No todos son juegos.

por **Lady_Angel** Dom Mar 04, 2012 3:52 pm

Bueno, este es un creepyPasta que encontré por ahí, realmente me encanto, yo si lo creo, ¿Qué opinan ustedes?

Hay muchas cosas que se publican en internet. Algunas buenas, otras interesantes...Otras, parecieran estar diseñadas para la gente como yo, esa gente que tiene un menudo gusto de lectura. Y ese gusto es basado en que se te erizen los vellos, en que tu corazón lata en forma desbocada, comiences a dudar de qué tan real o falso es... el miedo que se te viene con cada letra.
Hasta anoche, yo me consideraba una de esas personas que sólo leían los mitos urbanos y desafiaba esa sensación de miedo, hasta que me había puesto a leer un ritual sobre como "jugar" con los muertos. "The One-Man Hide and Seek", menudo título. Al leerlo, comencé a curiosear; "¿Será cierto?" "¿Por qué solo debe durar un tiempo?" "¿Cómo reaccionará el muñeco?" esas preguntas se me formulaban en la cabeza, cada vez se hacían más presentes.
Debo decir que soy una persona tranquila, un poco seria pero siempre animada, o al menos así me describen, sin embargo la persona con quien hablaba conmigo en esos momentos (llamémosle Julius) comenzó a notarme rara.
-Oye, ¿Te pasa algo?- me preguntaba constantemente, extrañado, y a pesar de que no me sentía diferente, me decía que comenzaba a notarme más callada que nunca, con la mirada perdida en algún punto que no podía ver.
-Deberíamos hacerlo, después de todo sólo es una historia urbana- le insistía, sin recordar que él se preocupa bastante por las personas, quizás por ello me vió con mala cara. O quizás sabía lo que iba a pasarme, y no pudo lidiar más con la visión que tenía sobre mí destino así que de manera inesperada se fue. "Como si importara" pensé para mí misma antes de imprimir aquellas instrucciones, para hacerlo todo como debía de ser. Varias personas me dijeron que no lo intentara, que era una tontería. Inclusive mi novio dijo lo mismo.
Como han de suponer, hice caso omiso de todo esto y me fui al departamento, a preparar todo aquello que debía de ser.
Un muñeco de algodón... Había uno horrendo que desde siempre he querido deshacerme de él, y para mi fortuna estaba completo.
Arroz... tenía lo suficiente para que supliera al relleno del muñeco.
Un arma filosa... Siempre he sido fan de los cuchillos de cocina bien afilados.
Una taza de agua salada..
Un lugar donde esconderse de preferencia con televisión, que haya sido purificada. Tomé la habitación que siempre estaba vacía, y la purifiqué tal y como especificaban en los libros de magia.
Sólo se me había olvidado algo... No podía haber alguien (o algo) más que yo, y nunca consideré que los animales estuvieran incluidos en ello.
Cuando comenzé a fabricar al muñeco, quizé que fuera algo más lo que tuviera. ¿Por qué un trozo de uña para algo que terminará quemado? Sonreí y en vez de eso me corté un poco el pulgar, haciendo que unas gotitas de sangre cayeran entre el relleno, antes de sellarlo y atarlo como decían, dejándolo cerca de la bañera con agua, mientras llevaba el agua salada a aquella habitación.
Quizé agregarle un poco de diversión a ello y al pensar el nombre, le puse el de una persona a la que odio mucho (por cuestiones personales sólo puedo llamarlo Clyde) para así matar dos pájaros de un tiro: me desharía de aquella cosa de algodón y a la vez intentaría "vengarme" de Clyde, y me fui con el perro a ver películas en lo que daban las tres de la mañana, sin embargo este, por algún motivo, no dejaba de verme nervioso y aullaba desesperado conforme la hora llegaba, rasguñando la puerta con las patas, desesperado por salir. Nunca me dí cuenta de eso hasta ahora...
Dieron las tres am.
-Chris es la primera..- susurré después de haber tomado al muñeco, para ponerlo en la bañera, y apagué las luces que habían, pero nunca me llevé al perro conmigo... cuanto desearía haberlo hecho...Me refugié en la recámara y puse la televisión de inmediato, al principio sólo se veía un comercial sobre "la salvación eterna" pero después comenzó a distorcionarse la imagen. Abrí los ojos sorprendida de que hubiera efecto, y aún cuando empezaba a llenarme el míiedo no podía quedar atrás... no sabía lo que iba a pasar. Cerré los ojos y conté hasta diez, rápidamente, para después correr hasta el baño con el cuchillo en la mano, dispuesta a asesinar al muñeco.
-Te encontré, Clyde- murmuré, viendo al muñeco. Tenía las comisuras de la boca de una manera extremadamente triste, y ante ello no sé realmente cómo fue que pasó.. No gritaba, no se movía, pero yo sentía que chillaba tras recibir aquella herida, y más fue mi sorpresa al no ver que era arroz lo que salía de él, sino sangre entera. Temblaba ante esa visión, y quise salir corriendo, pero bien claro decía "NO DETENGAN EL RITUAL A MITAD DEL PROCESO".
-Tu eres el siguiente...Clyde...- musité aterrada antes de poner el muñeco en el piso, y salí corriendo por mi vida, llegando a la habitación y cerrándola antes de tomar la media taza de agua salada entre mis labios, conteniéndola, hasta que escuché un chillido terrible. Fue entonces cuando me temí lo peor: mi perro no se encontraba en la habitación.
Cargué la taza conmigo y abrí la puerta, pero no tuve porqué buscarlo, aquél muñeco estaba enfrente mío, teñido de rojo, y de manera inesperada se cayó, como si no tuviera movimiento ni vida. Dudé de si tenía que rociarle o no, pero eso no evitó que le echara el agua de la taza encima, y después lo rociara con el agua de mi boca. Quería terminar lo antes posible para encontrar a mi mascota.
-¡Yo gané, yo gané, yo gané!- Grité desesperada y tomé al muñeco, arrebatándole el cuchillo rápidamente, temiendo que él siguiera vivo, y lo sequé de manera burda, según yo preparada por si reaccionaba y me atacaba.
Finalmente lo quemé y mientras ardía fui a buscar al perro, el cual aullaba desesperado conforme el muñeco se quemaba.
-Junior.. ¡Junior! ¡JUNIOR!- Grité mientras prendía las luces de la casa, hasta que dí con las gotas de sangre; aún sin saberlo las seguí y terminé en el baño.
Mi perro no estaba ahí... hasta que escuché un ladrido justo detrás de mí.
-¡Junior! Perro loco, pensé que algo te había pasado..- dije aliviada, dándome la media vuelta, pero el perro no estaba cerca... de hecho estaba en el mismo lugar en el que había rociado al muñeco. Sólo tenía sangre en las patas, y se veía normal... al menos así lo veía, hasta que me dirigí a la cocina, donde se terminaba de quemar el muñeco.
Eso no era ni arroz, ni sangre común... Tenía pelos de perro ahí.
Volteé por instinto y miré aterrada al perro. Seguía estático ahí, pero me seguía mirando de una manera que nunca imaginarían con una mascota... se le notaba un odio profundo, un odio que nunca podré olvidar...
-El juego terminó, Clyde- murmuré mientras cogía el cuchillo de nueva cuenta, pero antes de que pasara algo, aquél perro comenzó a correr y me mordió la pierna derecha, una, dos, tres... perdí la cuenta después de sentir aquel dolor agonizante. Le clavé levemente el cuchillo, desesperada, pero nada hizo efecto.
Sabía que estaba perdida... El dolor no pudo más y me desmayé.
Cuando desperté sentí un dolor increíblemente fuerte, temí por mi físico, pero al querer mover la cabeza, volví a verlo. Volví a ver ese perro que me había atacado. Ahí estaba, estático, pero sus gestos ya no parecían suyos.
-Te encontré, Chris.
Intenté levantarme, pero de inmediato sentí un dolor atroz, sólo podía caminar a gatas, y ni haciendo eso podía soportar aquel malestar. Escuché una carcajada.
-Tenías preguntas, ¿no es así?... Sí, es cierto... Sólo debe durar menos de tres horas porque en caso contrario el espíritu puede apoderarse de otra cosa, y como ves, reacciono. ¿Qué te parece si yo pongo el juego ahora? ¿Te gusta?
Intenté arrastrarme con las manos pero de inmediato sentí un golpe seco en las piernas, haciendo que gritara. Pero nadie me respondía.
-Lo tomaré como un sí. Antes de que juguemos, parecías interesada en escribir, ¿no? Bueno, te daré un reto: si logras que una persona crea lo que dices, simple y sencillamente me voy, pero si no sucede, tendrás que jugar a ser la marioneta. Te doy sólo un día para lograrlo.
Dicho esto, pareció desaparecer, dejando tras de sí un montón de pelos chamuscados. Lloré en vano: todo lo merecía por hacer caso omiso. Temerosa, agarré el celular, el cual tenía en el bolsillo del pantalón y marqué a Julius. La línea estaba muerta.
-No, no, ¡NO!- maldije mi suerte e intenté escribirle un mensaje, pero lo arrojé lo más lejos de mí al sentir como si algo me quemara en carne viva. Volví a llorar.
No podía moverme, vivía sola; el trabajo que tenía era de medio tiempo y ni siquiera me necesitaban. Solo un milagro podría salvarme.
Me arrastré como pude hacia un sillón donde tenía la laptop de mi compañero, y me puse a escribir como poseída todo lo que pasaba. He omitido uno que otro detalle, no quiero que las personas vomiten al ver lo mismo que yo. Tengo miedo, es de noche. Escucho aquél aullido en mi mente, una y otra vez, más amenazante que antes, más desesperado. No sé que voy a hacer, en serio. Se está haciendo más oscuro, escucho risas por todos lados... Tengo miedo por cada uno de ustedes, por cada uno que crea que todo es falso... Sigo tirada en el piso y sé que vendrá; él me lo dijo... Por favor, alguien ayúdeme...

por nana1chan Sáb Mar 17, 2012 9:13 pm

waaa! si me lo crei la verdad y ahora tengo miedo....sabia que nodebia leer historias de terror en la noche y sola,buena historia me encanto aunque tal vez no duerma ya que tengo muchos muñecos que no me gustan en mi cuarto y ...mejor hasta ahi le dejo,me gusto :)

por **Shirayuki Lota** Vie Abr 20, 2012 12:29 pm

rayos la verdad si lo creo pero lo que no me cabe en la mente es ¿a quien se le ocurre hacer un acto de nivel medio sin tener practica? bueno por mi suerte yo pude salir de todo eso antes de que absorbiera por completo

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