Ya Pasará

Ya pasará.
(Canción: Older Chests de Damien Rice)

Pienso en caer de vez en cuando. El giro súbito de los autos en la avenida, los interminables anuncios publicitarios, el vaivén de olores en la multitud, y una mano extendida que se desintegra a través de la niebla, de las luces.
No quería desviar la mirada, no era mi intención, ni morder mis labios, ni respirar frenéticamente, ni desear vomitar hasta que se desgarrara mi garganta. Ya no sentía el peso del mundo. O quizás los lazos invisibles que me unían a los demás se sensibilizaron tanto, cansándome, anestesiándome, y de pronto me despierta, el mundo desplomándose como un golpe sordo sobre mis pupilas; las manos de un dios decepcionado se hacen puños, se aprietan hasta dejar blanco el sueño de ese inútil humano.
Intento decir algo… supongo que ya se me pasará... como la gripe, no?
Alguien se acercó al barandal, me preguntó una dirección; quise gritar y huir. Con una pequeña sonrisa le indiqué el lugar no muy lejano de allí. No estaba lejos de casa, no le conocía. Nunca le conoceré y fue parte de mi vida durante unos minutos.
Más allá de la ira y la nostalgia, tenía que aceptarlo. Que te muelan a golpes por ser diferente no es excusa. Que el terapeuta sea la persona a quien no temes abrazar no es excusa. Hay que ser indulgentes, así reza la Biblia, el corazón puede leerlo en Braille, ansioso.
Esto podía más que la vergüenza, la culpa y el miedo. No me atrevo a preguntarle a alguien qué es, tal vez sólo sea una tontería mía; las miradas que circundan entre la incomodidad y el mal disimulado desdén recorriendo mi cuerpo, no es necesario. Suelen decir que es mi culpa, estoy empezando a creerlo, aunque me es imposible censuran los pensamientos; Jesucristo lo haría. Si mi espalda se arqueara un poco más, si mis tendones no se enredaran entre sí, si pudiera negar el ardor en las costillas, en la orilla de los ojos, bajo las uñas, si pudiera esconder el sudor, la sangre, las lágrimas…
Vaya, desde el suelo noto que crecen pequeñas flores en los huecos de la aceras, son excepciones, a diario las pisamos, tenía que estar en esta posición y situación para verlas; pétalos frágiles, casi iridiscentes, tallos ásperos, y una raíz que logro entrever. Sus sombras podrían cobijar mi orgullo…
Supongo que ya se me pasará… estaré bien.


No es gran cosa, pero ahí está, pueden ser duros con sus críticas. Tenía que expresarlo, da.