idea de que era lo que sucedía o porque nos llamaban, yo no me involucraba realmente en los asuntos a menos de que se me solicitara asesinato y sólo le realizaba cuando fuese alguien realmente escurridizo o importante, en el mejor de los casos si el rompimiento del juramento provocaba algún desastre que nos pusiese en la mira de la policía.
Esperaba que yo no tuviese que intervenir. Saque el rosario que traía en el cuello, estaba cubierto por la camisa y el saco; era un tanto especial, con 108 cuentas. Cada una por una persona muerta en mis manos. Le metí, cubriéndole nuevamente.
-Creo que caminare por la ciudad, después de ello iré a por Vico.
-Señor...
-Esta bien, no me iré sin antes acudir a la reunión, además de que dudo mucho que los dejen entrar a todos ustedes, vayan y diviértanse por la ciudad, les aseguro que hay mucho que ver en este lugar o al menos intenten creer que hay mucho que ver- Solté una risa.
Iba tarareando una canción mientras caminaba los tres kilómetros que estaban desde yo empezaba mi recorrido hasta el lugar asignado al encuentro. Medite las cosas, ok, no era la mejor idea ir caminando, a sabiendas de que de seguro me regañarían si llegaba tarde y era mucho mejor evitar los escándalos.
Le hice la parada a un taxi y le pedí que me dejara a unos 50 metros del lugar. Salí de ahí y entre con cuidado al lugar, todos me miraron extrañamente y yo sólo me encogí de hombros saludándoles, se dejo ver un tatuaje en mi mano. Muchos voltearon la vista y caminaron más rápido. Observe mi mano derecha, con la que salude y me di cuenta: el tatuaje, si bien era una marca que significaba pecado, era la marca con la que se distinguía al cazador. Suspire y abrí las puertas en donde miré al piso repleto de diamantes.
-Señor ¿Un tabaco?- Observe aun sirviente, tome uno y le di las gracias adornándolas con una gran sonrisa. -Iou~ Ha pasado mucho tiempo, no tengo idea de que hago aquí pero asumo que es algo importante considerando que me están llamado.- Puse un semblante serio, esperando que no me salieran con estupideces o correría sangre. -Vico~ ha paso mucho tiempo espero que estés bien. En realidad no prefiero que te estés muriendo de una enfermedad terminal.- Sonreí mucho más ampliamente acomodando mis gafas.
Observe a un chico o chica, mejor llamemoslo un @, le salude desde donde estaba y me presente ya que no recordaba haberle visto antes.
-Yomileto Bellucci... Piacere di conoscerti.
Re: ~Octavius~
-¡Dannazione! ¿Qué demonios me estás diciendo?- azoté el escritorio al escuchar a mi subordinado recordarme una "Reunión en la Base del Vaticano" de la que no me habían avisado absolutamente nada.
Así que entonces era por eso que Vico no hacía acto de presencia por acá, hace más de una hora estaba esperándolo, & hace más de una hora debí estar en la maldita reunión, pero ya ese pelioscuro me iba a escuchar, eso era seguro. Me levanté de golpe de mi asiento, tomé mi gabardina & sombrero de ala ancha del perchero & sin protocolo alguno me fui...Detrás de mi se oyó un portazo, asigné a dos de mis hombres a acompañarme & a otros dos que se quedaran en mi base por si uno de los inútiles de Vico llamaba.
-Alguno de ustedes...Si esos lentos llaman dicen que ya voy en camino- grité, escuchando después de eso un fuerte & claro ‹‹Sì, signorina›› de camino iba siseando a regañadientes un par de palabras no muy "cultas".
Detrás mío me seguía aquél felino azabache ojiverde, frotando su cara contra mi pierna, lo miré por debajo de mi hombro con expresión un tanto suave, ese animal era uno de los pocos que lograba esa reacción en mí. Me agaché un momento a acariciarle la cabeza.
-Hoy no puedo Enzo...Será más tarde- dije volviéndome a poner en pie, el felino, como quien entendió, se resignó a devolverse, hasta los gatos eran más eficientes que esos inútiles que no saben como dar un aviso correctamente, ahora por eso Vico me va a dar una "grata Bienvenida" pero yo tampoco me dejaría así que el también me escucharía. Estando en frente de la gran puerta me detuve en seco, no estaba de humor para "modales". Mis hombres vieron en mi esa expresión de "como si no fuera suficiente" así que dieron un pasó atrás ‹‹Questo non è buono›› Logré escuchar de ellos, & estaban en lo correcto...No era nada bueno.
-Así es...- alcé una ceja -Pueden retirarse aquí...Haré una entrada original & le daré buenas razones a ese castaño para que no ose hablarme en tono inadecuado- reí levemente, me despojé de la gabardina & la lancé a uno de mis hombres, hicieron una leve reverencia para luego girar sobre sus talones & marcharse. Yo por mi parte hice un par de estiramientos, me troné los huesos de las manos & subí con la agilidad de ninguno hacia la ventana de la sede.
-Tu, stronzo! ¿Primero me envías a idiotas que no colaboran & luego de la nada, tengo que venir a una maldita reunión? ¡No tienes idea de lo molesto que es tener que "desvanecer" cuerpos! & ahórrate tu sermón si eres tan amable ¿sì?- grité de pronto, de cuclillas en el marco de la ventana. A punto de romperle lo que tuviera a mano en la cabeza, lo cierto es que estaba haciendo un gran escándalo.
Ya estando adentro del lugar tomé asiento en cualquier lugar menos en una silla -como siempre- a piernas & brazos cruzados, como era habitual este chico, estaba poniendo atención a otra cosa que no era exactamente mi amenaza, ha de ser por eso que evidentemente me pidió que utilizara sus piernas como asiento...No ponía atención en mi palabra pero sí en otras cosas, era un total mañoso. Minutos después llegó uno de los mayordomos ofreciéndome una copa de vino ‹‹Ya se acostumbraron, por lo que veo›› pensé divertida, queriendo volver a lo que en realidad interesaba, abrí paso a mi faceta seria poniéndome en pie
-Buonanotte...Am Alexandrinne Sccarmacio- dije refiriéndome a quienes tal vez aún no me conocían -Dejándonos de jugarretas, Vico, en efecto el inútil que me enviaste tenía cuarenta de la blanca que seguramente perdiste & ayudó a escapar a la niñata menor de edad...A la esquinera ya la enjaulamos & la coca la tengo aquí- la solté la corta falda que traía & la deje caer estrepitosamente en el centro de la mesa.
Al parecer la mayoría se limitó a sonreír medianamente, Vico rió con matiz entre divertido & cínico, depositando un fuerte beso en mi níveo cuello, ahora era cuando me mostraba su agradecimiento; así era él, me tomó levemente de las caderas & lo volví a ver guiñándole mi ojo. Sin querer perder el hilo del asunto proseguiría con mis preguntas.
-& bien ¿Qué tenemos entonces? ¿Tengo más trabajo?- el castaño bajo su mano derecha a mi pierna, solté una leve & poco audible risa...¡Vaya chico! Pero aún así, esperaba expectante la respuesta.
Re: ~Octavius~
~Vico~
-Deseo decapitarlos, no son críos para provocar tanto lío. Que no se repitan tales actos o me veré en la penosa obligación de inyectarles orina de cerdos.-dije con la autoridad que me confiere ser el segundo al mando. No procuré mirarlos a los ojos, no me interesa.
Visto que el asunto de los albaneses se juzgaba casi resuelto, volví a encender los hologramas, allí brotaban las fotografías de cinco hombres claves para la recuperación de un cargamento de armas el cual el gobierno decomisó hace tres meses en Kuwait, teníamos la intención de vendérselo a algún grupo terrorista, el que hiciera la mejor oferta, sin embargo el ejército nos tomó por sorpresa. No aceptaron soborno o intercambio de ningún tipo, extraño por decir menos. Dándole una profunda calada al puro y sujetando la cadera de Lex, les expliqué el contexto al que afrontaríamos si decidimos dar pie a un plan de “alianza” con el Estado o emprender una guerra, cualquiera que sea la resolución que tomemos, ésta regirá no sólo sobre nuestras cabezas sino también para el mundo entero.
-Muy bien, pelambres de rata, necesito que se pongan al día con Fratello, él no es ningún pendejo. Nuestras arcas pueden estar rebosantes de riqueza, pero tenemos un código que defender, Octavius merece respeto. No importa secuestrar, matar, torturar, ni comer del muerto. No se admiten quejas, se terminaron las juergas, sus habilidades, sus neuronas, músculos, están al servicio absoluto del negocio. Esto es lo que somos, esto es lo defendemos. Lo demás es basura.-mi voz y expresión eran duras. Me alcé del asiento, solté la mano de Lex dedicándole una de esas miradas que solemos compartir, y me trasladé hacia la chimenea, apreciando el color del fuego.
-Paolo, portami il coltello e documenti.-le susurré a uno de mis hombres. Él obedeció con presteza y pude mostrarles a los herederos la “prueba”.-Dicen que el elixir de la juventud anda por ahí regado… yo creo que más bien es otra porquería alucinógena, esto que ven son elementos posiblemente probatorios. Lo vamos a buscar, a la par de la cacería de aquellos tipos.-señalé las fotografías en los hologramas.-No quiero otro desastre como el de Texas.-advertí por último al inclinarme en la mesa para apagar el puro.
Con ello di por terminada la reunión, todos se marcharon menos mis tres dolores en el culo, que permanecieron insolentes en sus puestos. Acaricié sus rostros. El ruido de la lluvia que se convertía en tormenta no nos perturbaba. Puedo ser relajado y cariñoso con mis camaradas, no obstante, no tolero ofensas ni jugarretas a la organización, La Familia.
-Los amo tanto, hermanos míos.-mi boca se torció, no era una sonrisa. Luego sí sonreí jovialmente. –Tiempo sin verles, y ya me hacen escándalos. Un día vamos a destriparnos los unos a los otros, sobre todo tú a mí.-miré empañadamente a Bellucci.
Entonces, sucedió. Un estruendo provino de afuera. Tan fuerte que tuvimos que agazaparnos en el suelo. Cristales haciéndose pedazos, gritos, disparos. Tan vertiginoso. Los diamantes todavía en la alfombra temblaban estrepitosamente. Éramos atacados desde la misma entrada, probablemente sería una sola bomba, y no un bombardeo aéreo, a lo sumo quemarían la plaza nada más. Me levanté ágil, Bellucci ya estaba preparándose para salir por las ventanas, así que tomé a D.L. y la arrojé por una puerta corrediza detrás de un estante., no sin antes susurrarle “Ve, mi pequeña travesti, localiza la salida a 27 zancadas de aquí. Zancadas largas, pequeña. Escoge la puerta de metal. En los jardines hay ropa entre las camelias, el caos te permitirá saltar los muros, sumérgete entre la multitud en la ciudad y tráeme lo que necesitamos. Yo mantendré ojos sobre ti” Y con eso cerré el pasadizo. Me asomé por una ventana y le disparé las llantas a un Bentley que se dirigía sospechosamente hacia la catedral; los francotiradores ya se encargarán del resto. Le hice señas a Bellucci para irse por la puerta acompañado de mis guardias, después él se las arreglará solo para hacer lo que le toca, confío en él… La Plaza se ahogaba entre las llamas. Y por fin tuve el valor de mirar a Lex. Con eso bastó para que ella supiera que debía irse para hacer su parte, y lo hizo. Esa es mi mujer. Casi instantáneamente, Aldo se precipitó en la habitación.
-¡Muévete, bastardo!¡Quiero que un puto helicóptero en ala oeste de los Museos!- mi voz zona al mando, sin embargo, el vigor de la explosión bullía en mis venas, era la emoción de una nueva cacería. A penas noté que mis oídos sangraban.- ¡Hay que limpiar la suciedad de nuestro Octavius!-ordené a lo lejos. La tormenta persiste solemne en los cielos y los disparos no cesaban en la tierra.
Tomé la espada colgada sobre la chimenea, la desfundé y me lancé a los pasillos ya infiltrados por la escoria terrorista, porque éstos no venían del cobarde Estado del pueblo, no… esto era obra de mugrientos comunistas. En mi mano izquierda sostenía el arma apuntándole a todo cuanto se movía. Me aproximé a los aposentos de Fratello, y lo vi. Ya no había nada que hacer, él estaba muerto, yacía inerte sangrando sobre las sábanas de seda, múltiples herida de bala en el torso. Pero Octavius ha de perdurar hasta el fin de los días, sin importar el costo, a mano de hierro llevaré a cabo la meta. Salvatore. Después de tantos años, tendré que buscar a ese jodido policía. Hice una mueca desdeñosa. Resolví encargarme de todo desde ahora, comenzando por moler a patadas y llenar de huecos a todos esos invasores, con éste único pensamiento me abría paso a través de la gran puerta de mi Basilica con el mundo frente a mí.
Última edición por Rooney el Miér Nov 07, 2012 1:13 pm, editado 1 vez
Re: ~Octavius~
○ Vitalya ○
- Spoiler:
- Nombre: Vitalya
Familia: Karamazov
Edad: 21
Físico:
Altura media y piel clara. Su cabello es rubio oscuro, generalemente confundido con castaño claro, es de largo medio. Es dueña de una envidiable figura, un cuerpo delgado con tributos voluptuosos. Sus ojos son verdes oscuros, pero llamativos. Viste generalmente con camisas y pantalones, manteniendo su rasgo femenino, en casos suele vestir formal pero sólo cuándo la ocasión lo amerita. Tiene un tatuaje en su nuca con forma de estrellas, y otro en su brazo, este último es solo
Personalidad:
Es bastante severa, desprecia a quienes no toman su trabajo en serio. Si bien vivió en un entorno machista tiene una personalidad fuerte y ruda la cual no la hace una mujer débil. Es directa y decidida. Tiene poco tacto y falta de delicadeza, va directo al grano. Es fría con los hombres y repudia a aquellos que alagan su figura, pero su actitud es diferente al tratar con mujeres.
En ocasiones, generalmente con sus subordinados, suede perder la paciencia. Es demasiado impulsiva, pero a la hora de la acción logra actuar de manera calculadora e inteligente.
Hacerla cumplir su deber es trabajo duro, solo toma aquello que le interese. Aún asi, es necesaria ya que logra buenos resultados.
Habilidades:
Gran manejo y conocimiento de armas de fuego, es una francotiradora con experiencia.
Tiene una inteligencia admirable a la hora de actuar de manera rápida. Si bien no es experta en pelea cuerpo a cuerpo, es de rápidos reflejos. Tiene una gran velocidad y agilidad a la hora de escapar por cualquier lugar.
Extras:
Es fumadora compulsiva, siempre tiene un cigarro a mano.
Es coleccionista de armas, tiene una gran poseción de ellas, las admira.
Suele llevarse algún objeto luego de sus ''misiones'' como relojes, restos de balas usadas, o cualquier objeto a mano, lo hace solo por puro capricho.
Color de roleo: Naranja
Área del negocio en el que se especializan:
Asesinatos, comercio y mercado negro.
Es llamada en situaciones que podrian terminar mal.
Sólo unos segundos más debía esperar. En este trabajo no es prudente dejar pasar el momento, cada instante cuenta, cada instante vale. Al menos de esta manera lo creo yo. Si un trabajo se hace debe hacerse bien o evitar hacerlo, en este ambiente no estamos para aguantar principiantes.
Vuelvo a posar la mirada sobre mi objetivo, giro mi mano hacia la derecha con un movimiento redondo realizando la señal a mi subordinado, Georgiy, debo admitir que es mi mejor aliado en este tipo de casos. Aún estoy a tiempo solo a llegado una persona y no creo que esten decididos a arriesgarse por una minoría, aunque esta sea realmente valiosa, no sería una decisión ética. Decido seguir esperando, además todavía no he visto ninguna señal. Otros 25 minutos más pasan, veo llegar a Bellucci -El niño mimado- suelto en voz apagada. No debo dejar nada descubierto, cada detalle debe ser cuidado desde los segundos que pasan hasta que tipo de vehículos he visto pasar por las calles. Si de algo estoy segura es que no puedo descuidarme.. no más. Miro a Svetlana y Nikolai ubicados a las esquinas contrarias del punto de encuentro, necesito saber si han visto algo. Sus señales negativas me hacen dudar.
Observo a más gente llegar, me preparo. Aún con mis calculos no estoy segura de que mis conocimientos sean serteros y correctos, es una de las pocas veces en las que me lanzo sin tener la sufiente información, pero tampoco pude obtenerla... era simple intuición. No sabía exactamente qué, ni dónde, ni cómo pero algo pasaría de eso estaba segura. La fecha y lugar de encuentro no era algo que se compartía libremente como si de una cita corriente se tratara. Este era un tema confidencial el cual no era compartido con cualquiera. Pero el hecho de que las últimas veces hemos sido de alguna manera 'sorprendidos', con sucesos que no pudimos advertir o que casos cayeran tan destrozadamente como ocurrió en Texas, no era algo que me dejara tranquila. ¿Muchas decisiones mal tomadas? No lo creo, estamos con profesionales, ningún detalle puede escapar. La única respuesta que encontré fué un infiltrado. Pero luego pensé, un infiltrado en Octavius era algo imposible, no el hecho de que existiera sino que lo haya logrado. Aún asi no puedo dejar escapar nada, tengo la intuición y debo respetarla, muchas veces me ha ido bien así.
No me he visto en la confianza necesaria de informar esto a las demás familias, los medios de comunicación no son seguros y no he podido contactarlos. Mi única solución fue llegar preparada, nadie notaria alguna irregularidad en no notarme presente a tiempo, la puntualidad nunca fue mi fuerte. Sé que ya habrian francotiradores preparados para esto, y contacté con ellos apenas los visualice, la cantidad no era importante sino la calidad.
La lluvia comienza a caer con fuerza -Maldición, no estoy en lugar seguro- pero no me muevo de allí ya que tengo una mejor prespectiva. Veo la señal, Nikolai me la ha dado, seguro observó algo irregular. Ajusto la mira de mi CheyTac M200, y fijo el supuesto objetivo. Realizo una nueva señal a Georgiy. En el punto final, disparo. Tres disparos simultáneos son efectuados, entre ellos el mio.
Veo los cuerpos caer al suelo y tirar sus respectivas arma, se confunde entre la tormenta, pero algo no me sienta bien. De pronto veo tres vehículos acercarse a gran velocidad, dos de ellos se separan y el Bentley se dirige a la catedral - ¡Era un señuelo! - Me paro rapidamente llamando a mis subordinados a hacer lo mismo. Observo a los francotiradores preparados anteriormente hacer los mismo. Dejo el rifle en el techo de aquel edificio y tomo mi metralladora preparada detrás. Comienzo a disparar. -¡Diablos! Me tomaron el pelo, sabían que estaría aquí. Les haré pagar por hacerme perder esa bala, no se cosiguen fácilmente-. Salen los otros guardias de adentro, comienzan a atacar y solo se ve una lluvia de balas volando de aquí para allá, más espesa que la lluvia misma caída del cielo. Se escucha un gran estruendo aparentando ser el golpe final.
Los atacantes se marchan rapidamente, fue un ataque veloz. Obsevo el lugar ahora casi destruido, a estos tipos no se los debía subestimar, pero de algo si estaba segura: Los representantes habían escapado, eran un hueso dificil de roer cada uno de ellos, y esto no acabaría con ellos. Pero ahora estaban dispersados, debía encontrarlos y contactarlos. En especial a Vico. Encendió su cigarrillo, y se dedicó a buscarlos, no quería meterse en otros problemas ahora.
Vuelvo a posar la mirada sobre mi objetivo, giro mi mano hacia la derecha con un movimiento redondo realizando la señal a mi subordinado, Georgiy, debo admitir que es mi mejor aliado en este tipo de casos. Aún estoy a tiempo solo a llegado una persona y no creo que esten decididos a arriesgarse por una minoría, aunque esta sea realmente valiosa, no sería una decisión ética. Decido seguir esperando, además todavía no he visto ninguna señal. Otros 25 minutos más pasan, veo llegar a Bellucci -El niño mimado- suelto en voz apagada. No debo dejar nada descubierto, cada detalle debe ser cuidado desde los segundos que pasan hasta que tipo de vehículos he visto pasar por las calles. Si de algo estoy segura es que no puedo descuidarme.. no más. Miro a Svetlana y Nikolai ubicados a las esquinas contrarias del punto de encuentro, necesito saber si han visto algo. Sus señales negativas me hacen dudar.
Observo a más gente llegar, me preparo. Aún con mis calculos no estoy segura de que mis conocimientos sean serteros y correctos, es una de las pocas veces en las que me lanzo sin tener la sufiente información, pero tampoco pude obtenerla... era simple intuición. No sabía exactamente qué, ni dónde, ni cómo pero algo pasaría de eso estaba segura. La fecha y lugar de encuentro no era algo que se compartía libremente como si de una cita corriente se tratara. Este era un tema confidencial el cual no era compartido con cualquiera. Pero el hecho de que las últimas veces hemos sido de alguna manera 'sorprendidos', con sucesos que no pudimos advertir o que casos cayeran tan destrozadamente como ocurrió en Texas, no era algo que me dejara tranquila. ¿Muchas decisiones mal tomadas? No lo creo, estamos con profesionales, ningún detalle puede escapar. La única respuesta que encontré fué un infiltrado. Pero luego pensé, un infiltrado en Octavius era algo imposible, no el hecho de que existiera sino que lo haya logrado. Aún asi no puedo dejar escapar nada, tengo la intuición y debo respetarla, muchas veces me ha ido bien así.
No me he visto en la confianza necesaria de informar esto a las demás familias, los medios de comunicación no son seguros y no he podido contactarlos. Mi única solución fue llegar preparada, nadie notaria alguna irregularidad en no notarme presente a tiempo, la puntualidad nunca fue mi fuerte. Sé que ya habrian francotiradores preparados para esto, y contacté con ellos apenas los visualice, la cantidad no era importante sino la calidad.
La lluvia comienza a caer con fuerza -Maldición, no estoy en lugar seguro- pero no me muevo de allí ya que tengo una mejor prespectiva. Veo la señal, Nikolai me la ha dado, seguro observó algo irregular. Ajusto la mira de mi CheyTac M200, y fijo el supuesto objetivo. Realizo una nueva señal a Georgiy. En el punto final, disparo. Tres disparos simultáneos son efectuados, entre ellos el mio.
Veo los cuerpos caer al suelo y tirar sus respectivas arma, se confunde entre la tormenta, pero algo no me sienta bien. De pronto veo tres vehículos acercarse a gran velocidad, dos de ellos se separan y el Bentley se dirige a la catedral - ¡Era un señuelo! - Me paro rapidamente llamando a mis subordinados a hacer lo mismo. Observo a los francotiradores preparados anteriormente hacer los mismo. Dejo el rifle en el techo de aquel edificio y tomo mi metralladora preparada detrás. Comienzo a disparar. -¡Diablos! Me tomaron el pelo, sabían que estaría aquí. Les haré pagar por hacerme perder esa bala, no se cosiguen fácilmente-. Salen los otros guardias de adentro, comienzan a atacar y solo se ve una lluvia de balas volando de aquí para allá, más espesa que la lluvia misma caída del cielo. Se escucha un gran estruendo aparentando ser el golpe final.
Los atacantes se marchan rapidamente, fue un ataque veloz. Obsevo el lugar ahora casi destruido, a estos tipos no se los debía subestimar, pero de algo si estaba segura: Los representantes habían escapado, eran un hueso dificil de roer cada uno de ellos, y esto no acabaría con ellos. Pero ahora estaban dispersados, debía encontrarlos y contactarlos. En especial a Vico. Encendió su cigarrillo, y se dedicó a buscarlos, no quería meterse en otros problemas ahora.
Re: ~Octavius~
¡Vaya que era fresco este castaño! Después de tal protesta que le dí, lo soluciona pasando sus dos dedos en mi cuello por puro querer, & yo a pesar de que sentí cierto cosquilleo no le paré de hacer esa cara desafiante que al parecer le encantaba ver, puesto que tras de haber tomado asiento en sus piernas me tomó de las caderas con cierto aire de niño posesivo aplicando una leve pero nada molesta presión con sus manos ‹‹Niño mañoso tú...›› pensé con una mediana sonrisa. En cuanto al discurso de "Porqué estamos aquí, qué queremos & adónde vamos" pues ya me podía hacer una idea, en pocas palabras Fratello no quería mediocres, quería rapidez & eficiencia en sus subordinados, si me había quedado claro.
Entrando al tema de Octavius fue cuando cambió de semblante, al parecer quería que todos le captaran rápido, la Organización tenía sus altas & bajas mas sin embargo Vico solo esperaba excelencia de todos, eso se entendía. Cuando sentí que se disponía a ponerse en pie me levanté, pero él aún no soltaba mi mano, dirigiéndose a la chimenea luego de una larga calada a su puro fue cuando lo hizo...Me soltó lentamente dándome una de esas miradas que yo le comprendía & que en su momento también le otorgaba yo a él. Hablándonos de que Octavius gozaba en una grandísima tina de Infamia nos presentó una muestra de un maldito brebaje con pinta de "Elixir de la Juventud"
-Tsk...Conque elixir...- pronuncié en voz baja, burlesca, sentándome en el lugar de Vico & cruzándome de brazos.
El pelioscuro hacia énfasis en nada de fracaso a la hora de obtener las otras muestras, sí, iríamos por ellas, costara lo que costara, los otros ineptos sabrían con cuál clase de casta se estaba metiendo. Sin necesidad de tantos croquis o cosas así ya personas como nosotros debíamos saber que había detrás de "No quiero otro desastre como el de Texas", con Vico había que saber leer entre líneas o lo mucho actuar antes de que él dijera "a". Dando por terminado este dolor de muelas como lo eran las Conferencias para mí, todos se largaron excepto nosotros, los portadores de los 3 apellidos que le causaban dolor de cabeza: Scarmaccio, Bellucci & Wright-Berkoff. Si bien quería gastar saliva sabor a tabaco en su discurso de "los extrañé" al menos a mí me entró por un oído & me salió por otro; pero no porque no me interesara, sino porque justo en el momento que me levanté para estirarme percibí el olor a tierra mojada &...mecha quemándose, cerillos usados
-!Cazzo!...Estos hijos de..- apenas me dio tiempo de rasgar mi mayas un poco en cada pierna para aflojar la cuchilla & el arma que guardaba.
Fueron segundos los que pasaron para crear un caos en el lugar, todos estábamos casi literalmente a pecho-tierra, algunos vidrios lograron penetrar mis mejillas, pasé mi dedo por la herida & lo limpié con mi lengua ‹‹Me dio sed...›› pensé para mí en ése momento, la sed de sangre era una de mis bizarras & únicas cualidades. Alcancé a ver como Vico le daba instrucciones a los otros dos, & a mi bastó con una mirada para entender lo que debía hacer, le asentí con la cabeza, alzando la mirada...Con una sonrisa increíblemente cínica & como si no estuviéramos peligrando; podía verse insensible pero era mejor que perder los estribos así como el bastardo de Aldo estaba.
Debía adentrarme más en la base & atrapar a esas escorias para llevarlos a mis dominios, si era necesario haciendo que se lastimaran ellos mismos. Con agilidad me moví valiéndome de las paredes, hasta caer cuan gato & toparme con el delgaducho cuello de uno de los retrasados estos...Que como era de esperarse, creería que yo era sólo la "mujer de buen cuerpo & nada de neuronas" así que se limitó a darme una estúpida advertencia & apegó más mi cuerpo al de él, jugando de muy hombre el imbécil. Si hay algo que odio es la palabrería descarada a una mujer, así que entonces no me contuve & al primer comentario inmoral le puse un alto; con mi daga en su yugular.
-Tú...Basura, no creas que soy una cualquiera- le dije al oído, con todo el asco, pero igual me las iba a cobrar porque le iba a abrir paso a uno de mis talentos -Ahora, harás lo que digo...Detén a tus camaradas & los traes a mí- concluí.
Viendo con gusto con qué facilidad controlé a esa bazofia me fui a la habitación de Fratello, donde seguro estaría Vico ya, tenía tiempo de no aparecerme por ahí, tomé una bocanada de aire antes de dar un paso adelante. Cuando llegué vi un panorama para nada bueno...Ahí yacía Fratello, manchado en su propia sangre, & Vico, cabizbajo pero sin expresión alguna permaneció estático por un rato...Mientras tanto a mi, sólo me pasó una palabra por la mente ‹‹Tío...¡Tío!..Tío ›› hasta que un poco perdida en la situación, no me medí & dije algo que probablemente no debía decir ahora, al menos en voz alta...Me acerqué a él & con rabia lo moví con falsas esperanzas de que soltara al menos un sollozo.
-¡No! ¿¡Tío!? Maldito Stronzo...¡Fratello! No...- acabé incada en el suelo, con la expresión más endemoniada que alguna vez me vieron, & una lágrima de cólera, la primera & última que vería alguien de Alexandrinne Scarmaccio, poco me importaba lo que Vico pensara en ése momento a darse cuenta de mi secreto mejor guardado.
Esta vez si no habría ni interrogatorio ni tortura, ni nada...Sólo una muerte súbita. Cuando llegó el imbécil al que dominé con sus compañeros sometidos, no los dejé ni hablar, cabizbaja saqué mi arma & una bala fue directo a la frente de alguno de los desgraciados, los otros no soportaron el dolor que les causé con sólo una mirada & un ademán de mis manos. Detrás mío llegó Vico, se veía demasiado "sereno" por lo visto ‹‹Me quitaron lo único de familia que me quedaba...›› ¿Que iba a ser de nosotros, de mí -a pesar de llevar una relación más o menos tolerable- de todos...Sin él?
Me acerqué a los cuerpos agonizantes, medio vivos & otros ya pálidos, con ganas de escupirle; pero en ver de eso les terminé de hacer una desgracia los órganos que les hice retorcer, sin piedad & siendo despiadada nada más quise decir otra cosa antes de decir a mis hombres que los lanzaran por ahí.
-"Quien entre aquí que pierda toda la esperanza"...Esto es el Infierno*- con una simple seña le di a entender a Vico que ya me haría cargo de ésos. Me fui del lugar, quería salir de la base, me topé en el camino a Karamazov, quién me quedó viendo. Me quedé apoyando mi espalda a una pared, a brazos cruzados, mi ropa rasgada & sangre salpicada en la cara...Me limpié & lamí la sangre, Vitalya permaneció al lado mío si decir mucho...Con una simple expresión facial me dio a entender que estaba bien, como diciendo "buen trabajo" pero en parte yo estaba así por lo que pasó con Gran Fratello, en eso salió Vico de nuevo. No se si querría saber más de el tema así que le otorgué una mirada & luego la quité & la fijé a otro lado.
* La Divina Comedia de Dante
Entrando al tema de Octavius fue cuando cambió de semblante, al parecer quería que todos le captaran rápido, la Organización tenía sus altas & bajas mas sin embargo Vico solo esperaba excelencia de todos, eso se entendía. Cuando sentí que se disponía a ponerse en pie me levanté, pero él aún no soltaba mi mano, dirigiéndose a la chimenea luego de una larga calada a su puro fue cuando lo hizo...Me soltó lentamente dándome una de esas miradas que yo le comprendía & que en su momento también le otorgaba yo a él. Hablándonos de que Octavius gozaba en una grandísima tina de Infamia nos presentó una muestra de un maldito brebaje con pinta de "Elixir de la Juventud"
-Tsk...Conque elixir...- pronuncié en voz baja, burlesca, sentándome en el lugar de Vico & cruzándome de brazos.
El pelioscuro hacia énfasis en nada de fracaso a la hora de obtener las otras muestras, sí, iríamos por ellas, costara lo que costara, los otros ineptos sabrían con cuál clase de casta se estaba metiendo. Sin necesidad de tantos croquis o cosas así ya personas como nosotros debíamos saber que había detrás de "No quiero otro desastre como el de Texas", con Vico había que saber leer entre líneas o lo mucho actuar antes de que él dijera "a". Dando por terminado este dolor de muelas como lo eran las Conferencias para mí, todos se largaron excepto nosotros, los portadores de los 3 apellidos que le causaban dolor de cabeza: Scarmaccio, Bellucci & Wright-Berkoff. Si bien quería gastar saliva sabor a tabaco en su discurso de "los extrañé" al menos a mí me entró por un oído & me salió por otro; pero no porque no me interesara, sino porque justo en el momento que me levanté para estirarme percibí el olor a tierra mojada &...mecha quemándose, cerillos usados
-!Cazzo!...Estos hijos de..- apenas me dio tiempo de rasgar mi mayas un poco en cada pierna para aflojar la cuchilla & el arma que guardaba.
Fueron segundos los que pasaron para crear un caos en el lugar, todos estábamos casi literalmente a pecho-tierra, algunos vidrios lograron penetrar mis mejillas, pasé mi dedo por la herida & lo limpié con mi lengua ‹‹Me dio sed...›› pensé para mí en ése momento, la sed de sangre era una de mis bizarras & únicas cualidades. Alcancé a ver como Vico le daba instrucciones a los otros dos, & a mi bastó con una mirada para entender lo que debía hacer, le asentí con la cabeza, alzando la mirada...Con una sonrisa increíblemente cínica & como si no estuviéramos peligrando; podía verse insensible pero era mejor que perder los estribos así como el bastardo de Aldo estaba.
Debía adentrarme más en la base & atrapar a esas escorias para llevarlos a mis dominios, si era necesario haciendo que se lastimaran ellos mismos. Con agilidad me moví valiéndome de las paredes, hasta caer cuan gato & toparme con el delgaducho cuello de uno de los retrasados estos...Que como era de esperarse, creería que yo era sólo la "mujer de buen cuerpo & nada de neuronas" así que se limitó a darme una estúpida advertencia & apegó más mi cuerpo al de él, jugando de muy hombre el imbécil. Si hay algo que odio es la palabrería descarada a una mujer, así que entonces no me contuve & al primer comentario inmoral le puse un alto; con mi daga en su yugular.
-Tú...Basura, no creas que soy una cualquiera- le dije al oído, con todo el asco, pero igual me las iba a cobrar porque le iba a abrir paso a uno de mis talentos -Ahora, harás lo que digo...Detén a tus camaradas & los traes a mí- concluí.
Viendo con gusto con qué facilidad controlé a esa bazofia me fui a la habitación de Fratello, donde seguro estaría Vico ya, tenía tiempo de no aparecerme por ahí, tomé una bocanada de aire antes de dar un paso adelante. Cuando llegué vi un panorama para nada bueno...Ahí yacía Fratello, manchado en su propia sangre, & Vico, cabizbajo pero sin expresión alguna permaneció estático por un rato...Mientras tanto a mi, sólo me pasó una palabra por la mente ‹‹Tío...¡Tío!..Tío ›› hasta que un poco perdida en la situación, no me medí & dije algo que probablemente no debía decir ahora, al menos en voz alta...Me acerqué a él & con rabia lo moví con falsas esperanzas de que soltara al menos un sollozo.
-¡No! ¿¡Tío!? Maldito Stronzo...¡Fratello! No...- acabé incada en el suelo, con la expresión más endemoniada que alguna vez me vieron, & una lágrima de cólera, la primera & última que vería alguien de Alexandrinne Scarmaccio, poco me importaba lo que Vico pensara en ése momento a darse cuenta de mi secreto mejor guardado.
Esta vez si no habría ni interrogatorio ni tortura, ni nada...Sólo una muerte súbita. Cuando llegó el imbécil al que dominé con sus compañeros sometidos, no los dejé ni hablar, cabizbaja saqué mi arma & una bala fue directo a la frente de alguno de los desgraciados, los otros no soportaron el dolor que les causé con sólo una mirada & un ademán de mis manos. Detrás mío llegó Vico, se veía demasiado "sereno" por lo visto ‹‹Me quitaron lo único de familia que me quedaba...›› ¿Que iba a ser de nosotros, de mí -a pesar de llevar una relación más o menos tolerable- de todos...Sin él?
Me acerqué a los cuerpos agonizantes, medio vivos & otros ya pálidos, con ganas de escupirle; pero en ver de eso les terminé de hacer una desgracia los órganos que les hice retorcer, sin piedad & siendo despiadada nada más quise decir otra cosa antes de decir a mis hombres que los lanzaran por ahí.
-"Quien entre aquí que pierda toda la esperanza"...Esto es el Infierno*- con una simple seña le di a entender a Vico que ya me haría cargo de ésos. Me fui del lugar, quería salir de la base, me topé en el camino a Karamazov, quién me quedó viendo. Me quedé apoyando mi espalda a una pared, a brazos cruzados, mi ropa rasgada & sangre salpicada en la cara...Me limpié & lamí la sangre, Vitalya permaneció al lado mío si decir mucho...Con una simple expresión facial me dio a entender que estaba bien, como diciendo "buen trabajo" pero en parte yo estaba así por lo que pasó con Gran Fratello, en eso salió Vico de nuevo. No se si querría saber más de el tema así que le otorgué una mirada & luego la quité & la fijé a otro lado.
* La Divina Comedia de Dante
Re: ~Octavius~
~Vico~
-Que seas la sobrina de Fratello no indica que vayas a heredar su lugar, esto no es una monarquía, ni siquiera apeles, no después del espectáculo que montaste hace un rato. Que decepción… dejarse manipular por las emociones de esa manera, eres mucho mejor que eso y lo sabes, Lex. Karamazov, te felicito por el excelente trabajo, ahora te necesito en la logística para el viaje que realizaremos todos los herederos con destino a Siberia, las misiones quedan canceladas hasta nuevo aviso, debemos mantenernos ocultos un tiempo, juntos. Prepárense, hemos de partir hoy mismo. Contacten y denles el mensaje a sus camaradas. Y golpeen a Bellucci por mí. - di el mandato y me adentré al edificio. El personal se aglomeraba en la capilla, se les notaba agotados, corcovados en sus asientos, algunos refunfuñando, cada uno sostenía la misma catadura altanera, triste y también vengativa, lo cual me provocó infinita molestia y desprecio. –No me jodan, no sean estúpidos, no habrá venganza, no nos vamos a reducir a ser un puñado de rencorosos que sobreviven a costa de destruir. Vamos a reafirmar nuestra posición de soberanos. Esto sólo ha sido una leve herida, así que basta de mariconadas, se los advierto. Los quiero trabajando ya, tenemos que exportar cientos de cargamentos almacenados para esta noche. Arreglen su aspecto, que ser delincuentes no significa que se vean así. - ladré señalándolos con el arma. Les lancé una última mirada y dije con voz fuerte: Pido perdón por el desastre. Si hacen su parte, les aseguro que no volverá a suceder. – Me marché sin más.
Fui a la habitación de Fratello, el hedor a sangre se propagó violentamente, me le acerqué, puse mi arma en el suelo, y de cuclillas, sin mayor precaución, le corté los dedos, tanto de las manos como de los pies, le extirpé los ojos y la dentadura completa, también toda la franja en su antebrazo derecho, que era su único tatuaje; envolví los desechos en una sábana y se los entregué a Aldo. Listo, sin evidencia. Él me preguntó que iba hacer de ahora en adelante, a lo que alzando una ceja le respondí: Vivir y morir ¿qué más?
-Ah, y recuérdales a los chicos que tenemos que irnos en el helicóptero que está tras los Museos. –le dije con voz más amable. Pateé a un tipo acostado en el pasillo, el desgraciado ni se inmutó, por tanto, le disparé en el hombro, allí si gritó levantándose.-Vaya, eres un puñetero mocoso. Estamos en el Vaticano en plena guerra mafiosa, y te atreves a dormir. Vete a casa callado o mejor ponte a trabajar, a lo bien, niño. -se lo comenté con las mejores intenciones.
Desde terminó el atentado he conservado una sola expresión: helado desprecio mezclado con la compasión filial que me contagió Fratello. Hay que percibir a Octavius como una familia y una fábrica. Una máquina. Un niño. Se debe ser meticuloso, intuitivo, severo, y cariñoso. Además, en estos años el crimen ha dejado de ser algo restringido, nosotros ya no somos la clase criminal, nos hemos trasformado en un nuevo Estado aún no reconocido por las regulaciones legales, lo cual es absurdo porque vivimos en una sociedad anárquica. El dilema está en que si llegamos a ser oficiales todo lucro, mercado negro, todo lo que nos constituyó en un principio, desparecería, posicionándonos como una organización que fuerza un (no) orden, nuestros productos e insumos se basan en la amplia amalgama de vicios existentes. Me sentía más viejo, pero no sabio, no obstante, era menester que alguien fuera algo parecido a un estratega político en Octavius, de lo contrario nos esfumaríamos, el incidente de hoy es un aviso de la ola de violencia que pronto afrontaremos, donde importa muy poco si se trata de la casa de Dios, se ataca lo que sea. Aldo me seguía, él ya parecía más calmado, le hice una oleada con la mano para que se alejara, él sabía de su labor con las honras fúnebres de Fratello, y dar las demás órdenes al personal. Sin compañía, me introduje en los aposentos subterráneos, sentí mi aliento frío contra el dispositivo de seguridad al dar la contraseña de voz, y vi en el reflejo la sangre seca en mis oídos; entré en silencio en la oscura catacumba convertida en bodega, ya sabía moverme en el amplio lugar que resguardaba toda clase de mercancías: estupefacientes, armas, etc. Era mi laboratorio con estantes repletos de frascos, mesas de disección con cuerpos en bolsas negras, equipo químico para hacer la mejor heroína del mundo, y una enorme Cruz en el fondo; en una esquina se encontraba sentado en una silla el policía que añoraba ver desde que el caos inició, él vestía igual de formal que siempre. Aquí no se escuchaba el repiqueteo de la lluvia, sólo el eco de mis pasos.
Lanzando mis armas a un lado, encendí una pantalla holográfica que mostraba los pasos a seguir ahora, guardé los datos en una memoria USB, ya más tarde se les enviaría copias a los herederos. Procedía a quitarme las ropas sucias, rotas y mojadas, las vendas alrededor de mi cuerpo se fueron desencajando, y mi pecho pudo descansar por fin soltando un gruñido; camine entre las sombras, haciendo movimientos burlones hacia la persona sentada en la esquina. Tomé una jeringa que él ya había preparado, jugueteé un rato con ella antes de inyectarme en el brazo la sustancia que contenía. Me senté en una silla frente a él, inclinándome con los codos apoyados en las piernas, mirándole largamente.
-Tú serás mi siguiente arma, la más importante, la más poderosa. Has de serme fiel como yo a ti. Es un pacto. Por ahora, te contaré mis pecados.- dije con voz apagada y labios semi sonrientes.
Última edición por Rooney el Vie Nov 09, 2012 8:27 am, editado 1 vez
Re: ~Octavius~
- Ficha:
- • Nombre: D.L. Wright-Berkoff [Nombre completo: Darlene Limberwood Wright-Berkoff]
• Familia: Wright-Berkoff
• Edad: 19 años
• Físico: Su estatura es la de una chica promedio, alrededor de 1.67 metros. Piel blanca y ojos aceitunados. Es rubia, su cabello tambien es ondulado en las puntas. Cuando se hace pasar por chico, que es la mayor parte del tiempo lleva el cabello recogido hacia atras en una cola de caballo, pero cuando esta en su casa, con su familia fuera de los negocios familiares es una chica normal usando unicamente de ropa vestidos elegantes y el cabello amarrado en dos colas con listones de seda. Es muy raro verla con vestidos puesto que solo su madre y su padre saben que ella es una chica, todos los demas sirvientes y conocidos saben que ella es un chico pues siempre se viste asi, pero es mas que nada para proteger su identidad y poder llegar al poder en la familia ya que siendo una chica debil y delicada la han excluido. Entonces por consiguiente suele usar pantalones oscuros y elegantes, a veces usa algun sombrero que cubra su cabello. En general su aspecto es muy androgeno para las personas del exterior.
• Personalidad: Por lo mismo que se viste como un varon, suele hablar muy poco, puesto que tiene la voz un tanto aguda y solo habla cuando es necesario, por eso es muy callada y reservada; guarda sus sentimientos para ella misma. No es para nada ruidosa, es muy sigilosa en todo lo que hace y por ende tiene habilidades para el espionaje. Es sensible, siempre trata de hacer las cosas con mucho cuidado, sin derramar una gota de dolor o de sangre, por lo que trata de portar lo menos posible armas de fuego, pero cuando es necesario tiene que hacerlo aunque antes para ello libre una batalla interna con su moral.
• Habilidades: Tiene habilidad para el espionaje puesto que sus padres la entrenaron para ello. Inicio desde que era muy pequeña mientras se hacia amiga de las hijas de varias familias adineradas solia espiar lo que los mayores hablaban para despues comunicarles a sus padres como si fuera una blanca palomita. Tambien sabe manejar armas de fuego, aunque eso no le gusta, maneja muy bien las espadas, algo anticuado pero su familia le enseño a venerar las tradiciones del pasado.
• Extras: Todo el tiempo suele vestirse como chico porque en su familia se acostumbraba a que eran los varones los que manejaban el negocio familiar, fue por ello que de 6 años para abajo vivio en una casa de campo bajo la personalidad de una prima lejana de la familia para luego posteriormente a los 7 años trasladarse a la metropolis bajo el disfraz de un lindo y recatado niño, y aunque dejo crecer su cabello siempre lo llevaba amarrado. Como varon ha aprendido ha manejar muy bien armas que una chica "segun su familia" jamaz debe de utilizar, mas sin embargo fueron sus padres quienes la entrenaron en secreto para ello. Actualmente se hace pasar por un joven de 19 años cuyas iniciales son unicamente D.L portando posteriormente el apellido de la familia. Nadie sabe que es una chica en realidad, oculta muy bien sus atributos bajo una sarta de chaquetas oscuras que suele usar.
• Color de roleo: pink
• Área del negocio en el que se especializan: Comercio internacional, Diplomacia, habla con mucha diplomacia, digno de un caballero de la realeza, respeta las opiniones de los demas y deja en cambio que nadie sepa la suya. Ella es la que se encarga de los negocios familiares puesto que sus padres desde hace 5 años estan retirados en una isla protegiendose de quienes quieran asesinarlos.
-Voy por lo seguro- dijo mientras observaba que habia llegado con las manos limpias hacia donde Vico le habia indicado pues al parecer los invasores aun no penetraban ese pequeño espacio -Pero no falta mucho- exclamo al escucharse disparos muy cerca -Este edificio va a colapsar, hay fuego y se esta propagando rapido- fue lo que intuyo y desafortunadamente debia salir de inmediato asi que no tardo mucho en encontrar una mochila negra con la insignia de Octavius, la tomo y la coloco en su espalda puesto que sabia que no podia manipular los objetos ahi dentro hasta que... alguien lanzo una granada de pequeña intensidad cerca de ella, giro solamente para darse cuenta que venian como 4 hombres maduros detras, con armas de fuego con la firme respuesta de matarla.
-Tsk- exclamo a medida que se llenaba las manos con pequeñas navajas y agujas tan delgadas que eran casi imposible de distinguir pero que ademas eran letales. Acabo con la vida de uno de los hombre tan solo con esas agujas letales que fueron directo a los ojos -La chica sentia que las rodillas se le doblaban con el hedor a sangre, no podia soportarlo pero debia ser fuerte pues sabia que esas personas eran inocentes y solo estaban tomando las ordenes de alguien mas tras la cortina.
Dejo caer la mochila, era pesada, algo sono como un objeto metalico, D.L tenia en mente una sola cosa que podia sonar asi: un arma -¡Desgraciado de Vico!- penso otra vez olvidando sus modales y sintiendo que se le quemaba la lengua con acido clorhidrico -Sabe que odio las armas y me deja una. Abrio de inmediato la maleta y ¡ahi estaba! un pequeño revolver de color azabache que parecia tener incrustaciones de plata -Cargada, esta cargada- exclamo mientras tomana la daga en sus labios sin lastimarse, no queria hacerlo pero se vio obligada, sabia que su vida no debia concluir en ese momento.
Habiendo pasada la disputa logro escabar sin una sola lesion, su cabello estaba perfectamente amarrado en una cola de caballo como lo habia estado antes, su chaqueta parecia tener unos cuantos rasguños nada mas y sobre todo... su rostro permanecia igual de fresco e intacto como esa mañana, tan fresca estaba como una lechuga recien cortada. Daba miedo pues era un claro ejemplo de que las apariencias engañan. Fue asi como camino mezclandose entre la multitud y el tumulto de bomberos y policias que se acumularon en la entrada principal, uno de esos policias le dijo cuando se alejaba del lugar -Hey muchacho, es mejor que no te acerques mucho, vuelve a casa- D.L se giro si responder escondiendo el revolver en una bolsa oculta de su chaqueta, se veia tan inocente que bien pudo haber pasado por un acolito.
Entonces, cuando supo el camino que debia de tomar para buscar lo que le habian encargado, que en realidad no era muy dificil de obtener dado a las habilidades de espionaje que poseia, recibio una llamada de telefono de un numero desconocido pero cuando iba a responder se corto la llamada, sin embargo no paso mucho tiempo cuando el telefono portatil blanco desechable que llevaba en esos momentos sobre la bolsa de sus jeans sonara de nuevo, lo tomo entre sus manos y antes de que el ultimo timbrazo parara contesto -Hello?- exclamo en su natal idioma, entonces distinguio una voz de mujer que le llamaba segun de parte de la organizacion Octavius diciendo que se cancelaba la mision porque iban a partir todos a Siberia, sin mas le indicaron que se escurriera hasta el helicoptero que ya estaba preparado detras de los museos; no dijo "Ok" cuando ya le habian colgado. No dudo un segundo de la llamada, no penso siquiera que podria ser una trampa o algo asi porque no le habia dado a nadie mas el numero de telefono que tenia por ahora mas que a Vico por supuesto como cabeza de Octavius. Sin mas preambulos adentro en un Mall que le quedaba por ahi a pasar un rato el tiempo pues D.L acostumbraba a andar sola y a cargar unicamente con lo necesario; por el momento llevaba ropa, armas y varias tarjetas bancarias para suplir sus necesidades fisicas.
Re: ~Octavius~
-¿& tu crees que a mí eso me importa, Vico? Tranquilo amore, no te preocupes- pasé de un tono totalmente altanero a un poco más suave, hasta volviéndole a guiñar el ojo.
Jamás me había pasado por la mente tomar el lugar de Fratello ni mucho menos, era mi familiar, sí, & la razón por la que lloré solo yo la sabía...Ni siquiera fue por él, el punto era que a mi me valía quien tomara el puesto del Don, podían hacer lo que se les viniera en gana con ese tema, & si así de poco me interesaba eso igual iba a ser con las obras fúnebres del hombre, que por cierto sólo me quiso como rata de laboratorio & no como sobrina. Así que con ésa simple simple respuesta me marchaba a paso fuerte terminandome de rasgar las mayas para que no me estorbaran al caminar, no me importaba si me mojaba o si pescaba un resfriado, sólo quería salir de allí & que vieran a ver que hacían con ése cadáver, no era mi problema. Pero antes, escuché lo que el castaño tenía para decirnos, entonces paré en seco & dije
-La próxima vez, no creo que vuelvas a tener la suerte de verme "sentimental", pero entonces sabrás que no soy ninguna jodida estúpida, cuando goces de mi sed de sangre...Querido- me puse la mano izquierda en mi cadera, sonriendo de lado & sintiendo como la sangre de otros secaba en mi rostro.
Antes de que pudiera dar otro paso hacia adelante oí que Vico ya se marchaba, con una leve & poco audible risita...Le encantaba la rapidez con la que volvía a ser la insensible e insolente de siempre, por ese lado se tranquilizó, sabiendo que lo que pasó hoy no volvería a suceder. La relación entre él & yo -como dije anteriormente- es muy complicada, él me soporta, yo lo soporto, los dos molestos & al segundo normalmente, provocando & retando...& así sucesivamente desde el día en que nos conocimos. Ese era el encanto.
‹‹¿Que harás ahora?›› hice la pregunta para el pelioscuro en mi mente, algo divertida. Camino a mis territorios, en el epicentro de mi torre- pseudo mansión maltrecha & abandonada -al menos por fuera- me topé con Enzo, mi felino ébano, lo tomé entre mis manos & lo llevé alzado, varios de mis hombres sin articular palabra alguna me entregaron un papeleo, ropa seca & otro me preparaba una taza de café negro. Para cuando llegué a mi oficina dejé en el suelo al gato cerrando la puerta con seguro mientras me cambiaba, cuando abrí de nuevo me dejaron la taza humeante en el escritorio, tomé asiento e hice tirados los papeles mientras me cruzaba de piernas a las cuales Enzo subió. Suspiré pasando mis manos en la cara & soltando un suspiro intercalado de una leve carcajada, este informe lo enviaba Aldo en nombre de Vico...Me parecía que iba a ser la más atareada de todos, muchos a quién interrogar, forzar, cansar & amenazar con agilidad & unas certeras manos a merced de un duro gatillo...En pocas palabras, Alexandrinne, tienes trabajo.
-Tú...Ya verás...Te encanta hacerme esto ¿no?- dije, sonriendo medianamente. Este chico era un completo caso.
Faltaba preparar las cosas para arribar mañana a Siberia, mis subordinados ya sobreentendiendo tenían todo listo, esto podía significar un breve descanso solo por hoy, por tanto me dediqué a relajarme pasando la fría tarde a sorbos de café & leves maullidos a ratos calmados por unos cuantos mimos por parte de manos níveas.
Jamás me había pasado por la mente tomar el lugar de Fratello ni mucho menos, era mi familiar, sí, & la razón por la que lloré solo yo la sabía...Ni siquiera fue por él, el punto era que a mi me valía quien tomara el puesto del Don, podían hacer lo que se les viniera en gana con ese tema, & si así de poco me interesaba eso igual iba a ser con las obras fúnebres del hombre, que por cierto sólo me quiso como rata de laboratorio & no como sobrina. Así que con ésa simple simple respuesta me marchaba a paso fuerte terminandome de rasgar las mayas para que no me estorbaran al caminar, no me importaba si me mojaba o si pescaba un resfriado, sólo quería salir de allí & que vieran a ver que hacían con ése cadáver, no era mi problema. Pero antes, escuché lo que el castaño tenía para decirnos, entonces paré en seco & dije
-La próxima vez, no creo que vuelvas a tener la suerte de verme "sentimental", pero entonces sabrás que no soy ninguna jodida estúpida, cuando goces de mi sed de sangre...Querido- me puse la mano izquierda en mi cadera, sonriendo de lado & sintiendo como la sangre de otros secaba en mi rostro.
Antes de que pudiera dar otro paso hacia adelante oí que Vico ya se marchaba, con una leve & poco audible risita...Le encantaba la rapidez con la que volvía a ser la insensible e insolente de siempre, por ese lado se tranquilizó, sabiendo que lo que pasó hoy no volvería a suceder. La relación entre él & yo -como dije anteriormente- es muy complicada, él me soporta, yo lo soporto, los dos molestos & al segundo normalmente, provocando & retando...& así sucesivamente desde el día en que nos conocimos. Ese era el encanto.
‹‹¿Que harás ahora?›› hice la pregunta para el pelioscuro en mi mente, algo divertida. Camino a mis territorios, en el epicentro de mi torre- pseudo mansión maltrecha & abandonada -al menos por fuera- me topé con Enzo, mi felino ébano, lo tomé entre mis manos & lo llevé alzado, varios de mis hombres sin articular palabra alguna me entregaron un papeleo, ropa seca & otro me preparaba una taza de café negro. Para cuando llegué a mi oficina dejé en el suelo al gato cerrando la puerta con seguro mientras me cambiaba, cuando abrí de nuevo me dejaron la taza humeante en el escritorio, tomé asiento e hice tirados los papeles mientras me cruzaba de piernas a las cuales Enzo subió. Suspiré pasando mis manos en la cara & soltando un suspiro intercalado de una leve carcajada, este informe lo enviaba Aldo en nombre de Vico...Me parecía que iba a ser la más atareada de todos, muchos a quién interrogar, forzar, cansar & amenazar con agilidad & unas certeras manos a merced de un duro gatillo...En pocas palabras, Alexandrinne, tienes trabajo.
-Tú...Ya verás...Te encanta hacerme esto ¿no?- dije, sonriendo medianamente. Este chico era un completo caso.
Faltaba preparar las cosas para arribar mañana a Siberia, mis subordinados ya sobreentendiendo tenían todo listo, esto podía significar un breve descanso solo por hoy, por tanto me dediqué a relajarme pasando la fría tarde a sorbos de café & leves maullidos a ratos calmados por unos cuantos mimos por parte de manos níveas.
Re: ~Octavius~
~Vico~
Dos cartas para papá. El suicidio era lo más práctico para alguien que no tiene nada que perder en este mundo, sólo le queda la vida inútil. Cuando llegué a Octavius vistiendo harapos, pidiéndole un poco de mermelada al intimidante viejo chofer de un jefe de la mafia, recibiendo en cambio una navaja amenazante entre mis pantalones, sí, figuré que podría ser una salvación para mí, como también podría ser el arma que definitivamente acabaría conmigo, ambas posibilidades me producían una melancolía extraña, un anhelo dentro de la euforia, como si hubiese conocido a alguien en otra vida y no me permitiese vivir en paz en ésta, como si le conociera ahora pero no le veo, ni le hablo, ni le toco; sólo la dedicación a circular los vicios en el mundo y ser confortable para los míos significaba que ya cumplía con los designios de quien o que gobernara el universo. Estas dos cartas a papá son el plan de contraataque: Invasión, bombardeo, y neutralización de Isla Monique, principal base del partido comunista, y además ejecutar a todos sus habitantes, sin excepción. Aspiré un poco más la línea blanca en la mesa de disección, suspirando eché la cabeza hacia atrás en el disfrute, mientras el policía revisaba los documentos con cara impasible.
-Mira ese expediente de allí, son los herederos, ¿no son adorables? Y no, no he follado con ninguno de ellos. -le dije sonriendo perezosamente al hombre en la esquina.
Aparté las vendas de mi torso, y me ajusté una camisa grande quedándome con el mismo pantalón. Les envié un correo a congresistas y presidentes de partidos políticos de cada nación que incluyera alguna organización asquerosamente comunista. Tenía decidido que esos bastardos no iban a jodernos, no por completo; los políticos que nos debían más de un favor tenían que proporcionarnos información sobre el enemigo invisible que nos hoy abordó. El olor a azufre me arrulló otro tanto al tiempo que ordenaba los expedientes sobre el frío acero de la mesa. Pensé en Lex y en Fratello. Yo suelo hacerme a un lado cuando se trata de ella, es mi hermana en Octavius, igual que los demás, si esta guerra termina conmigo es mi obligación anticiparlo para dejar algo que les proteja. Mordí mi labio inferior al recodar mi primer asesinato, fue un día tan brillante, y yo lo arruiné, había disparado tres veces a la nada… me dirigí al espejo observando el cuerpo huesudo, pálido, y sobre todo distinto a cualquier otro cuerpo; cada cicatriz y tatuaje no fueron por ella, ni siquiera fue por Octavius, ni por el idiota de Bellucci, fueron por aquél momento… vivir así es prolongar mi suicidio, cuando llegue el día no le pediré a nadie que hale el gatillo, ni me inyecte una sobredosis; yo lo haré, siempre me encargo de todo, y ya proyecté el futuro de la organización, iniciando con Dos cartas para papá, además de la charla pendiente con los herederos en Siberia.
-Tu silencio me deja pensar, supongo que se te agradece…un día voy a dejarlo todo, a ver cómo se las arreglan, tú tienes en parte culpa de todo. Si al menos hablaras conmigo. Da igual, quiero que lleves acabo la cacería contra los comunistas, no más interrogatorios, sólo liquídenlos. - le mencioné girando mi rostro hacia él, aunque poco podía verle en el rincón oscuro en el que permanecía sentado.
Sonreí con tristeza al sacar un traje fino de uno de los armarios que debería estar repleto de cadáveres; tal vez un día use algo parecido que DL. Al estar casi listo, sin el nudo de la corbata, claro, guardando mi arma sin cargar, caminé hacia la puerta. No me despedí. Si este policía aceptaba mi propuesta, se quedaría y me hablaría por fin; si no, bueno, el negocio continuaría. Nada cambiaría al mundo, no la muerte, no el amor.
Re: ~Octavius~
Ya tenía varias horas de haber llegado a éste lugar & ni siquiera tenía tiempo de tomarme un respiro, me llegó un comunicado de "recuperación & limpieza" para con ciertas personas a merced de la ley que metieron sus narices donde no debían, ahí es donde entraba yo: La tez pálida italiana & su escolta de hombres con sombrero de ala ancha adelante. Ondeaba mi gabardina según el viento quería, con una sola meta por cumplir, & la llevaría cuando este en frente de la bodega de mala muerte un par de pasos más &...
-Aquí es...- dije poniendo mis manos en mis caderas, tomando una bocanada de aire, a lo que venía.
Abrí las puertas de golpe, apenas la decena de hombres escucharon el estruendo fijaron sus miradas en ese algo o alguien que causó tal sonido, pararon de repartirse copias de aquello que sólo los herederos debían saber e intentaron que quien entró se mostrara de inmediato, con voz entrecortada & carraspeando constantemente. Tan sólo el sonido de mi calzado contra el suelo se escuchaba, como un tic tac, ellos tragaban duro, yo lo sabía, lo sabía...Los nervios incluso se percibían en el ambiente, hasta que completamente me vi iluminada por la luz de la lámpara que se tambaleaba, maquinalmente los hombres se pusieron en pie.
-Entonces..De cualquier manera eso que ustedes saben jamás saldrá de sus bocas- me troné los huesos de las manos, azotando la mesa con mis manos & botando los papeles por algún lugar. Fijé mi vista en la primera víctima ‹‹Dolor...sensación letal›› mantuve mi expresión neutra hasta que el hombre cayó agonizante & continuaba con otro, & otro...Hasta que quedó el último, suplicando que fuera gentil & que tuviera piedad. Se arrastraba hacia atrás, hablando en mi idioma natal, se vio como una total basura ante mi.
-¿Ser "gentil"? ¿& para ti que es "piedad"? Para mi conceptos vacíos, no existen...Por lo tanto no tengo porque buscarles significado ahora si durante toda mi vida nunca quise- luego de eso fruncí el seño lo más que pude, hasta que le arrebaté su último aliento de vida. Recogí los papeles, los doblé e introduje dentro de la gabardina que no tuve necesidad de quitarme para llevar a cabo mi trabajo, ¡Maldita mala suerte! Cuando me disponía a salir de ese hueco & mis subodinados gritaban ‹‹¡Ora! Signorina...›› & eso significaban malas noticias, no pasaron ni dos segundos cuando dos de mis subordinados bloquearon la puerta para que más de esos hombres no interfirieran, fue cuando de mis mayas saqué mi casi nunca usada arma & le indiqué con ademanes a mis hombres que se apartaran para apuntar el arma directo en la frente del que primero se acercara.
Con bastante agilidad agarré impulso para salir de ahí, tacleé a unos cuantos de la policía, pero con un sólo contacto me bastaba. Me puse en frente de los tipos & con determinación los miré a los ojos. Todos aquellos se dejaron guiar por la falsa conciencia de mi poder de palabra otorgado gracias a las habilidades que se me dieron. Cada cual tomó mi arma...& se disparó a él mismo, otros tomaron mi daga & si titubear acabaron con su vida, me encantaba ser espectadora & no ensuciarme las manos, así uno por uno iba cayendo al suelo. Antes de que el último también obedeciera a su orden lo detuve...
-Espera...Vico, ¿Dónde está él?- pregunté tomando del mentón, de cuclillas, a aquél de mirada extraviada, que como alma en pena respondía sin chistar.
A la estación central de este frío & único país me dirigía, el chico controlado no mentía, si fuera al contrario yo lo sabría, giré sobre mis talones, dando la espalda, & tras un disparo caminé a paso preciso & seguro. Minutos después uno de mis hombres me dio el arma ya limpia & sin ningún vestigio de sangre, al igual que mi daga, las guardé donde era habitual ‹‹ Caminar se me hace eterno›› vociferé fastidiada para mi misma, así que entonces a ratos corría por paredes o subía & caminaba por los techos; a parte, el hecho de que aparezca por la ventana de la estación sería una clara señal de que la querida Lex de Vico iba a hacer acto de presencia, & así fue. El gran rótulo que rezaba ya desgastado "Estación de Policía" al frente me indicaba que estaba en el lugar correcto, pero no quería entrar como las demás personas aburridas lo hacían, todo estaba a mi favor...& la ventana abierta, así que subí e hice una pirueta para entrar & caer de pie, sólo esperaba no haber mostrado algo indebido. Esa reacción tediosa del policía que estaba "interrogando" a este lindo necio castaño, de ir hacia mi como si pudiera detenerme, junto con su asqueroso gremio azul eran inútiles. Los paralicé & desoriente con una simple mirada, fue más fácil de lo que pensé a de ser porque desde que me vieron intentando entrar me pusieron la mirada encima & quien sabe donde.
-Uh-hum...No, se quedan ahí quietos ¿sí?- ordené disintiendo con la cabeza & moviendo mi dedo indice a la izquierda & a la derecha como indicando desacuerdo -& tu, querido...Aquí estoy con lo que pediste ¿Me extrañaste?- agregué.
Me acerqué a el por detrás, dándole algo parecido a un abrazo tomándolo por el tórax, luego sacando los papeles & despilfarrándolos en frente de él en la mesa. Luego me aparté un poco de la mesa & aun estando atrás me dirigí a su mejilla & le arrebaté un beso ‹‹Hace tanto no lo hago›› pensé, esa expresión que tenía cada vez que lo hacía desde que prácticamente eramos críos era única, casi como si le pudiera sacar algo parecido a una sonrisa o la verdad no estaba segura de qué, lo que si es que ante esas acciones mías el de pronto respondía con algo parecido. Mientras tanto me senté en la mesa a piernas cruzadas.
-& bien, amore...¿Va todo como queremos?- pregunté.
-Aquí es...- dije poniendo mis manos en mis caderas, tomando una bocanada de aire, a lo que venía.
Abrí las puertas de golpe, apenas la decena de hombres escucharon el estruendo fijaron sus miradas en ese algo o alguien que causó tal sonido, pararon de repartirse copias de aquello que sólo los herederos debían saber e intentaron que quien entró se mostrara de inmediato, con voz entrecortada & carraspeando constantemente. Tan sólo el sonido de mi calzado contra el suelo se escuchaba, como un tic tac, ellos tragaban duro, yo lo sabía, lo sabía...Los nervios incluso se percibían en el ambiente, hasta que completamente me vi iluminada por la luz de la lámpara que se tambaleaba, maquinalmente los hombres se pusieron en pie.
-Entonces..De cualquier manera eso que ustedes saben jamás saldrá de sus bocas- me troné los huesos de las manos, azotando la mesa con mis manos & botando los papeles por algún lugar. Fijé mi vista en la primera víctima ‹‹Dolor...sensación letal›› mantuve mi expresión neutra hasta que el hombre cayó agonizante & continuaba con otro, & otro...Hasta que quedó el último, suplicando que fuera gentil & que tuviera piedad. Se arrastraba hacia atrás, hablando en mi idioma natal, se vio como una total basura ante mi.
-¿Ser "gentil"? ¿& para ti que es "piedad"? Para mi conceptos vacíos, no existen...Por lo tanto no tengo porque buscarles significado ahora si durante toda mi vida nunca quise- luego de eso fruncí el seño lo más que pude, hasta que le arrebaté su último aliento de vida. Recogí los papeles, los doblé e introduje dentro de la gabardina que no tuve necesidad de quitarme para llevar a cabo mi trabajo, ¡Maldita mala suerte! Cuando me disponía a salir de ese hueco & mis subodinados gritaban ‹‹¡Ora! Signorina...›› & eso significaban malas noticias, no pasaron ni dos segundos cuando dos de mis subordinados bloquearon la puerta para que más de esos hombres no interfirieran, fue cuando de mis mayas saqué mi casi nunca usada arma & le indiqué con ademanes a mis hombres que se apartaran para apuntar el arma directo en la frente del que primero se acercara.
Con bastante agilidad agarré impulso para salir de ahí, tacleé a unos cuantos de la policía, pero con un sólo contacto me bastaba. Me puse en frente de los tipos & con determinación los miré a los ojos. Todos aquellos se dejaron guiar por la falsa conciencia de mi poder de palabra otorgado gracias a las habilidades que se me dieron. Cada cual tomó mi arma...& se disparó a él mismo, otros tomaron mi daga & si titubear acabaron con su vida, me encantaba ser espectadora & no ensuciarme las manos, así uno por uno iba cayendo al suelo. Antes de que el último también obedeciera a su orden lo detuve...
-Espera...Vico, ¿Dónde está él?- pregunté tomando del mentón, de cuclillas, a aquél de mirada extraviada, que como alma en pena respondía sin chistar.
A la estación central de este frío & único país me dirigía, el chico controlado no mentía, si fuera al contrario yo lo sabría, giré sobre mis talones, dando la espalda, & tras un disparo caminé a paso preciso & seguro. Minutos después uno de mis hombres me dio el arma ya limpia & sin ningún vestigio de sangre, al igual que mi daga, las guardé donde era habitual ‹‹ Caminar se me hace eterno›› vociferé fastidiada para mi misma, así que entonces a ratos corría por paredes o subía & caminaba por los techos; a parte, el hecho de que aparezca por la ventana de la estación sería una clara señal de que la querida Lex de Vico iba a hacer acto de presencia, & así fue. El gran rótulo que rezaba ya desgastado "Estación de Policía" al frente me indicaba que estaba en el lugar correcto, pero no quería entrar como las demás personas aburridas lo hacían, todo estaba a mi favor...& la ventana abierta, así que subí e hice una pirueta para entrar & caer de pie, sólo esperaba no haber mostrado algo indebido. Esa reacción tediosa del policía que estaba "interrogando" a este lindo necio castaño, de ir hacia mi como si pudiera detenerme, junto con su asqueroso gremio azul eran inútiles. Los paralicé & desoriente con una simple mirada, fue más fácil de lo que pensé a de ser porque desde que me vieron intentando entrar me pusieron la mirada encima & quien sabe donde.
-Uh-hum...No, se quedan ahí quietos ¿sí?- ordené disintiendo con la cabeza & moviendo mi dedo indice a la izquierda & a la derecha como indicando desacuerdo -& tu, querido...Aquí estoy con lo que pediste ¿Me extrañaste?- agregué.
Me acerqué a el por detrás, dándole algo parecido a un abrazo tomándolo por el tórax, luego sacando los papeles & despilfarrándolos en frente de él en la mesa. Luego me aparté un poco de la mesa & aun estando atrás me dirigí a su mejilla & le arrebaté un beso ‹‹Hace tanto no lo hago›› pensé, esa expresión que tenía cada vez que lo hacía desde que prácticamente eramos críos era única, casi como si le pudiera sacar algo parecido a una sonrisa o la verdad no estaba segura de qué, lo que si es que ante esas acciones mías el de pronto respondía con algo parecido. Mientras tanto me senté en la mesa a piernas cruzadas.
-& bien, amore...¿Va todo como queremos?- pregunté.
Re: ~Octavius~
~Vico~
A paso firme me conduje hasta las escalinatas de la casa de Tino, no toque el timbre y él ya estaba abriéndome la puerta. Permití que mis guardaespaldas entraran conmigo por el estrecho pasillo, cosa que asustó un poco al hombre según la expresión que me estaba dando; al posicionarnos en la salita de estar, este patético tipo nos ofreció cerveza, lo que fue mi punto de ebullición… Saqué mi fusta y le golpeé en el rostro. Le miré con severidad un momento para luego aproximarme al baño, mastiqué las palabras ordenando que estuviese allí dentro saliese de inmediato. Aporreé la puerta con mi puño tres veces sin obtener respuesta alguna.
-¡Con un demonio!- con una patada derribé la puerta. Oh. 30 segundos en los cuales tomé mi arma y le disparé en la pierna al idiota sentado en el retrete, le forcé en la bañera metiendo en el cañón en su boca.-Vamos, putito, dime quién carajos puso las bombas en mi casa.-no dijo nada. Metí el arma en sus calzoncillos, a lo que el chico lloriqueó de terror.
-¡Fue Lucchetti, fue él, fue él! ¡Por favor, por favor…!- no lo dejé terminar, con un beso en la frente le di un tiro justo donde mis labios estuvieron. Pobre muchacho.
Volví a la sala limpiándome las manos y poniéndome unos guantes de cuero, le hice una seña a Aldo para que le diera su recompensa a Tino. Nos marchamos sin mayores contratiempos, por el camino en auto contemplé las protestas estudiantiles en las calles centrales, evocando mi primera juventud, cuando solía infiltrarme escurridamente en las filas; ordené desviarnos de la ruta original, le haríamos una visita al departamento de policía, esa gente me debe más de un beneficio, hoy sería el día en que me cobraría uno. No necesitaba ocultarme aquí, la verdad no lo hago en ninguna parte, así que caminé por sus instalaciones con total serenidad, mirando afiladamente a mi objetivo: mi querido inspector, a quien conozco desde mi primer arresto por posesión de marihuana. Nos situamos en una habitación cerrada, de interrogatorio, sin más compañía que el café humeante, a la vez que yo jugueteaba con mi fusta conversamos sobre nuestro trato, sobre su investigación en conjunto con los norteamericanos para capturar a los implicados en el atentado, yo le aconsejé mordazmente que abandonara eso y me “concediese” (lo haría de todos modos si se negase) pase libre para encargarme de ejecutarlos en Isla Monique, puesto que acababa de confirmar al autor intelectual del hecho, sin embargo sería menester un poco del auxilio de sus tropas para la protección y encubrimiento de mis planes, no quiero un escándalo mundial que provocaría un desbalance diplomático. Se veía tan demacrado… me dejó para ir por unos documentos.
Y, bueno, Lex se presenta. Alcé una ceja al sentirla rodearme con sus brazos, desplomando unos papeles en la mesa e incluso me besó, me relajé por primera vez en el día y le brindé un guiño suave. Me invadió una sonrisa melancólica. Mientras ella se sentó, revisé lo que me trajo: direcciones, seguimiento, etc. Con esto convencería al inspector de no obstaculizar mis metas. Le hice un cariño a Lex en una de sus mejillas y mechones de cabello.
-Todo está bien… di mi palabra de que todo iría bien.-mi voz estaba templada pero ligeramente teñida con afecto.
Entonces se introduce nuevamente el inspector en la habitación, agitado seguramente por la intempestiva irrupción de la Scarmaccio al edificio. Con expresión en blanco le lancé un documento, le dije que le sacara copia para después enviármelo, dicho aquello me levanté y Lex me secundó, ya no tenía caso permanecer allí. Estábamos acercándonos al vehículo cuando noté a un hombre entre la multitud al otro lado de la calle, un sujeto que había visto en las protestas… uno que se parecía mucho a un viejo amigo. Agarré por la nuca a Lex empotrándola violentamente contra el capó del auto, obligándola abajo, mis guardaespaldas y Aldo se pusieron alertas, al tiempo que aquél tipo empezaba a disparar hacia nuestra dirección. En el caos que se inició en plena avenida, la jodida policía al menos reaccionó apropiadamente neutralizando junto a mis muchachos el área porque al parecer el atacante no venía solo, la Scarmaccio, Aldo y yo alcanzamos a meternos al Ferrari. Nos largamos tan rápido como pudimos.
-En mi laboratorio hay un policía sustituto que espero tampoco me traicione… Aldo, vigila que no lo haga… -mi voz desde hace años no sonaba tan acerada como ahora. Ni siquiera omertà por parte de mis camaradas me causaba tanta ira como la deslealtad de mis amigos, de mis… -Si él justamente lo hace, de todas las personas, juro que me pego un tiro.-susurré a la nada apretando la fusta en mi mano derecha y con la otra sostenía la mano de Lex.-Vámonos de una puta vez a Isla Monique a desmembrar a esos bastardos, ¿estás preparada, hermana?
Sólo deseaba ir a Siberia para ir de cacería por las montañas e inyectarme ácido viendo las malditas estrellas, no obstante estas intervenciones me estaban sacando de quicio, ya que no sólo me afectaban a mí. Arranqué un cigarro de mi bolsillo, mirando indiferente a través de la ventana.
Re: ~Octavius~
○Vitalya○
Salí a buscar e intentar contactar con alguien en medio de este desastre, no seria tan dificil para mi buscar algo en estas circunstancias pero estos chicos eran inquietos y no se quedarían en un solo lugar, vaya a saber cuanto tardaría en encontrar a Vico. Llegando a la habitación de Fratello me tope con Alexandrinne su ropa estaba rasgada y con sangre encima, la observé saboreando los restos de sangre que tenia en sus manos -Vaya constumbres que tenía- pensé. Sin necesidad de decir nada, le hice entender que había hecho un buen tranajo y lo reconocía, esta mujer era digna admiración no se dejaba manejar y menos por un hombre, una mujer con todas las letras como diría yo.
En ese momento Vico sale y se dirige hacia nosotras, de alguna manera no me sorprende verle calmado ante toda esta situación. Dirige unas palabras a Scarmaccio, de las cuales preferí mantenerme a parte y luego volviendose hacia mi mencionó que necesitaba mi ayuda, más tarde partiríamos destino a Siberia. Sin más que decir, aclare mi entendimiento y partí en busca de mi equipo, supongo que para este momento ya habran acabado su trabajo.
Me dirigí a la parte trasera de la capilla allí estaria esperandome Georgiy, según como habíamos planeado. Solo resto de cuerpos esparcidos por todos lados, era lo único que veía -Desearía poder volar en lugar de andar esquivando estas cosas- dije con desgano, opté por adentrarme en un pasillo que dirigía al patio trasero, al parecer esta parte no se había visto tan afectada, desde allí pude observar el panorama que se mostraba fuera, la gente se amontonaba y muchas otras prefería pasar de largo pero no sin antes hechar un vistaso, la policía no tardaría en llegar.
-Diablos- Cambié el rifle de mano, llevar esta cosa era cómodo cuándo uno se encontraba en posición, pero llevarlo a carga durante bastante tiempo no era algo recomendable. Si corría, el peso no lo sentiría tanto normalemente, pero preferí caminar a apresurarme sin necesidad.
Lancé el resto de cigarrillo que aún permanecía en mi boca, y saqué otro. Lo encendí. Esto realmente me relajaba, solté una bocanada de aire cuando logré divisar a Georgiy, estaba junto con Stevlana pero no pude ver a Nicolai cerca de allí. -¿Ya contactaste con alguno de ellos?- peguntó mi fiel subordinado con rapidez, sin contestar y con una fría mirada dejé en claro cuál era su lugar, no podia preguntarme algo como eso con tanta confianza -Perdón, no quise ofenderle- declaró como disculpa. -¿Dónde esta Nicolai?-
-Esta trayendo su Ducati, señora- aclaró Stevlana. Arrugué el entrecejo, odiaba que me dijeran señora, yo no era una vieja, pero lo hacia por respesto. -Vé a revisar el perímetro, y avímase cuando llegue- Asintió segura y se marcho en lado contrario. Volví a mirar a Georgiy -Sabes que no debes mostrar tanta confianza delante de otros-.Él era alguien en quien confiaba ciegamente, mi mano derecha por decirlo de alguna forma, trataba de el diferente que con los demás. Haber salvado mi vida aquella vez había marcado una diferencia. -Solo no vuelvas a olvidarlo. Y sí, me encontré con Vico partiremos en poco, según me llego el mensaje el encuentro será detras del Museo. Primero pasaé por casa de Paco, debó bucar una mejor artillería- Georgiy hizo una mueca ..- Mucho nunca es demasiado- dije con sonrisa - Tú ve y trae todos los papeles ¿Los preparaste, no?- El asintió - Bien, trae todo. Planos, estudios, registros, todo.. necesito tenerlos y darle una nueva mirada, esto de los siberianos no es un juego- dije con desgano. Pronto vi llegar mi hermosa Ducati, tomé el casco y me lo coloqué. Subí a mi motocicleta y encendí el motor.
-Iré con Paco y luego directamente al museo. Nos encontraremos allí-
Re: ~Octavius~
Después de un buen rato de estar en el Ferrari viendo los dos hacia otro lado, cuando durante todo el recorrido se le había olvidado soltarme la mano, Vico & yo habíamos llegado a la base subterránea de Octavius en las Islas Monique. Nos adentramos sin dificultad aunque siempre con una escolta & otro par vigilando la entrada puesto que al lugar que íbamos no era cualquiera; si no me equivocaba caminábamos rumbo al Laboratorio de este castaño, donde estaría el sobornado junto con las provisiones de ese maldito ácido. Por un momento, pasando por el estrecho pasillo me quedé haciendo leve remembranza sobre la reacción de Vico ante mis acciones en la estación de policía ‹‹¿Será que aún...?›› pensé de manera inconclusa ¿Existía aún la forma de otorgarle algo de calma a su ajetreada mente? & aún de la manera en que lo hice, parecía que lo calmé por varios segundos, ese guiño que me dio en cierto modo creía que difícilmente lo conseguiría.
En fin, ya no le daba más vueltas a eso, sólo me limité a soltar una risa poco audible a medida que llegábamos a donde el idiota engatusado. A lo largo divisábamos una única luz blanca que iluminaba el oscuro lugar, ese olor peculiar...Lo conocía bien, & junto con eso la basura de niñez que me tocó, ni tiempo de encolerizarme me dio cuando a lo largo se escuchaba un estruendo & algo que caía estrepitosamente.
-¡Maldita Desgraciada suerte!- grité, sinceramente ya me tenían podrida estos policías. Me puse en frente del pasillo, bloqueando el paso & esperando a los idiotas. Que me disculpara Vico si me pasaba, pero ya me tenían harta.
El pelioscuro lazó una mirada asesina al otro tipo, como si fuera la gota que derramó el vaso pensando que era otro que le tendía una trampa, pero esa precisamente era una de las ventajas de que yo estuviera con él. No me podían mentir. Ya veía venir el puñetazo de Vico directo a la cara del hombre, por lo cual me quise evitar esa parte & justo cuando lo iba a hacer interpuse mi mano. No fue él quien los llamó...
-No...No fue él. Ahora, si me disculpan, quiero acabar con esto de una vez- dije posandome de brazos cruzados. Hice un movimiento para cambiar la cadera de posición.
Ni para qué se me pusieron de frente, apenas me vieron a los ojos debieron de haber sentido miles de agujas en el cuerpo, cayendo ya más que muertos en el suelo. Solté un suspiro, como de alivio ‹‹Espero que estos hayan sido los últimos›› me dije tronándome los huesos de las manos. En pocos segundos sentí que algo tibio bajaba de mi labio inferior, debí estar bastante molesta como para hacerme sangrar sin darme cuenta, giré hacia Vico, serena como si nada hubiera pasado, este me miró de manera curiosa; no sé si fue por la manera tan efectiva en que acabé con todo, porque actuaba muy cínica o por la sangre que entre más lamía más se empeñaba a salir.
-Listo ¿& bien?...¿Este tipo qué?- comenté tragando duro el líquido rojizo, como si de vino se tratara. Al parecer era algo fascinante de ver según notaba yo las expresiones.
Re: ~Octavius~
~Vico~
Nos dirigíamos al laboratorio. Yo sentía que iba justo hacia el infierno. Después de un percance del cual se encargó eficazmente Lex, pude concentrarme en la agenda del día. Encendí el holograma, expandiendo el mapa de la isla, señalando los lugares claves en dónde se alojarían las explosivos, y se direccionarían los proyectiles, la ubicación de cada uno de nuestros hombres; todos los presentes asintieron entendiendo el plan. Confinaríamos a los comunistas, para después desollarlos como es debido. La estrategia es lo único hermoso de la guerra. Suspiré cansado sentándome en la mesa, dándole la espalda al holograma, las imágenes traspasaban mi cuerpo, abandoné el abrigo y empecé a fumar con la misma expresión de toda la vida, mientras los demás bebían vino en sus puestos, lo que me trajo el recuerdo de Lex y sus costumbres hematófagas, me pregunté si en una cita tendría que llevarla a cenar no a un restaurante sino a un banco de sangre, esa mujer necesita disciplina. Observé a través del humo al policía ensimismado en un rincón, como siempre, él no era una persona cualquiera pero osaba comportarse como una. Me pasé una mano por el rostro… en verdad que si no me matan a balazos o una sobredosis, me matarían los disgustos que me provocan cada tanto, sé que mi piel se estaba poniendo más pálida en estos meses, se podía notar nítidamente el paisaje entretejido de mis venas, me sentí enfermar, así que decidí que más tarde iría a tomar el sol al tiempo que saqueaba las casas de mi enemigos. Un par de guardias le lanzaban miraditas a la Scarmaccio, posando desdeñosamente mis ojos sobre los cabrones, me pregunté con curiosidad por qué tanto alboroto; me aferré más a mi gran abrigo. Me levanté, caminado directo hacia una rendija que daba al puerto, vi que en la playa no habían más barcos atracados que los una empresa aliada mía, allí escondía los explosivos.
-Esto no es Auschwitz, Vico. No solucionará nada, ni te dará alivio alguno.-dijo en voz alta el idiota de Aldo. Me volteé hacia él y los demás presentes, acercándome hacia uno de los más jóvenes, le di un apretón en el brazo.
-Menuda barrabasada dices, mi querido amigo.-dije con expresión amable y serena. Esperaba que mi sonrisa no se rompiera sobre todo no delante de los chicos.
Apagué el cigarro en la pared, encuadré mis hombros y empecé a cantar, era algo triste y alegre también. Era el último día antes de convertirnos en monstruos por completo. En nuestras circunstancias la muerte es el mayor bien, ante la angustia y el salvajismo que hallamos en el mundo, en el propio corazón, la muerte es todavía más absurda pero eso no impide anhelarla. Que me perdonen Lex, el difunto Fratello, y Octavius, pero si encontrase a la muerte encarnada le amaría sin pensarlo, incluso más que a la cocaína.
-Nos iremos por las cloacas, hay un pasadizo que lleva fijo a la Embajada Italiana, vayan bien armados, niños. Soldado avisado no muere lloriqueando.-y continué cantando a la vez que tomaba un fusil de los viejos, penetrando en la oscuridad de habitación contigua, me persigné ante un crucifijo. Regresé viendo que mis subordinados y camaradas no pare cían alistarse. Alcé el volumen de mi voz, en el clímax de la canción, haciéndolos reaccionar.
Nos conducimos hacia las afueras del laboratorio, penetrando en la oscuridad de la afrancesada isla africana, el olor a pólvora se ceñía en la niebla alrededor de las costas. Revisé mi teléfono un momento, y verifiqué que ya las bombas estaban ubicadas correctamente, y se habían sobornado a toda la milicia del lugar. Tres parpadeos cortos, tres parpadeos largos, tres parpadeos cortos. Código Morse. El batallón uniformado se aproximó a nosotros ofreciéndonos escoltarnos hasta un callejón, en dónde se hallaba la fuga, la entrada a los conductos residuales de la ciudad; fruncí ligeramente el ceño... ya preocupaba otra vez, y no se por qué, persistía algo inquietante...
Re: ~Octavius~
Ya había pasado todo eso de las explicaciones, los hologramas & por sobretodo -para mí- las asquerosas miradas de los idiotas guardias que no me dejaron en paz por toda la maldita reunión, por eso pase cerca de una hora arrecostada a la pared de brazos cruzados; me estiraba a ratos, mas que nada estaba ahí para tomar medidas de prevención. Luego Vico dijo que debíamos ir por las Cloacas hasta la Monopólica Embajada Italiana...Por eso estoy aquí, yendo por ese oscuro & apestoso lugar a hacer...Lo que tenga que hacer. Me detuve en seco, mis oídos escuchaban otros pasos más, & no queríamos interferencias.
-Quién sea que nos esté siguiendo...No, no se moleste en salir...El gatillo hará el trabajo-
Me di la vuelta, disparé & seguido de esto el cuerpo cayó, seguí mi caminar, la prioridad era la Embajada ahora, guardé el arma enganchada en mi pierna & froté mis manos ahora enguantadas para hacer fricción. No podía ir caminado a pasos de gota de miel así que tomé impulso & me fui adelantando con agilidad como toda una Traceuse*...Luego bajé con el sigilo de un gato, cuando di un paso hacia la Luz, gemí. Con una esquina de mi ojo vi que tras esto Vico aceleró tan sólo un poco sus pasos. Preguntó que es lo que sucedía con ese típico tono de voz. Pero estaba ocupada lamentándome a mis adentros ‹‹ No puedo creer que después de tanto tiempo me suceda›› me sostuve de la pared un momento de lo que sea que me dio soporte, mientras trastabillaba, creo que fue Vico quien mitigó mi caída al suelo, pero era demasiado el ardor...Tanto que maquinalmente recurrí a desabrocharme medianamente mi camisa, dejando parte del pecho descubierto, en el aquél tatuaje al que Fratello le dio el atributo de servir como arma previsora de peligros mortales. Pocos sabían que ese símbolo representaba el emblema de la Familia que nos cubría a todos los herederos; & yo, tenía tatuada la voluntad de Grande Fratello por sólo ser su sobrina desde que en mi fue inculcado este deber & gusto por este mundo basado en el Código Hammurabi*.
Era la representación del Infierno de Dante, quemaba cada vez que advertía peligros, así se sentía. Por algo mi tío decía que al morir iba directo a lo más oscuro de ese despiadado lugar...Farfullando cosas inaudibles señalé al pelioscuro mi pierna, para que sacara la daga & por el bien mío & de todos -antes de que me saliera de control- que con ayuda de esa cosa dejara salir un poco de sangre que ardía dentro de mis carnes & pudiera enfocarme en otra cosa.
-E-El... N-Noveno Círculo...arde-
Ahora si se tomaban las cosas más en serio, esa sangre que corría de la parte cortada de mi cuerpo me devolvía un poco a mis cabales, cuando el castaño iba a guardar aquella cuchilla donde pertenecía, agarre su muñeca & dirigí aquel arma teñida de rojo a mi boca. No la iba a guardar sucia. Luego ya la pudo enganchar al estuche en mi pierna. Vico no apartaba los ojos de mí, sabía lo que esto significaba, aún más cuando ayudó a que me pusiera de pie & del dolor solo podía caer de bruces al suelo ‹‹Maldición...Aun así, si no voy con ellos serán un fracaso›› & él bien lo sabía, no tenía ni puta idea de como me llevarían hasta ahí con ellos, así que tan sólo les dije a todos una cosa...
-D-Dividanse...A partir de aquí, nos jugarán sucio...Cubran todas las posibles entradas de la Embajada, así como los alrededores, esos malditos nos quieren emboscar & de seguro esperan que lleguemos por el frente, si lo hacemos, nos espera una muerte segura...Espero me obedezcan-
Concluí frunciendo el seño, era decisión de Vico decirles si o no, pero las veces que hacían caso omiso a lo que esta maldita marca me advertía...Terminaban bajo tierra. De nuevo mi labio sangraba, un hilo rojo se denotó & cayó, manchando el suelo. Vico & yo podíamos encargarnos de los del frente si al fin & al cabo con una mirada los podía exterminar, además estaba lo suficientemente encolerizada como para no compadecerme de ninguno & hacerles explotar por dentro. Este dolor se acabaría hasta que alguno mande al carajo todo lo que nos puede resultar un problema sin vuelta atrás...La última vez yo me encargué de todos & no resultó nada bien.
*Término que se le da a las mujeres que practican Parkour
*"Ojo por ojo, diente por diente"
-Quién sea que nos esté siguiendo...No, no se moleste en salir...El gatillo hará el trabajo-
Me di la vuelta, disparé & seguido de esto el cuerpo cayó, seguí mi caminar, la prioridad era la Embajada ahora, guardé el arma enganchada en mi pierna & froté mis manos ahora enguantadas para hacer fricción. No podía ir caminado a pasos de gota de miel así que tomé impulso & me fui adelantando con agilidad como toda una Traceuse*...Luego bajé con el sigilo de un gato, cuando di un paso hacia la Luz, gemí. Con una esquina de mi ojo vi que tras esto Vico aceleró tan sólo un poco sus pasos. Preguntó que es lo que sucedía con ese típico tono de voz. Pero estaba ocupada lamentándome a mis adentros ‹‹ No puedo creer que después de tanto tiempo me suceda›› me sostuve de la pared un momento de lo que sea que me dio soporte, mientras trastabillaba, creo que fue Vico quien mitigó mi caída al suelo, pero era demasiado el ardor...Tanto que maquinalmente recurrí a desabrocharme medianamente mi camisa, dejando parte del pecho descubierto, en el aquél tatuaje al que Fratello le dio el atributo de servir como arma previsora de peligros mortales. Pocos sabían que ese símbolo representaba el emblema de la Familia que nos cubría a todos los herederos; & yo, tenía tatuada la voluntad de Grande Fratello por sólo ser su sobrina desde que en mi fue inculcado este deber & gusto por este mundo basado en el Código Hammurabi*.
Era la representación del Infierno de Dante, quemaba cada vez que advertía peligros, así se sentía. Por algo mi tío decía que al morir iba directo a lo más oscuro de ese despiadado lugar...Farfullando cosas inaudibles señalé al pelioscuro mi pierna, para que sacara la daga & por el bien mío & de todos -antes de que me saliera de control- que con ayuda de esa cosa dejara salir un poco de sangre que ardía dentro de mis carnes & pudiera enfocarme en otra cosa.
-E-El... N-Noveno Círculo...arde-
Ahora si se tomaban las cosas más en serio, esa sangre que corría de la parte cortada de mi cuerpo me devolvía un poco a mis cabales, cuando el castaño iba a guardar aquella cuchilla donde pertenecía, agarre su muñeca & dirigí aquel arma teñida de rojo a mi boca. No la iba a guardar sucia. Luego ya la pudo enganchar al estuche en mi pierna. Vico no apartaba los ojos de mí, sabía lo que esto significaba, aún más cuando ayudó a que me pusiera de pie & del dolor solo podía caer de bruces al suelo ‹‹Maldición...Aun así, si no voy con ellos serán un fracaso›› & él bien lo sabía, no tenía ni puta idea de como me llevarían hasta ahí con ellos, así que tan sólo les dije a todos una cosa...
-D-Dividanse...A partir de aquí, nos jugarán sucio...Cubran todas las posibles entradas de la Embajada, así como los alrededores, esos malditos nos quieren emboscar & de seguro esperan que lleguemos por el frente, si lo hacemos, nos espera una muerte segura...Espero me obedezcan-
Concluí frunciendo el seño, era decisión de Vico decirles si o no, pero las veces que hacían caso omiso a lo que esta maldita marca me advertía...Terminaban bajo tierra. De nuevo mi labio sangraba, un hilo rojo se denotó & cayó, manchando el suelo. Vico & yo podíamos encargarnos de los del frente si al fin & al cabo con una mirada los podía exterminar, además estaba lo suficientemente encolerizada como para no compadecerme de ninguno & hacerles explotar por dentro. Este dolor se acabaría hasta que alguno mande al carajo todo lo que nos puede resultar un problema sin vuelta atrás...La última vez yo me encargué de todos & no resultó nada bien.
*Término que se le da a las mujeres que practican Parkour
*"Ojo por ojo, diente por diente"
Re: ~Octavius~
~Vico~
Luces se avecinaban como advertencia lapidaria de lo que habían incitado mis acciones, pero al mismo tiempo la oscuridad se acrecentaba igual a todas las sombras del mundo, calculé el tiempo de entrada de mis hombres al otro lado de la isla, tecleé en el teléfono la orden de activar los explosivos, si no me doy prisa podría perderme lo más emocionante de la jornada, así que rasgué la camisa de uno de los difuntos, con una “pluma” hice una incisión en su abdomen y vientre, vertiendo en sus entrañas mis dos teléfonos, arranqué hilos de su ropa para coserle como mejor podía en estas condiciones. Le hice un último cariño en sus pómulos y me levanté dirigiéndome hacia Lex quitándome los guantes, desechándolos. Y todo se fue al carajo. Un estruendo se estrelló contra las mohosas paredes, la ciudad ya estaba en llamas, las explosiones cabalgarían hasta el amanecer. Otro ejército de hombres venía por nosotros, para arribar a la Embajada sólo debíamos superar a ese prospecto de obstáculo.
-Lex, no tengo súper habilidades como tú, por lo tanto tendrás ocuparte de éstos chicos. Sé amable con ellos. Yo iré por el enemigo mayor. Terminas y te largas de la isla. Si ves a Aldo, dile que se porte bien. O has lo que quieras, puedes matar un par de comunistas más en la Embajada, ser una buena chica que no le da problemas a Octavius. Es un orden. –le dije sonriendo levemente con una mano en sobre su clavícula, empujándola, todavía con mi talante impertérrito. Sumido en un castrante mutismo me di vuelta, templando los músculos, escuchando los bombardeos, me trasladaba lánguidamente a donde las luces se volvían agujeros negros. Hay que ser pragmáticos, a estas alturas poco importaba la sobrevivencia, sino como procedamos en el corto tiempo que queda, cuánto daño seríamos capaces de ocasionar a la vez que descubrimos el plan del contrincante, a pesar de que a la larga cada uno se resuelve vencido, la victoria es un espejismo, no existe. Me fui como el individualista, bastardo egoísta que soy, sacando una cerilla de entre las vendas que rodeaban mi torso, y del bolsillo de mi abrigo la botella que se suponía era de alcohol contenía gasolina, la suficiente para quemar viva a una persona.
Re: ~Octavius~
-Señor...
-¿Dime?
-¿Realmente esta bien que no siga las ordenes de Vico?
-¿Por qué habría de seguirlas para empezar?
-Bueno por qué el es para empezar por ahora su superior.
Medite las palabras de Joe... Las seguí meditando y me dio pereza pensar en lo que tendría que hacer, suspiré, no tenía intenciones de hacer algo por la famiglia, para empezar ni siquiera era de mi incumbencia lo que estaban asiendo, en realidad me daba bastante flojera meterme en ese tipo de cosas, implicaba hacer ejercicio y era lo que menos quería hacer. Ejercicio.
-No quiero~ Tengo flojera de hacer algo, no tenía desde un principio intenciones de ayudar y si no me da un poco de emoción meter mis narices o fastidiar a Vico en el proceso de lo que sea a lo que ponga empeño no me parece un buen fin.
-¡Pero señor! La situación amerita que haga algo.
-Pereza~ Pereza~ in qualsiasi momento...
-¡Yomileto!
En cuanto oí mi nombre a voz de Joe supe que hablaba en serio acerca de seguir las ordenes de Vico, le miré con un puchero para después levantarme del sillón el que me había instalado. Después del ataque que hubo al lugar donde estaba la reunión aproveche el revuelo para poder huir de ahí y de la que sea que fuese mi misión. Llegué a un hotel y le llame a mi hombre de más confianza para explicarle la situación, por supuesto había terminado regañandome ¿Esto era un complot para hacerme trabajar?
-Pero piénsalo Joe ¿Qué tal si Vico no trae celular? Es decir ya ni siquiera recuerdo que es lo que se supone que tenía que hacer y puede que si le llamo el no traía el teléfono o no tenga señal...
-Yomileto, sólo estas poniendo excusas ¡Sabes que un buen líder siempre tiene con que ponerse en contacto con los demás!
Le dí la razón al hombre y refunfuñando me puse a buscar el celular que había llegado días antes por parte del castaño. Después de unos minutos le encontré y marque al único número que tenía la agenda bajo la atenta mirada de mi padre...
-¡Me tratas como un niño pequeño Joe!
-¡Eres como un niño pequeño!
-Si, si...
Espere a que por todos los cielos no contestaran del otro lado, no tenía muchas ganas de salir de la comodidad de ese hotel...
- Spoiler:
- Lo siento me dio pereza leerme lo que escribieron y no recuerdo el resumen del malvavisco
Así que invente madre y media para poder recuperar el ritmo xD~
Re: ~Octavius~
Ya el dolor se había apaciguado un poco, cada cuerpo que caía era menos dolor corporal para mí, & cuando ya me pude mantener erguida por mi misma Vico se apresuró a ir por la presa mas grande mientras yo me encargaba de el séquito que venía corriendo hacia nosotros, Vico se desvió & yo me quedé de pie en frente de ellos ‹‹ Acabemos con esto rápido›› me estiré sin prisa alguna, si el castaño quería que me encargara de éstos tipos lo haría de la mejor manera, sin duda. Sólo que esta vez si me tocaba ensuciarme un poco puesto que sería un atentado contra mí misma que use sin medida mi talento escondido...Me tocará hacerlo manualmente & a como pueda.
Esperaba que fuera tan fácil como decir "Con permiso" para así irme de este maldito lugar, pero desafortunadamente -para ellos- no fue así, solté un suspiro ¿Que no colaboran nunca? En fin, a uno lo tacleé & le hice una de esas llaves que te hacer polvo los huesos e hice una "pequeña incisión" que iba de su nuca hasta su vena principal. Se quejaba, pero ¿& a mí qué? continué con los otros propinando cinco disparos certeros a sus frentes...Cayeron como fichas de dominó.
-¿Alguien más?-
Lamí la daga & tragué duro...Había probado cosas mejores que esa, sin mas preámbulo un aproximado de cinco hombres más venían hacia mi ‹‹ Tranquilos, todos recibirán lo que quieren›› pensé bromeando. Giré sobre mis talones & me impulsé en la pared, a unos los acababa a pura daga mientras a otros les volvía el cuello de lado...Ese sonido, no causaba nada espantoso en mí después de tanto. Después de andar un rato de cuello en cuello, bajé, & a los que sobraban los exterminé con la pistola. Tres cuerpos más cayeron simultáneamente, les pasé por encima haciendo muecas de desagrado.
-Odio ver a estas cosas regadas, ni crean que las desvaneceré ahora...-
Salí del lugar guardando mis armas, rumbo a donde me diera la gana, eran las órdenes de Vico. Bien podía juguetear con uno que otro puto de la Emabajada, pero no quise en realidad. Llamé a uno de mis hombres para que me consiguiera información sobre algún hotel o lugar de ese tipo que no estuviera lejos de éste apogeo & si tenía problemas, acudir de inmediato. Renzo, el que se podría decir que tiene más de confianza de mi, me dijo que había uno decente no muy lejos, me dio la dirección & llamó rápidamente al lugar a comunicar una reserva. De verdad que no tardé mucho tiempo en llegar, a parte tan sólo entre & parece que la recepcionista reconoció algo en mí & me dejó entrar directo dándome una llave e indicando el lugar. Entré & maquinalmente me aflojé la corbata, este rato lo usaría para limpiar mis armas & descansar un poco de la "arritmia" que me dio hace un rato. Pero ¡Dios Santo! ¿Qué demonios pasaba al lado? Era un hijo de puta escándalo que casi hace que me raje el indice al tratar de lijar la daga. Juraba que si volvían a joder iría a cerrarles el hocico...& bien que podía.
Dicho & hecho ‹‹Tercera vez...& última›› me levanté de la cama con las fajas de pierna de la falda media zafadas, la corbata medianamente suelta & la camisa manchada, pero eso era lo de menos, así al menos les cerraba el pico. Salí de la habitación & azoté la puerta tras de mí, dirigiéndome al lado, para mi suerte cuando intentaba tocar la puerta noté que estaba entrecerrada. También eran descuidados. Me fijé por la rendija que de denotaba...Vaya suerte la mía, sonreí triunfante & maliciosa aunque a la vez cabreaba, abriendo la puerta de golpe...
-¡Bellucci! ¿Qué demonios haces aquí, grandísimo vagabundo? ¡Que es este maldito escándalo de mierda & porqué putas no estás con Vico! Me tienes harta con ese berreo, cierra el pico-
Grité como si nada con daga en mano, acercándomelo & tomádolo de la camisa diciéndole la ultima frase con todas las intenciones de amenaza, al oído & con la cuchilla en el cuello. Joe se llevó las manos a la cara, el pobre ya lo veía venir. Me saludó con la mano con una gota de pena en la frente, recibí en saludo con un "Buonasera, Joe" sonriéndole mientras que aprisionaba a Yomiletto. Lo llevaría a la embajada, aunque no quiera..Ya me sentía mejor.
-Todos partiéndonos el lomo, yo casi muriendo...¿& tu te atreves a no hacer nada?!-
Concluí. Jalandolo & esperando una buena excusa, quería ahorrarme la paliza que le daría Vico & yo empecé por el, con cariño...Por supuesto.
Esperaba que fuera tan fácil como decir "Con permiso" para así irme de este maldito lugar, pero desafortunadamente -para ellos- no fue así, solté un suspiro ¿Que no colaboran nunca? En fin, a uno lo tacleé & le hice una de esas llaves que te hacer polvo los huesos e hice una "pequeña incisión" que iba de su nuca hasta su vena principal. Se quejaba, pero ¿& a mí qué? continué con los otros propinando cinco disparos certeros a sus frentes...Cayeron como fichas de dominó.
-¿Alguien más?-
Lamí la daga & tragué duro...Había probado cosas mejores que esa, sin mas preámbulo un aproximado de cinco hombres más venían hacia mi ‹‹ Tranquilos, todos recibirán lo que quieren›› pensé bromeando. Giré sobre mis talones & me impulsé en la pared, a unos los acababa a pura daga mientras a otros les volvía el cuello de lado...Ese sonido, no causaba nada espantoso en mí después de tanto. Después de andar un rato de cuello en cuello, bajé, & a los que sobraban los exterminé con la pistola. Tres cuerpos más cayeron simultáneamente, les pasé por encima haciendo muecas de desagrado.
-Odio ver a estas cosas regadas, ni crean que las desvaneceré ahora...-
Salí del lugar guardando mis armas, rumbo a donde me diera la gana, eran las órdenes de Vico. Bien podía juguetear con uno que otro puto de la Emabajada, pero no quise en realidad. Llamé a uno de mis hombres para que me consiguiera información sobre algún hotel o lugar de ese tipo que no estuviera lejos de éste apogeo & si tenía problemas, acudir de inmediato. Renzo, el que se podría decir que tiene más de confianza de mi, me dijo que había uno decente no muy lejos, me dio la dirección & llamó rápidamente al lugar a comunicar una reserva. De verdad que no tardé mucho tiempo en llegar, a parte tan sólo entre & parece que la recepcionista reconoció algo en mí & me dejó entrar directo dándome una llave e indicando el lugar. Entré & maquinalmente me aflojé la corbata, este rato lo usaría para limpiar mis armas & descansar un poco de la "arritmia" que me dio hace un rato. Pero ¡Dios Santo! ¿Qué demonios pasaba al lado? Era un hijo de puta escándalo que casi hace que me raje el indice al tratar de lijar la daga. Juraba que si volvían a joder iría a cerrarles el hocico...& bien que podía.
Dicho & hecho ‹‹Tercera vez...& última›› me levanté de la cama con las fajas de pierna de la falda media zafadas, la corbata medianamente suelta & la camisa manchada, pero eso era lo de menos, así al menos les cerraba el pico. Salí de la habitación & azoté la puerta tras de mí, dirigiéndome al lado, para mi suerte cuando intentaba tocar la puerta noté que estaba entrecerrada. También eran descuidados. Me fijé por la rendija que de denotaba...Vaya suerte la mía, sonreí triunfante & maliciosa aunque a la vez cabreaba, abriendo la puerta de golpe...
-¡Bellucci! ¿Qué demonios haces aquí, grandísimo vagabundo? ¡Que es este maldito escándalo de mierda & porqué putas no estás con Vico! Me tienes harta con ese berreo, cierra el pico-
Grité como si nada con daga en mano, acercándomelo & tomádolo de la camisa diciéndole la ultima frase con todas las intenciones de amenaza, al oído & con la cuchilla en el cuello. Joe se llevó las manos a la cara, el pobre ya lo veía venir. Me saludó con la mano con una gota de pena en la frente, recibí en saludo con un "Buonasera, Joe" sonriéndole mientras que aprisionaba a Yomiletto. Lo llevaría a la embajada, aunque no quiera..Ya me sentía mejor.
-Todos partiéndonos el lomo, yo casi muriendo...¿& tu te atreves a no hacer nada?!-
Concluí. Jalandolo & esperando una buena excusa, quería ahorrarme la paliza que le daría Vico & yo empecé por el, con cariño...Por supuesto.
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