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PROYECTOS FINALIZADOS○ Yumeiro Button ○ Tsubakikasa Tricolor PROYECTOS EN EMISION○ Diabolik Lovers Capitulo 1 ○ The Chronicle Of Seven Prologo PROYECTOS EN PROCESO○ Mako to Aki-chan no Koigokoro Capitulo 1 ○ Otogi Taisen Fantasma Capitulo 1 ○ Toushu-Sama Wa Itazura Ga Osuki Capitulo 1 ○ Idol-sama No Onikiri [One Shot] ○ The Chronicle Of Seven Capitulo 1 ○ Diabolik Lovers Capitulo 2
Los Oscuros Instrumentos Morning Parade - A&E
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Los Oscuros Instrumentos Morning Parade - A&E
Canción: Morning Parade - A&E
Los Oscuros Instrumentos.
Capítulo I
La brisa fría se colaba susurrante entre sus ropas, y era verano…
Se apoyó en el barandal, sin peso, sus exhalaciones se evaporaban como caballos fantasmas escapando de sus pulmones, luz, niebla, otra vez luz. Tosió y no quiso disimularlo en esta ocasión, detrás suyo se encontraba el auto estacionado, un par de ojos penetrantes le atravesaban sin aura, vacíos, aun así directos, constantes.
-Bosnia está algo lejos.- su voz rasposa se lanzó fácil contra la atmosfera-Mejor vayamos a Hyvinkää… creo que así se dice… está al norte de Finlandia, no está muy lejos de acá…- su voz se refrescó con la humedad de la brisa, metió las manos en los bolsillos girando su pierna izquierda detrás de la derecha haciendo una mueca de gélida simpatía, su pecho se agitaba con sospechosa ligereza- el clima me tragará… pero de todas formas mi hermano también me tragará cuando lo vea de nuevo… no le tengo miedo, no mucho…
Burla, burla.
La mueca en su rostro, en sus labios, se tornó más lúcida. Las olas a su lado se mecían indómitas, podía sentirlas enviándole vibraciones contando cada uno de sus huesos, amordazando sus músculos, un oscuro relámpago surcando sus nervios. Tomó una respiración de ansiosa anticipación. Ya no miraba hacia su acompañante, el cual permanecía, aparentemente imperturbable, recostado sobre el auto.
Tomó otra respiración, más rápido.
Terror, terror.
-No te desubiques…- pronunció la otra persona endureciendo sus facciones.
-Estoy cerca de conseguirlo- dijo con seguridad, pasó una manó por sus cabellos castaños- no existen los accidentes, nada se escapa. ¡Y no me desubico!-lo último lo mencionó convirtiendo la mueca en una sonrisa demasiado franca, demasiado limpia para la situación y clase de seres que eran ellos.
Casi se rio. De hecho fue una diminuta risa, más bien parecida a un gemido alargado, blanco, igual que la bandera que se alzaba en el centro de la plaza en la que se encontraban. Se escuchaba el sonido de los estilizados engranajes de motores; porque aquí todo es seguro. La primera persona entrecerró sus ojos girando su cabeza hacia el transito de la avenida. Iban, venían; si, la seguridad es primera.
De repente su cuerpo se violentó tosiendo, prontamente sacó un pañuelo de su abrigo, encorvándose. Con su mano libre apretó la tela de sus pantalones; sus pulmones se quebraban. A la distancia parecía una criatura negra de nítidos movimientos, bestia en proceso de ser estilizada como un motor de autos.
Notó los líquidos que se pegaban al pañuelo. Al pasar junto a su acompañante rozó el hombro de éste.
-Nadie nos ha visto con interés- mencionó la segunda persona en un tono que no dejaba lugar a dudas-así que no enloquezcas mientras estés conmigo.-ante esas palabras su compañero se detuvo- Y conduces esta vez.
-No se conducir- dijo tajante.
-Si sabes- seguía impávido.
-No, no se- su expresión era serena. ¿No sabía conducir?
Su socio arrugó el entrecejo subiendo al auto. Miró a la otra persona a través del cristal. Observó su cuerpo inmóvil frente a sí. Insoportablemente inmóvil.
-¿Arremeterías contra mí?- fue un grito forzoso-No existen los accidentes, pero nadie ve nada, nadie dice nada, ¿cierto?, así es más fácil, lo acabaríamos aquí- sus ojos volvían a poseer la lucidez oscura que caracterizaba a los de su tipo, sus músculos se tensaron, la brisa se arremolinaba con mayor insistencia entre sus ropas-Inténtalo…-pronunció con espantoso convencimiento.
-No. Yo no planeé esto, ni seré quien le de fin-lo dijo de la misma manera que el otro hizo.
-¡Tampoco yo hice esta cosa!- su voz era hermética, quizás rodando entre la desesperación y el cinismo. Quizás.
La persona que continuaba estática sólo sonrío socarronamente alzando su rostro. La sombra de las nubes encima de su figura escondía si la curva de sus labios torcía hacia arriba o quizás hacia abajo. La niebla se aproximaba, las olas chocaban contra los muros igual que todas las máquinas del mundo. Sus ojos eran sueños virtuales digitados por un dios desconocido.
Instinto depredador, temblando sin sentido alguno.
Con paso resuelto entró al vehículo, el otro no logró ver su expresión, sin embargo, intuía lo que se acercaba.
-¡Que jodido frío! Date prisa, no podemos llegar tarde a esa cosa.- dijo en un tono indistinguible, aplaudió a sus propias palabras-Vamos.-reposó su cabeza sobre la ventanilla admirando las luces encenderse en la ciudad. Su ciudad. Algo se destrozaría.
Oh, un tanto más, y era una ironía.
No es poesía como ya habrán notado. Es una cosa diario-relato que escribí hace un rato, no lo quise hacer en primera persona porque sería raro, lo dejo para ustedes, disculpen la literatura rápida. Pronto volveré con el próximo capítulo, hay que ver como prosiguen las cosas. Ah, y escuchen la canción mientras lean el texto, si no es mucho pedir.
Gracias por leer!!
Los Oscuros Instrumentos.
Capítulo I
La brisa fría se colaba susurrante entre sus ropas, y era verano…
Se apoyó en el barandal, sin peso, sus exhalaciones se evaporaban como caballos fantasmas escapando de sus pulmones, luz, niebla, otra vez luz. Tosió y no quiso disimularlo en esta ocasión, detrás suyo se encontraba el auto estacionado, un par de ojos penetrantes le atravesaban sin aura, vacíos, aun así directos, constantes.
-Bosnia está algo lejos.- su voz rasposa se lanzó fácil contra la atmosfera-Mejor vayamos a Hyvinkää… creo que así se dice… está al norte de Finlandia, no está muy lejos de acá…- su voz se refrescó con la humedad de la brisa, metió las manos en los bolsillos girando su pierna izquierda detrás de la derecha haciendo una mueca de gélida simpatía, su pecho se agitaba con sospechosa ligereza- el clima me tragará… pero de todas formas mi hermano también me tragará cuando lo vea de nuevo… no le tengo miedo, no mucho…
Burla, burla.
La mueca en su rostro, en sus labios, se tornó más lúcida. Las olas a su lado se mecían indómitas, podía sentirlas enviándole vibraciones contando cada uno de sus huesos, amordazando sus músculos, un oscuro relámpago surcando sus nervios. Tomó una respiración de ansiosa anticipación. Ya no miraba hacia su acompañante, el cual permanecía, aparentemente imperturbable, recostado sobre el auto.
Tomó otra respiración, más rápido.
Terror, terror.
-No te desubiques…- pronunció la otra persona endureciendo sus facciones.
-Estoy cerca de conseguirlo- dijo con seguridad, pasó una manó por sus cabellos castaños- no existen los accidentes, nada se escapa. ¡Y no me desubico!-lo último lo mencionó convirtiendo la mueca en una sonrisa demasiado franca, demasiado limpia para la situación y clase de seres que eran ellos.
Casi se rio. De hecho fue una diminuta risa, más bien parecida a un gemido alargado, blanco, igual que la bandera que se alzaba en el centro de la plaza en la que se encontraban. Se escuchaba el sonido de los estilizados engranajes de motores; porque aquí todo es seguro. La primera persona entrecerró sus ojos girando su cabeza hacia el transito de la avenida. Iban, venían; si, la seguridad es primera.
De repente su cuerpo se violentó tosiendo, prontamente sacó un pañuelo de su abrigo, encorvándose. Con su mano libre apretó la tela de sus pantalones; sus pulmones se quebraban. A la distancia parecía una criatura negra de nítidos movimientos, bestia en proceso de ser estilizada como un motor de autos.
Notó los líquidos que se pegaban al pañuelo. Al pasar junto a su acompañante rozó el hombro de éste.
-Nadie nos ha visto con interés- mencionó la segunda persona en un tono que no dejaba lugar a dudas-así que no enloquezcas mientras estés conmigo.-ante esas palabras su compañero se detuvo- Y conduces esta vez.
-No se conducir- dijo tajante.
-Si sabes- seguía impávido.
-No, no se- su expresión era serena. ¿No sabía conducir?
Su socio arrugó el entrecejo subiendo al auto. Miró a la otra persona a través del cristal. Observó su cuerpo inmóvil frente a sí. Insoportablemente inmóvil.
-¿Arremeterías contra mí?- fue un grito forzoso-No existen los accidentes, pero nadie ve nada, nadie dice nada, ¿cierto?, así es más fácil, lo acabaríamos aquí- sus ojos volvían a poseer la lucidez oscura que caracterizaba a los de su tipo, sus músculos se tensaron, la brisa se arremolinaba con mayor insistencia entre sus ropas-Inténtalo…-pronunció con espantoso convencimiento.
-No. Yo no planeé esto, ni seré quien le de fin-lo dijo de la misma manera que el otro hizo.
-¡Tampoco yo hice esta cosa!- su voz era hermética, quizás rodando entre la desesperación y el cinismo. Quizás.
La persona que continuaba estática sólo sonrío socarronamente alzando su rostro. La sombra de las nubes encima de su figura escondía si la curva de sus labios torcía hacia arriba o quizás hacia abajo. La niebla se aproximaba, las olas chocaban contra los muros igual que todas las máquinas del mundo. Sus ojos eran sueños virtuales digitados por un dios desconocido.
Instinto depredador, temblando sin sentido alguno.
Con paso resuelto entró al vehículo, el otro no logró ver su expresión, sin embargo, intuía lo que se acercaba.
-¡Que jodido frío! Date prisa, no podemos llegar tarde a esa cosa.- dijo en un tono indistinguible, aplaudió a sus propias palabras-Vamos.-reposó su cabeza sobre la ventanilla admirando las luces encenderse en la ciudad. Su ciudad. Algo se destrozaría.
Oh, un tanto más, y era una ironía.
No es poesía como ya habrán notado. Es una cosa diario-relato que escribí hace un rato, no lo quise hacer en primera persona porque sería raro, lo dejo para ustedes, disculpen la literatura rápida. Pronto volveré con el próximo capítulo, hay que ver como prosiguen las cosas. Ah, y escuchen la canción mientras lean el texto, si no es mucho pedir.
Gracias por leer!!
Re: Los Oscuros Instrumentos Morning Parade - A&E
ooh,ese ya lo vi hace tiempo por el otro lado, y ahora me lo vuelvo a encontrar por aquí.Siempre es un placer volver a leerte. Creo que ya te dije que me me encantaba,pero por si acaso lo repito, me encanta.Y lo estoy diciendo en serio. ¿Qué pasó con esto al final?¿No va a continuar? Una lástima,se le podría sacar bastante partido...
Nahts Asrai- Vampire`s Club
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